Repensar la seguridad
El mundo discute hoy, m¨¢s que nunca, sobre el significado de la seguridad, sobre las pol¨ªticas que pueden hacer un mundo con sociedades m¨¢s seguras, y sobre los factores que causan inquietud, temor e inseguridad a la gente y a los Estados. El debate ser¨¢ inevitablemente largo, y con opiniones siempre muy contrastadas, como expresi¨®n de la diversidad del propio mundo y como reflejo de los diferentes intereses y posiciones que tienen y ocupan los pa¨ªses y sus centros de decisi¨®n pol¨ªtica. En todo caso, en este constante, inevitable y necesario repensar global sobre la seguridad, la presencia del nuevo concepto de 'Seguridad Humana', acu?ado no hace muchos a?os, puede ayudar enormemente a situar el debate en un punto m¨¢s pr¨®ximo y ajustado a lo que realmente demanda o requiere el conjunto de la humanidad, y no s¨®lo a lo que interesa o perciben unos pocos Estados.
Aunque el concepto de Seguridad Humana ya se empleaba extensamente en c¨ªrculos acad¨¦micos del ¨¢mbito de la investigaci¨®n para la paz en los a?os ochenta, su divulgaci¨®n a nivel internacional ocurre en el a?o 1994, cuando el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) centr¨® su Informe de Desarrollo Humano en dicho concepto. Para este organismo, el coraz¨®n de la inseguridad humana es la vulnerabilidad, y la pregunta que debe hacerse es 'c¨®mo proteger a la gente', insistiendo en la implicaci¨®n directa de las personas y en la estrecha vinculaci¨®n del desarrollo con la seguridad.
Pocos a?os m¨¢s tarde, gobiernos como Jap¨®n, Noruega y Canad¨¢ adoptaron el conjunto de ideas que subyacen detr¨¢s de este concepto, para elaborar pol¨ªticas exteriores muy pr¨¢cticas, comprometidas e incidentes en un listado com¨²n de temas concretos (prohibici¨®n de las minas antipersonal, control de las armas ligeras, ni?os soldado, promoci¨®n del Derecho Internacional Humanitario, apoyo a los nuevos organismos de derechos humanos creados por Naciones Unidas, atenci¨®n a los refugiados, participaci¨®n en operaciones de mantenimiento de la paz, etc. En 1998, Canad¨¢ y Noruega lanzan la iniciativa internacional de crear una red de seguridad humana (Human Security Network), a la que inicialmente invitan a otros nueve pa¨ªses (Austria, Chile, Jordania, Pa¨ªses Bajos, Eslovenia, Sur¨¢frica, Suiza y Tailandia), adem¨¢s de Sadako Ogata, entonces alta comisionada del ACNUR, un organismo que siempre se ha mostrado muy sensible a este tema.
El concepto de Seguridad Humana es evolutivo, y no cerrado, y as¨ª ser¨¢ durante largo tiempo. Su discusi¨®n es una excelente excusa para replantear los viejos esquemas de la seguridad centrados en aspectos militares y para detectar las necesidades del conjunto del planeta, con toda su variedad, que no han merecido apenas atenci¨®n en las pol¨ªticas p¨²blicas. Como idea inicial, el PNUD citaba en el a?o 1994 ocho dimensiones de la seguridad (o de la inseguridad), a saber: econ¨®mica, financiera, alimentaria, sanitaria, ambiental, personal, de g¨¦nero, comunitaria y pol¨ªtica. El m¨¦rito del PNUD consiste en recoger y sistematizar el abanico de las 'inseguridades globales' (crecimiento demogr¨¢fico, diferencias entre pa¨ªses, migraciones descontroladas, deterioro medioambiental, tr¨¢fico de drogas, terrorismo internacional...), para sintetizar igualmente los instrumentos globales necesarios para enfrentar dichos problemas (pol¨ªticas que consideren las necesidades humanas b¨¢sicas, los derechos humanos, la diplomacia preventiva, el desarrollo y la reforma de las instituciones globales).
Para la red Human Security Network, antes mencionada, el objetivo de la Seguridad Humana es salvaguardar el centro vital de todos los seres humanos de amenazas cr¨ªticas que escapan a su control (crisis financieras, conflictos violentos, sida, reducciones de las prestaciones sociales, terrorismo, contaminaci¨®n...). Por 'centros vitales' se entienden ciertos derechos humanos, capacidades b¨¢sicas y necesidades absolutas que todas las personas e instituciones tienen la obligaci¨®n de proporcionar, proteger y respetar, porque est¨¢n relacionadas con la supervivencia, el sustento y la dignidad. As¨ª, pues, es un concepto centrado en las personas y las comunidades, no en los Estados. Se puede establecer, por tanto, una clara diferenciaci¨®n entre las pol¨ªticas de 'seguridad nacional', centradas en la integridad territorial de un Estado y la libertad para determinar su forma de gobierno, y el concepto de 'seguridad humana', que pone el acento en la gente y las comunidades, y en particular sobre los civiles que se encuentran en situaciones de extrema vulnerabilidad, sea en contextos de guerra o de marginaci¨®n.
El desarrollo del concepto de Seguridad Humana merece cada vez una mayor atenci¨®n de centros acad¨¦micos de renombrado prestigio internacional, como la Universidad de Harvard, que tiene el Program on Humanitarian Policy and Conflict Research, o el Human Security Centre del Liu Institute for the Study of Global Issues, de la University of British Columbia, que ponen el ¨¦nfasis en la interrelaci¨®n entre desarrollo, gobernabilidad y seguridad humana, se?alando que cada uno de estos conceptos debe entenderse respecto a su interdependencia con los otros. Acad¨¦micos de renombre internacional, como el premio Nobel de Econom¨ªa Amartya Sen, llevan varios a?os insistiendo en la necesidad de adoptar este nuevo planteamiento de la seguridad humana como instrumento para repensar el futuro y el propio desarrollo, que no tiene que ver s¨®lo con el crecimiento de la renta per c¨¢pita, sino tambi¨¦n con la expansi¨®n de las libertades humanas y la dignidad. Sen aboga por redefinir las viejas instituciones internacionales creadas en los a?os cuarenta y por elaborar una agenda de los cambios m¨¢s necesarios, en la que incluye acuerdos comerciales, leyes de patentes, iniciativas de salud global, posibilitar la educaci¨®n universal, la diseminaci¨®n tecnol¨®gica, restricciones de car¨¢cter ecol¨®gico, el tratamiento de la deuda externa, la gesti¨®n de los conflictos, el desarme... Una agenda, en definitiva, para hacer viable la seguridad humana.
La Seguridad Humana ha recibido tambi¨¦n una atenci¨®n muy especial de parte de la Unesco, organismo que siempre ha vinculado dicho concepto a su compromiso por una cultura de paz, y que en septiembre del 2000 cre¨® un foro virtual llamado SecuriPax Forum, en el marco de las actividades de su Peace and Human Security Programme. La Unesco enfatiza en la necesidad de reforzar la capacidad movilizadora de la gente, las instituciones y los gobiernos para acelerar la transici¨®n de las antiguas y restrictivas nociones de seguridad, asociadas a aspectos de defensa militar, hacia una comprensi¨®n multidimensional de la seguridad, basada en el respeto a los derechos humanos y a los principios democr¨¢ticos, el logro de un desarrollo sostenible, la erradicaci¨®n de la pobreza extrema, el refuerzo de los mecanismos de prevenci¨®n sobre las ra¨ªces de las diferentes formas de violencia, discriminaci¨®n y conflicto violento. Para la Unesco, este objetivo s¨®lo puede lograrse mediante amplias coaliciones que trabajen a nivel global y que impliquen a todos los actores de la sociedad, desde los gobiernos a los organismos internacionales, ONG, universidades y otros componentes de la sociedad civil.
Los objetivos de la Seguridad Humana coinciden tambi¨¦n con la Declaraci¨®n de la Cumbre del Milenio y con el Programa de Acci¨®n para una Cultura de Paz, aprobado por la Asamblea General de Naciones Unidas en septiembre de 1999. Aunque el concepto y el trabajo inicial de la Seguridad Humana ha partido de centros y gobiernos mayormente occidentales, desde el primer momento se ha abierto el debate a nivel internacional para integrar todas las matizaciones y contraposiciones propias de la diversidad pol¨ªtica y cultural mundial. Hay, por tanto, un interesante debate acad¨¦mico y pol¨ªtico sobre si la Seguridad Humana debe centrarse en los derechos pol¨ªticos de primera generaci¨®n o tambi¨¦n ha de incluir los derechos de segunda y tercera generaci¨®n, incluido el derecho al desarrollo y la alimentaci¨®n. Los atentados del 11 de septiembre, al menos, han obligado a replantear los conceptos tradicionales de la seguridad. Ser¨¢ interesante ver si el debate se convierte tambi¨¦n en una oportunidad para abordar la gran cantidad de problemas que el mundo, en su conjunto, tiene pendientes desde hace demasiado tiempo y que son fuentes de inseguridad para las personas.
Vicen? Fisas es director de la Escuela de Cultura de Paz de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona.
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