El catacrac de las bolsas origina un alud de querellas populares contra empresas
La mayor¨ªa de las quejas de los peque?os accionistas se centra en una falsa informaci¨®n - Classaction agrupa miles de demandas en EE UU - Los juicios contra empresas aumentaron un 60% en el a?o 2001
'La justicia a un clic de distancia'. Con este lema la p¨¢gina de Classactionamerica atrae a miles de peque?os accionistas que se sienten perjudicados por la ca¨ªda de la Bolsa y, m¨¢s concretamente, por la falsa informaci¨®n de las empresas.
Primero revent¨® la burbuja de las puntcom y la llamada 'nueva econom¨ªa'; pero detr¨¢s fueron las telecomunicaciones, y lo m¨¢s aut¨¦ntico de la vieja econom¨ªa, como la el¨¦ctrica Enron, aliada a Arthur Andersen. Si hasta los auditores fallaban, el sistema capitalista parec¨ªa venirse abajo. As¨ª lo entendi¨® el presidente de Estados Unidos, que ha promovido una ley para endurecer los delitos financieros. De entrada, para los ejecutivos que firmen contabilidad creativa, 25 a?os de c¨¢rcel.
Porque una cosa es que la Bolsa sea un juego, y otra que sea un timo. Los peque?o accionistas norteamericanos, que, a diferencia de los espa?oles, dejan sus ahorros en la Bolsa y no en piedras, se han quedado sin jubilaci¨®n. El descubrimiento de trampas contables, falsificaciones y malos consejos ha dado pie a una cadena de demandas judiciales. Internet se lo pone m¨¢s f¨¢cil.
La creatividad contable o la ocultaci¨®n de informaci¨®n da pie a que los accionistas perjudicados inunden de querellas a las empresas. Aqu¨ª entra en juego Classactionamerica, que agrupa demandas contra miles de empresas, divididas en 15 sectores desde el sector del autom¨®vil al de los viajes. Sin embargo, la medalla de oro es para el mercado burs¨¢til, con 761 demandas, seguido de las empresas tecnol¨®gicas, con 423, los m¨¦dicos, con 160 y, en cuarto lugar las telecos, con 130.
La web fue creada por el abogado Lewis Kahn en noviembre de 2000, en el comienzo de la ca¨ªda, para centralizar informaci¨®n sobre este tipo de querellas populares.
Desde entonces atrae millones de visitas al mes. Ah¨ª se pueden encontrar pleitos como el de 700.000 americanos contra Bayer, porque tomaban Baycol, una medicina para bajar el colesterol.
En Classaction registran las querellas e investigaciones que lleva cualquier bufete jur¨ªdico. S¨®lo en la ¨²ltima semana, se han puesto en marcha litigios contra AOL, Vivendi, Capital One, SeeBeyond, Worldcom o Flextronics. La mayor¨ªa son por considerar que se ha dado a los accionistas una falsa informaci¨®n.
La aparici¨®n de Internet ha favorecido este tipo de querellas, ya que consigue agrupar a los perjudicados y unir sus peque?as fuerzas hasta hacer posible la contrataci¨®n de un abogado que defienda su causa.
La firma Milberg Weiis, que se dice l¨ªder en este tipo de querellas, anima al consumidor: 'Si t¨² compraste acciones' -de una determinada empresa que cita- 'entre el 23 de abril de 2001 y el 2 de julio de 2002, t¨² puedes querellarte...'. Esta p¨¢gina, nombrada por el Gobierno Designated Internet site, est¨¢ obligada a publicar todos los litigios que se le env¨ªan, a notificarlo a otras webs con el mismo sello y a hacerlo gratis.
En la escuela de leyes de Stanford llevan al d¨ªa la cuenta de los juicios celebrados, con todos sus motivos y las p¨¦rdidas econ¨®micas que suponen. El pasado a?o, A?o Segundo de la Hecatombe Puntocom se celebraron 485 juicios, r¨¦cord hist¨®rico (un 60% m¨¢s que en 2000), la mayor¨ªa relacionados con salidas a Bolsa. En ¨¦ste, con muchas compa?¨ªas enterradas y con apenas salidas a Bolsa, van por 150.
En muchos casos no es posible la demanda contra la empresa porque ya ha desaparecido, pero s¨ª contra firmas financieras, como, por ejemplo, contra Merril Lynch por recomendar comprar acciones de Pets.com, una tienda vitual para perros y otros animales de compa?¨ªa. En algunos casos, el que ha desaparecido es el accionista. Los dramas comienzan a suceder en Silicon Valley, que ha ca¨ªdo en la depresi¨®n an¨ªmica. Como Gene Kan, un joven que a los 23 programaba para Gnutella, que a los 24 cre¨® Infrasearch, que la vendi¨® por 10 millones de euros, y que hace dos semanas, a los 25, se peg¨® un tiro. Kan, dice uno de sus amigos, era un gran optimista sobre el futuro de Internet, y un gran pesimista sobre el futuro del mundo.
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