Hostigamiento, hostigamiento

'Contribuyente' es una palabra que, al aplic¨¢rmela, me produce un profundo desagrado, porque, lejos de significar que con mi dinero contribuyo al buen mantenimiento de nuestra sociedad de derecho, significa que contribuyo con ¨¦l a un mont¨®n de acciones de la cosa p¨²blica que rechazo. Por ejemplo, con mi dinero contribuyo a un cada vez mayor hostigamiento policial contra la sociedad civil y sus libertades. No s¨¦ cu¨¢nto nos cuesta a los contribuyentes la hora de actividad policial de nuestros agentes, pero me imagino que, como a m¨ª, le encantar¨ªa saberlo, entre otros, al mundialmente reconocido bi¨®logo Joan Massagu¨¦, que ya ha amenazado con abandonar sus proyectos en Espa?a si no le llega la contribuci¨®n p¨²blica prometida por el Gobierno. Por la misma raz¨®n, la ministra Birul¨¦s ha abandonado su cartera con toda la comunidad cient¨ªfica en su contra y el di¨¢logo completamente roto, pero, mientras tanto, decenas de polic¨ªas se dedican a detener a personas por el simple hecho de cultivar 101 plantas de marihuana, como el otro d¨ªa en Serracines, y a perseguir, amenazar y requisar sus productos a pac¨ªficos comerciantes, como los de Free Grow del Mercado de Fuencarral, por el simple hecho de encontrar en su puesto unos cactus de un a?o de Lophophora williamsii, m¨¢s conocido como peyote, que, en su ignorancia, cre¨ªan empapado de mescalina, sustancia alucin¨®gena que en dichos cactus tarda al menos 10 a?os en aparecer.

As¨ª que en Espa?a no hay dinero para la ciencia, hay menos camas hospitalarias que en el resto de Europa, se proh¨ªbe la investigaci¨®n con c¨¦lulas madre y, en su defecto, se tortura indeciblemente a miles de animales por medio de la vivisecci¨®n, etc¨¦tera etc¨¦tera etc¨¦tera, pero s¨ª hay dinero para mantener absurdamente ocupados a esos agentes del desorden p¨²blico que se dedican a reprimir a ciudadanos de orden que no cometen mayor delito que intentar vivir de otra manera. 'Hostigamiento, hostigamiento, hostigamiento', as¨ª es como define R¨¢ul Barrio, amable encargado de Free Grow, el sentido de las recientes actuaciones policiales de las que ha sido v¨ªctima, acoso que puede extenderse al resto de las grow-shops madrile?as, tiendas que se dedican a suministrar abonos y otros productos para el cultivo de tan guapas y beneficiosas plantas. Miren ustedes (como dir¨ªan nuestros pol¨ªticos de la cu¨¢druple moral): la marihuana es una cosa muy rica que produce muy positivos efectos, que relaja al nervioso y estimula al laxo, que hace sentir mejor al que la fuma, que deber¨ªa ser prescrita contra el estr¨¦s y el dolor y a favor de la bonhom¨ªa y la imaginaci¨®n, que es consumida por personas (muuuuuuuuchas) de probado civismo, que hasta es considerada menos peligrosa que la cerveza (s¨ª, esa ca?ita fresca que se est¨¢ usted tomando ahora mismo en la playa destruida por sus encocados especuladores) por Cees Goos, director durante 20 a?os del Programa de Alcohol, Drogas y Tabaco de la OMS. Miren ustedes: un porrito de mar¨ªa y acaso otro gallo cantar¨ªa en las escandalosas granjas de explotaci¨®n av¨ªcola, donde millones de pollos sufren el escarnio de su qu¨ªntuple moral. Lo digo con conocimiento de causa, porque suele coincidir que los que fuman marihuana son personas pac¨ªficas, repugnadas ante sus cr¨ªmenes. ?Desde qu¨¦ autoridad moral son juzgadas y perseguidas? ?Por qu¨¦ no mandan ustedes a sus agentes a perseguir el reguero de sangre inocente en que se convierte este pa¨ªs todos los veranos en las fiestas populares de su cruenta legalidad? No me digan que mezclo churras con merinas: torturar animales es legal, y fumarse un porro, no; los cuerpos de seguridad (menudo eufemismo) vigilan la buena marcha del hostigamiento al que son sometidos los animales en tales festejos al tiempo que hostigan ellos mismos a una gente que cultiva 101 plantas.

Se trata de un hostigamiento moral y moralista, porque ustedes saben (y, si no, antes de mandar a nuestros asalariados, deber¨ªan saberlo) que 101 plantas son poco: yo plant¨¦ una vez un montoncito de semillas que me regal¨® un amigo y me crecieron 50 hermosas plantas de cuyo posterior consumo disfrutamos los ¨ªntimos un par de meses. Si hubiera comerciado con ella no me habr¨ªa dado ni para la multa. Y dice la Guardia Civil que ahora investiga 'los cauces de venta de la droga' de los de Serracines. Y yo contribuyendo con mi dinero.