'A nadie le gusta que le controlen'
La oficina del Defensor del Vecino de Vitoria ya ha tramitado unos 75 expedientes. Su responsable, Javier Otaola (Bilbao, 1956), est¨¢ satisfecho con el arranque de la instituci¨®n. Admite que su tarea de control obliga a los funcionarios a un plus de trabajo y recomienda a otras ciudades que implanten esta figura, aunque a veces resulte molesta.
Pregunta. ?Conoce ya la ciudadan¨ªa la existencia de esta figura en Vitoria?
Respuesta. Es mucho decir. Tiene mucho que ver con las apariciones medi¨¢ticas. En cuanto salimos a la prensa el primer d¨ªa, ya hab¨ªa personas consultando en el 010 [el tel¨¦fono de informaci¨®n municipal] a las dos horas. Inicialmente hubo confusi¨®n. Algunos ciudadanos nos planteaban quejas contra sus vecinos, no contra el Ayuntamiento. Eso no es competencia del s¨ªndico, salvo que haya alguna actuaci¨®n municipal por acci¨®n u omisi¨®n.
Jam¨¢s prometemos soluciones, proponemos mejoras de pr¨¢cticas administrativas
Cuando la gente se queja de que los ¨¢rboles est¨¢n en mal estado, es una buena se?al
P. ?Qu¨¦ quejas recibe?
R. Hay algunas curiosas. Hay quien se queja de que los ¨¢rboles no est¨¢n bien tratados. O por ruidos en lugares de ocio en horario nocturno. Tambi¨¦n otros por transformadores el¨¦ctricos pr¨®ximos a viviendas. Otros, sobre la oficina de recaudaci¨®n, sobre multas.
P. ?No echa en falta quejas de mayor calado?
R. Yo no. No son temas de gran vuelo pol¨ªtico, pero tienen mucho que ver con la calidad de vida de la gente. La filosof¨ªa del S¨ªndico est¨¢ muy vinculada a esa vida cotidiana. La Carta de Derechos Humanos en la Ciudad, aprobada en 2000 por 41 ciudades europeas, tiene esa idea, llevar las grandes declaraciones a la vida cotidiana.
P. ?C¨®mo es la coexistencia con el Ararteko?
R. Perfecta. El ciudadano elige ante qu¨¦ instancia quiere plantear su queja. El Ararteko puede intervenir en cualquier asunto municipal, mientras que el S¨ªndico s¨®lo en el ¨¢mbito municipal. Si un ciudadano ha acudido al Ararteko, nosotros no intervenimos. No hay un problema de concurrencia.
P. ?Recomienda esta instituci¨®n a Bilbao o San Sebasti¨¢n?
R. Yo, por supuesto. Pero no s¨¦ si les interesa.
P. ?Se les prometen a los ciudadanos soluciones?
R. Nunca, jam¨¢s. No somos pol¨ªticos. Nuestra acci¨®n es intermedia. Proponemos mejoras de pr¨¢cticas administrativas.
P. ?Ha atendido el Ayuntamiento alguna recomendaci¨®n de las que le ha hecho?
R. S¨ª. Ha colocado un aparcamiento para bicicletas que le propusimos. Tambi¨¦n otras recomendaciones, m¨¢s t¨¦cnicas. Hemos hecho recordatorios de normativas que no se cumplen, como la de las deyecciones de los perros. Todav¨ªa no hay una cultura, y la polic¨ªa local tampoco lo exige, aunque existe una ordenanza.
P. ?Tambi¨¦n han recibido quejas de partidos pol¨ªticos?
R. S¨ª. Uno nos hizo una queja sobre la aplicaci¨®n de beneficios a presos de motivaci¨®n pol¨ªtica. Como no es de competencia municipal, lo remitimos al Defensor del Pueblo.
P. ?Ese grupo era Batasuna?
R. S¨ª.
P. ?Le ha explicado el PNV por qu¨¦ rechaza su existencia?
R. Ya lo ha hecho saber. Considera que es redundante, que el Ararteko ya cubre esa necesidad. Una raz¨®n de econom¨ªa institucional. La propia ararteko [Mertxe Ag¨²ndez] ha hecho una valoraci¨®n positiva de esta figura, y tenemos una relaci¨®n cordial¨ªsima.
P. ?Es m¨¢s dif¨ªcil ser Defensor del Vecino en Vitoria que en Catalu?a?
R. No lo he analizado, pero todo en el Pa¨ªs Vasco es m¨¢s dif¨ªcil en raz¨®n de que toda nuestra vida p¨²blica est¨¢ condicionada por el fen¨®meno del terrorismo, que da un gran dramatismo a nuestros conflictos pol¨ªticos. Vivimos una situaci¨®n dram¨¢tica porque la muerte est¨¢ invitada a nuestra vida pol¨ªtica. Y es un invitado muy molesto, que no deber¨ªa estar.
P. El candidato original a ocupar su cargo era el ex senador socialista Augusto Borderas, y lo rechaz¨®.
R. S¨ª, por razones de seguridad. Pero ¨¦sa es una cruz que llevamos a nuestra espalda todos los que vivimos aqu¨ª.
P. En la acci¨®n directa con la ciudadan¨ªa, ?se percibe una sensaci¨®n de indefensi¨®n ante la Administraci¨®n p¨²blica?
R. La Administraci¨®n est¨¢ sometida a muchos controles. El del S¨ªndico es uno m¨¢s. La Administraci¨®n no tiene tiempo de dar muchas explicaciones porque no tiene clientes, sino administrados. Nosotros muchas veces aportamos esa inversi¨®n en tiempo que la Administraci¨®n no puede dar, explicando al ciudadano las normativas o por qu¨¦ se hacen las cosas.
P. Usted ha trabajado en servicios jur¨ªdicos de la Administraci¨®n, ?no tiene la sensaci¨®n de que a veces defienden m¨¢s a la instituci¨®n que al ciudadano?
R. Es que el inter¨¦s general implica que hay que sacrificar algunos intereses privados. Una regla dice que hay un 70% de respuestas positivas de la Administraci¨®n a las recomendaciones del Defensor del Pueblo.
P. ?Qu¨¦ predisposici¨®n tiene el Ayuntamiento?
R. De momento positiva, aunque para los funcionarios es una promesa de trabajo. Muchas veces les pedimos documentaci¨®n y explicaciones, y a nadie le gusta que le controlen. En este momento, se est¨¢ gestando en el Ayuntamiento de Vitoria la aprobaci¨®n de un c¨®digo deontol¨®gico de los funcionarios que se aplicar¨¢ a todos. Puede serme ¨²til para alguna recomendaci¨®n alegando que el c¨®digo no se ha cumplido bien. Hay que buscar una excelencia en el servicio p¨²blico.
P. ?Qu¨¦ nota dar¨ªa a la del equipo de Alfonso Alonso?
R. El Ayuntamiento de Vitoria tiene una tradici¨®n de calidad en los servicios p¨²blicos. No es un m¨¦rito de este equipo de gobierno ni del anterior. Pese a todo, los vecinos se quejan.
P. El tipo de queja puede demostrar la calidad de vida de un lugar.
R. S¨ª. Cuando la gente se queja de que los ¨¢rboles est¨¢n en mal estado, es una buena se?al.
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