'VOLVER HA SIDO UNA GOZADA'
Fr¨¢gil de apariencia, risue?a, introvertida. Ah¨ª est¨¢ esta librera donostiarra entre los libros de Lagun, su librer¨ªa, una resistente doble, como librera y como ciudadana. El terrorismo sistem¨¢tico contra sus estanter¨ªas, y contra su familia, hizo que Lagun cerrara durante meses; el apoyo de numerosos amigos de toda Espa?a le permiti¨® reabrir, en otra zona de San Sebasti¨¢n, la misma Lagun de siempre, m¨¢s clara, con otra esperanza, la de permanecer. Ah¨ª est¨¢n, orgullosas, ella y su librer¨ªa.
Pregunta. ?Ha sido muy dif¨ªcil volver?
Respuesta. Pues no, la verdad es que para m¨ª ha sido una gozada y un peque?o triunfo. Ahora no estamos all¨¢, que era un sitio muy bonito en la Parte Vieja, que la quiero mucho, pero estamos en otro sitio, con una librer¨ªa m¨¢s grande, as¨ª que caben m¨¢s libros. Estamos muy contentos, me siento muy satisfecha.
'Atacan y queman los libros, que es una cosa que todo el mundo respeta. Los ¨²nicos que lo han hecho antes han sido los nazis'
'Yo estuve tres veces detenida y mi marido pas¨® un a?o en la c¨¢rcel. Es triste pensar en haber estado as¨ª con Franco y despu¨¦s esto'
P. Dec¨ªa Victoriano Cr¨¦mer en un verso: 'Dios, qu¨¦ vida, da rabia beber sin alegr¨ªa'. ?Da rabia leer sin alegr¨ªa?
R. S¨ª. Por ejemplo, en el a?o 63, el a?o que pas¨® mi marido en la c¨¢rcel de Carabanchel, no pude leer nada, no me concentraba, no pod¨ªa. Y ahora, al principio, tambi¨¦n me costaba concentrarme, cog¨ªa libros m¨¢s f¨¢ciles; pero, en fin, ya he vuelto a leer otra vez. Cuando est¨¢s muy mal, no puedes concentrarte, llevas un rato delante de la p¨¢gina y no sabes qu¨¦ pasa.
P. ?Qu¨¦ han supuesto para usted, humanamente, todos estos traumas?
R. No s¨¦ decirle. Me habr¨¢n marcado algo, pero se pasan y se olvidan. Las cosas malas hay que olvidarlas. Es como aqu¨ª, que llueve mucho, pero cuando hay un d¨ªa de sol te olvidas de que ha estado lloviendo 10 d¨ªas; pues lo mismo, est¨¢s otra vez en tu librer¨ªa y va todo normal y te olvidas de las faenas que te han podido hacer en otro momento.
P. Su librer¨ªa no tiene escaparate cuando est¨¢ cerrada. Lo cubre una verja de hierro.
R. No tiene, y nos da much¨ªsima pena. F¨ªjese, en tiempos de Franco no pusimos verjas ni nada y la gente que ven¨ªa por las noches de pinchos pod¨ªa ver los libros que ten¨ªamos. Pero despu¨¦s, sobre todo tras unos ataques reiterad¨ªsimos de unas Navidades de hace cuatro a?os, pusimos persianas muy fuertes para que no nos hicieran m¨¢s faenas de ¨¦sas. Ahora aqu¨ª tambi¨¦n las hemos puesto, por si acaso. A veces las abrimos y las dejamos un rato. S¨ª que es una pena, porque es muy bonito ver el escaparate de una librer¨ªa, pero es algo a lo que nos hemos resignado.
P. ?Es un s¨ªmbolo de lo que pasa?
R. Pues s¨ª, es un s¨ªmbolo.
P. ?Cree que alg¨²n d¨ªa cercano se podr¨¢n abrir esas puertas?
R. No lo s¨¦. Quiero creer que s¨ª las ver¨¦.
P. ?Qu¨¦ libros la han marcado, han hecho su vida como lectora y como librera?
R. Son los libros que suelo recomendar porque me han parecido fant¨¢sticos. Por ejemplo, Ana Karenina, Madame Bovary, las obras de E?a de Queiroz, la novela del XIX inglesa, los rusos me gustan mucho, Chejov, las novelas de Tolst¨®i, Dostoievski. En general, me gusta m¨¢s recomendar cl¨¢sicos. La gente suele pedirme algo m¨¢s actual, y creo que sigo bien la novela espa?ola. Me gusta mucho Javier Mar¨ªas, leo todo lo que publica. Pero es que los cl¨¢sicos son una gozada, coger una novela grande, c¨®moda y hermosa para unas vacaciones.
P. ?Qu¨¦ es leer: un ejercicio, un h¨¢bito, un placer?
R. Es un h¨¢bito y tambi¨¦n es un placer. Yo no s¨¦ leer cuando est¨¢n todos en casa, los hijos, los nietos, necesito concentraci¨®n. Cuando dorm¨ªa mal me gustaba despertarme a las tres de la madrugada y estar leyendo hasta las seis, con todo el silencio. Desde ni?a me ha gustado mucho leer por la noche. Ten¨ªa que hacerlo medio a escondidas, porque mi padre se levantaba muchas veces y, si me pillaba, me echaba la bronca y me quitaba el libro, dec¨ªa que ten¨ªa que dormir, y es normal, porque una ni?a tiene que dormir, pero a m¨ª cuando m¨¢s me gustaba leer era en el silencio de la noche.
P. Tiene algunos lectores ilustres que declaran que Lagun es su librer¨ªa, como Fernando Savater.
R. S¨ª, Savater viene mucho por la librer¨ªa.
P. Lagun ha renacido con la ayuda de muchos amigos. ?Qu¨¦ sensaci¨®n le produjo la evidencia de esa ayuda y el momento mismo de la reinauguraci¨®n de la librer¨ªa?
R. Casualmente, el momento fue el 6 de agosto, que es el cumplea?os de Ram¨®n, y siempre lo celebramos mucho. Y el orgullo, bueno, no es orgullo, es la sensaci¨®n de solidaridad, de tener tantos amigos buen¨ªsimos, fue una impresi¨®n fant¨¢stica, estupenda.
P. ?Le dieron ganas de abandonar en alg¨²n momento?
R. Pues no. Bueno, hubo un momento en que s¨ª, hasta sali¨® en los peri¨®dicos y los amigos me dec¨ªan que c¨®mo hab¨ªa dicho eso. Hab¨ªan echado un petardo dentro de la librer¨ªa y pens¨¦ que se pod¨ªa quemar la casa, porque las casas de la Parte Vieja son todas de madera, y que pod¨ªan morir los vecinos. Tuve un poco de miedo. A uno de HB que conozco le vi por la calle y se lo solt¨¦, que se pod¨ªa quemar todo y morir gente. Lo ves como un incidente m¨¢s, pero es que aquella Navidad fue muy fuerte, cada noche nos hac¨ªan algo: nos romp¨ªan los cristales, las puertas, tuvimos que protegernos con unas estructuras de madera, la librer¨ªa estaba destrozada, protegida por ertzainas.
P. ?Fue antes del atentado de Ram¨®n?
R. S¨ª, antes del atentado.
P. Ustedes, que participaron en la lucha antifranquista, se han encontrado esto en democracia.
R. S¨ª, lo mismo. Yo estuve tres veces detenida, aunque poco tiempo, pero mi marido estuvo un a?o en la c¨¢rcel. Es un poco triste pensar en haber estado as¨ª con Franco y despu¨¦s esto. Recuerdo una vez, en tiempos del franquismo, que nos tiraron una piedra enorme en el escaparate. Estaba todo el cristal roto, la piedra y varios libros de la Gaya Ciencia, de Rosa Reg¨¢s. Puse alrededor de la piedra varios ejemplares de Qu¨¦ es el b¨²nker, de Antonio ?lvarez Sol¨ªs, y me gust¨® mucho c¨®mo qued¨®.
P. O sea, que los fascistas persegu¨ªan su librer¨ªa porque usted y los libros defend¨ªan la libertad, y luego han venido otros con los mismos m¨¦todos.
R. Pues s¨ª. Uno de HB me dec¨ªa: 'No es por los libros, no es por los libros, porque si tuvierais una tienda de zapatos la atacar¨ªamos igual'. Pero yo le contestaba que da la coincidencia de que atacan y queman los libros, que es una cosa que todo el mundo respeta mucho, y que los ¨²nicos que lo han hecho han sido los nazis. Quer¨ªa decirme que era por nuestra ideolog¨ªa, porque a ¨¦l mismo deb¨ªa de sonarle mal.
P. ?Qu¨¦ sensaci¨®n le produce todo eso?
R. Pues de cosa pasada.
P. ?Aunque est¨¦ ocurriendo?
R. Aunque est¨¦ ocurriendo ahora. De cosa pasada.
P. Hay que tener mucho temple para aguantar esa presi¨®n.
R. Quiz¨¢ s¨ª, pero, bah, no me doy mucho m¨¦rito.
'TOVARICH'
Lagun es un nombre que Koldo Michelena busc¨® para esta librer¨ªa que bajo el franquismo super¨® la garra del fascismo y que ahora se recupera del zarpazo del terrorismo de los etarras y sus correligionarios. Tan grave ha sido este ¨²ltimo acoso que estuvo a punto de costarle la vida (en septiembre de 2000) al marido de Mar¨ªa Teresa Castells, Jos¨¦ Ram¨®n Recalde, un socialista que fue encarcelado por Franco, que en la democracia hizo todo lo que pudo por normalizar la ense?anza del euskera y que fue, en gobiernos del PNV, sucesivamente, consejero de Eduaci¨®n y de Justicia. Lagun significa amigo, compa?ero, y esa amistad que desata la hizo resurgir, como un proyecto nuevo, de la barbarie que la intent¨® silenciar. Hay un s¨ªmbolo de esa barbarie: cuando uno llega y a¨²n la librer¨ªa no ha abierto, sus escaparates est¨¢n tapiados con una enorme puerta de hierro. Cuando abren ya est¨¢n all¨ª, entre libros, Mar¨ªa Teresa Castells y el gerente de Lagun, Ignacio Latierro, que contribuy¨® a abrirla en 1969. Su supervivencia es una consecuencia de ese apoyo y de la heroicidad de esta mujer menuda que persiste en su idea de seguir: '?Por qu¨¦ no me he ido? Me tira mucho San Sebasti¨¢n, es mi tierra, aqu¨ª est¨¢ mi madre, aqu¨ª est¨¢ mi hija, aqu¨ª est¨¢ mi librer¨ªa'. Lagun, seg¨²n el sabio Michelena, significa amigo, en el sentido ruso de tovarich, camarada. 'Nos tomaban el pelo, porque Lagun es un nombre muy de perro, y mi marido dec¨ªa que qu¨¦ culpa ten¨ªamos de que al perro le hubieran puesto nombre de librer¨ªa'.
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