Uno de cada tres menores atendidos por los psiquiatras del hospital Cl¨ªnico es inmigrante

Los ni?os inmigrantes viven lejos de su pa¨ªs, de buena parte de su familia y de sus amigos. Aprenden normas y costumbres nuevas, y deben hacerlo, si no proceden de Suram¨¦rica, en un nuevo idioma. Tantos cambios y ausencias pueden acabar por provocarles angustia, depresi¨®n, trastornos de conducta o enfermedades psicosom¨¢ticas, seg¨²n han comprobado los psiquiatras del hospital Cl¨ªnico. El a?o pasado, 200 de los 585 nuevos pacientes de la unidad de psiquiatr¨ªa infantil eran menores inmigrantes. Hace cuatro a?os esa cifra era s¨®lo de 10, y hace dos, de 50.

Antonio Escudero, presidente de la Asociaci¨®n Madrile?a de Salud Mental, cree que este aumento se debe a que 'la integraci¨®n del ni?o es m¨¢s intensa que la del adulto: va a la escuela, asume valores y conductas nuevas, pero su capacidad para entender el cambio es menor. Los adultos han emigrado con objetivos muy claros: mandar dinero a casa, prosperar... Asumen el coste de alcanzarlos, aunque lo pasen mal'.

Otra raz¨®n que explicar¨ªa los trastornos psicol¨®gicos de los menores, seg¨²n Escudero, est¨¢ en el proceso de crecimiento en el que se encuentran, 'lo que les hace m¨¢s vulnerables a los cambios en su entorno'.

Los psiquiatras del Cl¨ªnico han observado que los trastornos de los menores dependen en parte del pa¨ªs del que proceden. As¨ª, los ni?os de pa¨ªses del Caribe presentan 'm¨¢s trastornos depresivos y psicosom¨¢ticos'. 'Son pa¨ªses en los que la madre pasa unos a?os en Espa?a antes de reunirse con sus hijos', explica Ignacio Avellanosa, jefe de la unidad de psiquiatr¨ªa infantil.

Varios pacientes del Cl¨ªnico 'vivieron esta ausencia de forma ambivalente: por un lado sab¨ªan que era para ayudar a la familia, pero tambi¨¦n se sienten un poco abandonados', seg¨²n Avellanosa. 'Una t¨ªa o la abuela suplieron el papel de la madre; sin embargo, al reunirse de nuevo con ella, hacen el mismo proceso, pero al rev¨¦s', contin¨²a Avellanosa. 'Al final, el menor sufre carencias afectivas que manifiesta rechazando su vida en Madrid', afirma.

En la poblaci¨®n de los pa¨ªses andinos como Ecuador o Per¨², 'los trastornos se deben m¨¢s a las condiciones en las que viven, con tres o cuatro familias en un piso', asegura el psiquiatra. 'La falta de espacio propio en el hogar o las largas jornadas de trabajo de sus padres afectan a la imagen que los ni?os tienen de s¨ª mismos y el lugar que ocupan en su entorno', dice Avellanosa.

La diferencia de idioma y de religi¨®n supone un mayor obst¨¢culo para los menores marroqu¨ªes. 'En este grupo destacan los menores que abandonaron su pa¨ªs solos. Son chavales de 12 a 17 a?os que dejaron a su familia porque ya all¨ª eran los 'hermanos dif¨ªciles'. 'Han roto con su entorno, con los valores y referencias, y ahora les resulta muy dif¨ªcil aceptar unos nuevos. Estos chavales sufren m¨¢s trastornos de conducta ligados a la delincuencia y al consumo de drogas'.

Avellanosa destaca la ausencia de pacientes orientales, 'como si este colectivo fuera m¨¢s reticente a venir al hospital por los trastornos ps¨ªquicos o tuviera otros mecanismos para hacerles frente'. Tampoco son asiduos a las consultas los menores de Europa del Este o del ?frica subasahariana. El psiquiatra cree que esto puede deberse a que hay menos habitantes de estos pa¨ªses entre la poblaci¨®n que atiende el Cl¨ªnico.