El Estado deber¨¢ pagar por el crimen de un preso en libertad condicional

El Tribunal Superior de Justicia ha declarado al Estado responsable civil subsidiario de la muerte de Mar Herrero, por lo que deber¨¢ indemnizar con 180.303 euros a los padres de la v¨ªctima, asesinada por su ex novio, Luis Patricio de Andr¨¦s, en octubre de 1999 en Madrid. 'El sistema se demostr¨® insuficiente para evitar el da?o' causado a la v¨ªctima y a la familia, seg¨²n el fallo.

La sentencia estima en parte el recurso interpuesto por la acusaci¨®n particular e ¨ªntegramente el formulado por la popular, que ejerce el Ayuntamiento de Alcobendas, contra la dictada el pasado marzo por la Audiencia de Madrid, que conden¨® a De Andr¨¦s a 24 a?os de prisi¨®n.

Mar¨ªa Isabel Sanz, alcaldesa en funciones de Alcobendas y concejal de la Mujer, se mostr¨® ayer 'satisfecha' por el fallo al entender que si el acusado es insolvente, 'debe ser el Estado el responsable civil subsidiario, dado que ha habido una serie de mecanismos que no han funcionado bien en el caso'. La edil recuerda que el penado estaba en libertad condicional -hab¨ªa sido condenado por asesinato frustrado de una novia anterior- pese a las reiteradas denuncias que Mar¨ªa del Mar hab¨ªa interpuesto contra ¨¦l por insultos, acoso y amenazas de muerte.

La sala, formada por los magistrados Javier Mar¨ªa Casas Est¨¦vez, Jos¨¦ Manuel Su¨¢rez Robledano y Antonio Pedreira Andrade, ha confirmado ahora la condena impuesta por la secci¨®n 16? y desestima el recurso interpuesto contra ella por el reo. El magistrado Ramiro Ventura Faci, tras el veredicto de culpabilidad de un jurado popular, dict¨® sentencia el pasado 7 de marzo en la que estimaba probado que De Andr¨¦s mat¨® a Mar¨ªa del Mar Herrero cuando estaba en libertad condicional tras el asesinato frustrado de su anterior compa?era sentimental.

El fallo de la Audiencia Provincial tambi¨¦n estableci¨® que el condenado deb¨ªa indemnizar a los padres de la fallecida, Jos¨¦ Miguel Herrero Santos y Mar¨ªa Luisa Pacheco, con 180.303 euros, a la vez que rechazaba declarar al Estado responsable civil de esta muerte.

La sentencia del Tribunal Superior recuerda que el condenado se benefici¨® de los fines de reinserci¨®n social constitucionalmente establecidos mediante la concesi¨®n judicial de la libertad condicional. 'Ante los acontecimientos que precedieron a la comisi¨®n de los delitos objeto de enjuiciamiento, se adoptaron las medidas oportunas legalmente previstas, normales en tales casos sin que se revocara la libertad condicional ante la falta de firmeza de la condena por amenazas dictada respecto al acusado', agrega.

Relaci¨®n de causalidad

Tambi¨¦n se?ala que el 'funcionamiento normal, en el sentido de plena aplicaci¨®n de la legalidad penal y penitenciaria vigente, se revel¨® claramente insuficiente ante los cr¨ªmenes ejecutados por el acusado, existiendo adecuada relaci¨®n de causalidad entre las decisiones judiciales de car¨¢cter penitenciario (su pendencia hasta la firmeza de la condena por amenazas [que ten¨ªa] recurrida) y la subsiguiente comisi¨®n dolosa de los graves delitos enjuiciados' [el asesinato de Mar¨ªa del Mar].

'La objetividad de la responsabilidad civil subsidiaria reclamada se revela as¨ª como l¨®gica consecuencia de la inobservancia de las reglas de conducta impuestas a quien obtuvo en corto per¨ªodo de tiempo el beneficio de la libertad condicional, infringiendo las normas de comportamiento' de ese r¨¦gimen penitenciario controlado por la Administraci¨®n, argumenta el tribunal.

Los magistrados reconocen que 'el da?o reclamado [la indemnizaci¨®n] deriv¨® del funcionamiento normal del sistema penal y penitenciario legalmente establecido, y no de infracci¨®n alguna imputable al mismo'. Sin embargo, inmediatamente despu¨¦s a?aden: 'Si el sistema se demostr¨® insuficiente para evitar el da?o, a¨²n aplic¨¢ndose sin anormalidad alguna, [el Estado] ha de satisfacer econ¨®micamente a los perjudicados por la p¨¦rdida de una vida humana a consecuencia de dicho funcionamiento'.

Luis Patricio de Andr¨¦s mantuvo una relaci¨®n sentimental con Mar¨ªa del Mar hasta 1999, cuando la joven decidi¨® darla por terminada. Cit¨® a la joven a las seis de la madrugada del 13 de octubre de 1999 en la plaza de Castilla con la excusa de darle un trabajo de maquilladora, y despu¨¦s le asest¨® ocho pu?aladas abandonando su cad¨¢ver dentro de una furgoneta en San Blas. Despu¨¦s se dirigi¨® al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria, donde confes¨® el crimen, aunque en el juicio neg¨® ser el autor.