Bronce agridulce tras 50 kil¨®metros
Muy lejos de Korzeniowski y descalificado Odriozola, Garc¨ªa Bragado apenas valora su medalla
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Robert Korzeniowski, el m¨ªstico, habla del marchador como de un robot. Una m¨¢quina ajena a lo que no sea su propio funcionamiento regular y perfecto. Peculiar, en todo caso; con coraz¨®n y nervios, con dolor y sangre. Con alma. El polaco, el robot perfecto de la marcha moderna, se funde con el paisaje, el suelo y el aire. Se desliza r¨¢pido y t¨¦cnico, aparentemente sin pensar en lo que no sea la eficiencia de la zancada, el pie r¨ªgido hacia atr¨¢s, el pie r¨ªgido hacia delante, los brazos tirando y la cadera alcanzando al pie. No piensa, pero siente, huele, suda. Es la marcha hecha poes¨ªa. 'Lo suyo es m¨¢s psicol¨®gico que f¨ªsico', se admira Josep Mar¨ªn, el t¨¦cnico de los espa?oles, que no entiende c¨®mo alguien que lo ha ganado todo -dos oros ol¨ªmpicos, dos mundiales y uno europeo-, sigue machac¨¢ndose a sus 34 a?os.
'Mi compa?ero merec¨ªa el podio m¨¢s que yo. Pero, cuando te arriesgas, esto es una loter¨ªa'
Korzeniowski se march¨®, se not¨® en un d¨ªa m¨¢gico, se sinti¨® a gusto con el cielo nublado, los 17 grados de temperatura y las sensaciones que le transmit¨ªan sus piernas, sus pies infatigablemente rozando el suelo a un ritmo constante de 4m 19s minutos el kil¨®metro. Una burrada. Una exageraci¨®n que le condujo al r¨¦cord del mundo (3h 36m 39s). Y a sus rivales, a la desesperaci¨®n.
Entre sus adversarios hab¨ªa dos espa?oles. Uno, Jes¨²s ?ngel Garc¨ªa Bragado, lleg¨® el tercero diciendo que su medalla de bronce no val¨ªa apenas nada -'un bronce de los que no gustan, una aparici¨®n de la Virgen'-, echando chispas contra los jueces en general y Korzeniowski en particular. 'Marcha con inmunidad diplom¨¢tica', acus¨®; 'los jueces le permiten cosas que a los dem¨¢s no. M¨¢s que marchar, salta'.
El otro, Mikel Odriozola, no lleg¨®. Apareci¨® luego, llorando, inconsolable; una aparici¨®n que no entraba en sus c¨¢lculos apenas un cuarto de hora antes, cuando marchaba, sufriendo pero marchando, el tercero y apenas quedaba kil¨®metro y medio para el final, saboreando por anticipado el bronce que le correspond¨ªa por fin, el premio a 12 a?os de trabajo, a un a?o de preparaci¨®n. Iba as¨ª, al l¨ªmite, cuando un juez le ense?¨® la tercera amonestaci¨®n. Hab¨ªa doblado la rodilla, le dijeron. Hab¨ªa saltado. Era el tercer aviso. La marcha, lo dicen todos, sobre todo sus practicantes, es cruel. 'Se te queda la cara de tonto cuando te echan en los dos ¨²ltimos kil¨®metros', coment¨® el donostiarra, de 29 a?os; 'no s¨¦ si ha sido justa o injusta la descalificaci¨®n. Quiz¨¢s tenga que decir que soy el bronce de los 48 kil¨®metros'. Y sonri¨® un poco.
Garc¨ªa Bragado abraz¨® a Odriozola, intent¨® consolarle y sigui¨® hablando. 'No puedo estar contento', dijo el madrile?o, que ya tiene una buena colecci¨®n de medallas: un oro y dos platas en tres mundiales, adem¨¢s del bronce de ayer; 'lo habr¨ªa aceptado mejor si el descalificado no hubiera sido Odriozola. ?l la merec¨ªa m¨¢s. Pero se arriesg¨® m¨¢s que yo y, cuando te arriesgas, la marcha es una loter¨ªa'. Garc¨ªa Bragado, el hombre regular, se plante¨® una prueba medida, a 4m 30s el kil¨®metro, y, si ca¨ªa medalla, que cayera.
'Odriozola hizo otra carrera', explic¨®, fr¨ªo analista, desapasionado en medio de tanta emoci¨®n, Mar¨ªn; 'empez¨® muy flojo, pensando que no habr¨ªa posibilidad de medalla, y luego decidi¨® que s¨ª. Se lanz¨® entonces a un ritmo de 4m 20s el kil¨®metro que no pudo aguantar. Yo le dije a su psic¨®logo, que ve¨ªa la prueba conmigo: 'Esto lo paga'. Cuando pinch¨® el ruso que iba delante, ya se ve¨ªa bronce. Pero, al final, iba al l¨ªmite. Se ha arriesgado, ha flaqueado y ha doblado la rodilla. Y, aunque no le hubieran descalificado, no habr¨ªa sido tercero porque Bragado le recortaba 30 segundos por kil¨®metro. El final ha sido l¨®gico porque todo tiene su raz¨®n, aunque el golpe haya sido duro'.

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