Maruri y su p¨¢rroco
La ventaja que tiene uno de haber estado en muchos centros docentes -los inconvenientes son mayores a¨²n- es la de haber conocido a los personajes m¨¢s variopintos. En uno de estos centros conoc¨ª a Jaime Larrinaga. Su simpat¨ªa, desenfado y cierta afici¨®n por los encuentros en torno a una mesa hizo que nos conoci¨¦ramos e intim¨¢ramos un poco a fondo.
Estuvo en mi boda, con otro gran amigo, el difunto Jes¨²s Ellacur¨ªa, y algunos amigos de aquel entonces.
Sin conocer para nada el problema -no es lo m¨ªo- creo que se han desorbitado las cosas. Jaime no es un hombre 'de escolta' (no me le imagino con ella) y los de Maruri, unos 'majetones'. Recuerdo a dos alumnos de Maruri que eran perfectos, o casi. Aunque te lo propusieras no le pod¨ªas bajar de sobresaliente. Rondar¨¢n ahora los cuarenta, eran unos fen¨®menos y Maruri es precioso.
Que pase la tempestad y que todos, respet¨¢ndonos mutuamente, construyamos esta Euskadi que tanto nos est¨¢ costando.
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