Un seductor elegante y pr¨¢ctico

Seducci¨®n est¨¦tica y sentido pr¨¢ctico. El Audi A4 Cabrio combina el atractivo de los coches descubiertos y el espacio interior de una berlina familiar. No exige grandes renuncias, salvo pagar un precio m¨¢s alto de lo deseable, pero permite disfrutar las virtudes de un descapotable moderno y puede cumplir como coche ¨²nico.

Elegante y aerodin¨¢mico

Este coche sustituye al Audi Cabrio que se lanz¨® en 1991 y ha logrado unas ventas de 72.000 unidades. Pero tiene planes m¨¢s ambiciosos: se van a fabricar m¨¢s de 10.000 al a?o para conquistar a solteros, parejas sin hijos y competir como segundo coche familiar.

Audi no se ha limitado a destapar el A4 para hacer un descapotable. El Cabrio ha exigido un profundo trabajo para mejorar la rigidez del chasis y la aerodin¨¢mica: la carrocer¨ªa es dos cent¨ªmetros m¨¢s baja que la de la berlina, lleva los bajos carenados y se han optimizado las tomas de aire para reducir la resistencia. El resultado es sobresaliente para un descapotable (CX: 0,31) y se nota tanto cuando se viaja descubierto como cerrado: la sonoridad interior es correcta y apenas hay turbulencias al circular descapotado. Adem¨¢s tiene un deflector de aire opcional (365 euros) que elimina las corrientes en la zona posterior, aunque anula las plazas de atr¨¢s.

El Cabrio mantiene el estilo de la berlina con un dise?o m¨¢s esbelto y elegante. El frontal es casi igual, pero la capota y la ausencia de las puertas traseras aportan una imagen m¨¢s seductora. Y cuando se descubre parece casi un biplaza, aunque cerrado tiene tambi¨¦n una l¨ªnea atractiva. La zaga, musculosa y deportiva, conserva la imagen robusta de los Audi.

Un descapotable seguro y funcional

El A4 Cabrio no sigue las ¨²ltimas tendencias de los descapotables y renuncia al techo duro practicable en favor de la cl¨¢sica capota el¨¦ctrica de lona. Tiene sus ventajas porque ocupa menos espacio en el maletero cuando se viaja descubierto. Pero aunque est¨¢ muy bien elaborada, tanto por calidad como por ajustes y resistencia -lleva tres capas-, a¨ªsla siempre menos que un techo met¨¢lico. El sistema de apertura est¨¢ automatizado y la luneta trasera es de cristal y no de pl¨¢stico, como las de otros rivales. Adem¨¢s incluye unos sensores que, en caso de vuelco, despliegan unos arcos situados detr¨¢s de los asientos traseros y, combinados con la rigidez del parabrisas delantero, crean un ¨¢rea de seguridad para proteger a los pasajeros.

El dise?o interior est¨¢ muy cuidado, con materiales de calidad y buenos acabados. Y es pr¨¢ctico porque ofrece cuatro plazas de verdad y un maletero m¨¢s grande de lo habitual en los cabrio (315 litros). Las butacas delanteras son c¨®modas y sujetan bien en las curvas, y atr¨¢s hay suficiente espacio para dos adultos. Estas virtudes y los huecos disponibles -cajones debajo de los asientos de delante, guantera, bolsas en las puertas, posavasos retr¨¢ctil en la consola- potencian su funcionalidad. Adem¨¢s est¨¢ bien insonorizado y las suspensiones filtran bien, aunque son algo secas en pisos malos. Pero permite viajar con confort, tanto a cielo abierto como cerrado.

Dos motores de gasolina

El A4 Cabrio est¨¢ disponible s¨®lo con dos motores V6 de gasolina: 2.4 de 170 CV (37.400 euros) y 3.0 de 220 CV (42.550). Cuestan unos 6.000 euros m¨¢s que la berlina cuatro puertas y se ofrecen con cambio manual de cinco marchas o Multitronic (autom¨¢tico secuencial) de seis. Y los dos incluyen un buen equipo de serie: cuatro airbags, ABS, ESP, climatizador, capota el¨¦ctrica, CD, ordenador... La gama se completar¨¢ en 2003 con un 2.5 V6 TDi (155 CV) y las versiones Quattro (4¡Á4).

Conclusi¨®n

El A4 Cabrio es un descapotable elegante y pr¨¢ctico. Tiene una l¨ªnea con clase y puede alojar c¨®modamente a cuatro adultos. Incluye un buen equipo de serie, motores modernos y una calidad de conjunto notable. Pero, como todos los cabrios, es un capricho y exige pagar un sobreprecio importante.