Fecundaci¨®n en soledad
Para ser madre, una mujer ya no necesita tener pareja, ni siquiera mantener relaciones sexuales. Los tratamientos de reproducci¨®n asistida ya no satisfacen s¨®lo a las parejas con problemas de fertilidad o con riesgo de transmitir una enfermedad gen¨¦tica a su descendencia. Desde hace algunos a?os, cada vez son m¨¢s las mujeres solas que recurren a estas t¨¦cnicas para gozar de la maternidad sin que la ausencia de pareja les suponga un obst¨¢culo. En el Instituto Universitario Dexeus, de Barcelona, centro privado de referencia en t¨¦cnicas de reproducci¨®n asistida, las mujeres solas que desean ser madres representan ya un tercio del total de pacientes sometidas a una inseminaci¨®n artificial.
La media de edad es de 37,6 a?os. No quieren perderse la experiencia de ser madres y, tras pens¨¢rselo mucho, dan el paso, aunque sea pagando un centro privado
En la Dexeus, la cifra de mujeres sin pareja que desean ser madres y recurren a la inseminaci¨®n artificial ha pasado en los ¨²ltimos seis a?os de 8 a 34; es decir, se ha cuadruplicado
Este fen¨®meno tiene mucho que ver con la progresiva aparici¨®n de nuevas f¨®rmulas de convivencia, que van ganando terreno al modelo de familia tradicional. 'Ser madre soltera ya no es algo espantoso que la sociedad criminaliza, como ocurr¨ªa a?os atr¨¢s', afirma la doctora Anna Veiga, responsable del laboratorio de fecundaci¨®n in vitro de USP Instituto Universitario Dexeus.
Centros privados
Las nuevas clientas de los centros de reproducci¨®n asistida son mujeres de una media de 37,6 a?os que no quieren perderse la experiencia de ser madres y que, despu¨¦s de haberlo meditado mucho, se arman de valor y dan el paso, aunque sea pagando un precio nada desde?able en un centro privado de reproducci¨®n asistida. La mayor¨ªa de ellas han tenido parejas anteriormente y no quieren que su reloj biol¨®gico se pare mientras esperan encontrar a su media naranja.
La ley espa?ola no exige que una mujer tenga pareja estable para recurrir a la reproducci¨®n asistida. Las demandas de las mujeres solas deben ser atendidas sin discriminaci¨®n, tanto en los centros sanitarios p¨²blicos como los privados. Pero este tipo de pacientes no suelen llamar a las puertas de la sanidad p¨²blica: cuando estas mujeres se deciden a ser madres, ya se acercan a los 40 a?os -en algunos casos superan esa edad- y no pueden permitirse ponerse a la cola de unas listas de espera de al menos dos a?os para someterse a un tratamiento de reproducci¨®n asistida, cuyas posibilidades de ¨¦xito se reducen dr¨¢sticamente con la edad. La medicina privada es, pues, la ¨²nica opci¨®n para estas mujeres. Por esta raz¨®n los hospitales p¨²blicos han detectado un menor incremento que los privados de este tipo de demanda.
En el servicio de Medicina de la Reproducci¨®n del Instituto Universitario Dexeus, de Barcelona, el n¨²mero de mujeres solas que recibieron inseminaci¨®n en 1995 representaba s¨®lo el 5% del total. En 2001, el porcentaje ya alcanzaba el 33% y en los primeros meses de 2002 se ha observado una tendencia al alza. En n¨²meros absolutos, la cifra de mujeres sin pareja que desean ser madres y recurre a la inseminaci¨®n artificial ha pasado en los ¨²ltimos seis a?os de 8 a 34, es decir, se ha cuadruplicado, seg¨²n resalta la doctora Rosa Tur, ginec¨®loga adjunta del servicio de medicina de la reproducci¨®n del Instituto Dexeus.
Listas de espera
En el centro m¨¦dico Teknon, entre 10 y 15 mujeres solas demandan cada mes someterse a una t¨¦cnica de reproducci¨®n asistida en busca de un embarazo. 'Desde hace a?os atendemos a mujeres solas, pero en la ¨²ltima d¨¦cada el incremento ha sido espectacular', afirma el director de la unidad de reproducci¨®n asistida de este centro, Javier Nadal. Tur y Nadal coinciden en que un porcentaje m¨ªnimo de estas pacientes son mujeres lesbianas con pareja femenina, una forma de convivencia que tiene vetada la adopci¨®n de hijos en la legislaci¨®n espa?ola.
Las cifras facilitadas por estos centros privados contrastan con los de hospitales p¨²blicos, como el materno-infantil de Vall d'Hebron, de Barcelona, donde en tres a?os se han registrado poco m¨¢s de una decena de demandas de mujeres solas para someterse a tratamientos de reproducci¨®n asistida. El doctor Francesc Pla, coordinador m¨¦dico y responsable de los servicios de ginecolog¨ªa y obstetricia de Vall d'Hebron, se?ala que al margen de las listas de espera, el centro tiene el inconveniente de que no dispone de banco de semen, por lo que se suele derivar a estas pacientes al hospital de Sant Pau, que es concertado.
La inseminaci¨®n artificial con semen procedente de donante an¨®nimo es la t¨¦cnica recomendada cuando la mujer no supera los 40 a?os. A partir de esa edad, explica la doctora Rosa Tur, se aconseja la fecundaci¨®n in vitro, con la que se logran tasas de embarazo m¨¢s elevadas. A los 45 a?os o m¨¢s, los ginec¨®logos recomiendan el uso de ¨®vulos donados, aunque entonces aparece 'el problema de falta de donantes, que genera listas de espera cada vez m¨¢s largas', explica el doctor Javier Nadal. 'Nos encontramos con un grupo cada vez m¨¢s amplio de pacientes que tienen grandes dificultades para lograr un embarazo a causa de la edad', reconoce Nadal.
Contar la verdad
SON REALISTAS ante las dificultades que les puede acarrear el hecho de ser madres solteras, pero afrontan el reto con extraordinaria valent¨ªa. 'A menudo la familia les apoya en su aventura e incluso alguna ha hablado de un amigo homosexual que suplir¨¢ en parte la ausencia de la figura del padre', explica Diana Guerra, doctora en psicolog¨ªa que entrevista y ofrece apoyo a las mujeres solas que acuden al Instituto Dexeus en busca de un embarazo. Tienen recursos econ¨®micos para criar a un hijo, pero no les sobra el dinero. 'Abundan las profesoras y enfermeras entre las mujeres que toman esta decisi¨®n, quiz¨¢s porque se trata de profesiones muy vinculadas al cuidado de los dem¨¢s', apunta Guerra, que es presidenta de la asociaci¨®n Genera, una entidad de asesoramiento y ayuda a la fertilidad. Guerra no ha detectado entre sus pacientes un temor al rechazo social por el hecho de convertirse en madres solteras, pero s¨ª ha podido constatar que a la mayor¨ªa de ellas les preocupa qu¨¦ van a decirles en el futuro a sus hijos sobre la forma en que fueron gestados. 'Nosotros siempre sugerimos que expliquen la verdad: es mejor decirle a un hijo que ha sido fruto de un donante an¨®nimo que de un embarazo no deseado', explica la psic¨®loga. Carecer de padre no supondr¨¢ para estos ni?os ninguna desventaja respecto a los que han crecido en familias tradicionales. Varios estudios coordinados por la profesora Susan Golombok, directora de la City University Family and Research Center, de Londres, no han hallado diferencias en el comportamiento, en el bienestar y en la orientaci¨®n sexual entre los ni?os de familias convencionales y los de otros tipos de n¨²cleos familiares, como parejas homosexuales o madres solteras que han concebido gracias a la reproducci¨®n asistida.
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