Las fuertes lluvias causan 10 muertos y da?os materiales incalculables en Alemania y Austria
La riada obliga a cortar carreteras y a suspender el tr¨¢fico ferroviario en varias regiones
?Billetes de ferrocarril desde Berl¨ªn a Praga? La encargada de los billetes se r¨ªe. 'Imposible... los trenes no funcionan'. ?Por carretera? Responde la polic¨ªa de fronteras: 'No es recomendable: hay tramos que est¨¢n cortados'. El agua se ha adue?ado de campos, carreteras y casas. Todo son im¨¢genes apocal¨ªpticas: viviendas inundadas, barcos por las calles, r¨ªos pasando por encima de puentes, cosechas arruinadas... Miles de soldados y ciudadanos se afanan por bombear agua de las entradas de las casas, de las calles, por atender a la poblaci¨®n de varios Estados de Alemania y Austria. Los muertos ya son una decena.
En pleno verano, en Alemania y en Austria no para de llover con intensidad desde hace d¨ªas. Los turistas se lamentan de su suerte. Los campesinos y las compa?¨ªas de seguros hablan ya de 'gran cat¨¢strofe', la peor desde que se desbord¨® el r¨ªo Oder, en 1997.
En el Estado de Sajonia, varias carreteras se encuentran intransitables o amenazadas por la crecida del r¨ªo Elba. Ayer por la ma?ana la estaci¨®n central de Dresde, la hermosa capital sajona, se cerr¨® al tr¨¢fico. En el trayecto Hamburgo-Berl¨ªn-Dresde-Praga s¨®lo se pod¨ªa circular entre las dos primeras ciudades. Las dos ¨²ltimas son pasto de las aguas. Toda la ciudad vieja de Dresde permanec¨ªa anegada. La ¨®pera, el edificio Zwinger, el Museo de Arte, los alrededores de la iglesia Frauenkirche..., convertidos en espect¨¢culo acu¨¢tico.
El Elba alcanz¨® ayer los siete metros (normalmente tiene dos). Centenares de casas en sus orillas han sido evacuadas. No hay electricidad en algunos barrios; tampoco l¨ªnea telef¨®nica. Decenas de empleados tuvieron que ponerse a achicar agua de las bodegas del moderno edificio del Parlamento del Estado, ante el peligro de que la riada afectara a los archivos del edificio. 'Funcionamos con energ¨ªa supletoria, nada est¨¢ conectado, salvo los m¨®viles', comentaba el presidente de la C¨¢mara, Erich Iltgen. Las autoridades y los meteor¨®logos afirmaron que la riada llegar¨¢ previsiblemente hoy a los Estados vecinos.
Baviera, bajo el agua
Baviera, al sur de Alemania, fue la primera zona afectada. Los habitantes del centro de Passau, sin embargo, est¨¢n acostumbrados. Cada a?o viven alguna crecida. Sobre todo del Danubio. Pero con lo de este a?o nadie contaba: ayer alcanz¨® los 10,80 metros, r¨¦cord hist¨®rico en los ¨²ltimos cincuenta a?os. El agua se asomaba a las primeras plantas de las viviendas, los techos de las paradas de los autobuses apenas asomaban a la vista, los inodoros y las ca?er¨ªas de las casas escup¨ªan agua embarrada.
Por la tarde llegaron los pol¨ªticos a la zona. El ministro del Interior, Otto Schily, y el presidente del Estado de Baviera, Edmund Stoiber, pusieron la gota de color electoral a la dram¨¢tica situaci¨®n de las calles. Ambos visitaron, en barco y por separado, distintas localidades, y prometieron ayudas diversas: cien millones de euros cada uno. El canciller Gerhard Schr?der se expres¨® en id¨¦nticos t¨¦rminos.
Siguiendo la l¨ªnea del Danubio, la situaci¨®n no era mejor en Austria, sobre todo en algunos pueblos situados en su orilla. Algunos de los m¨¢s afectados, Ibbs y Melk, vivieron una intensa jornada de evacuaci¨®n. Salzburgo ha perdido su aire festivo y se ha llenado de sacos terreros. Siete personas muertas en Austria y miles de personas retenidas en sus viviendas es el balance en la zona.
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