ETA cobija a Batasuna
La decisi¨®n del PNV de oponerse en el Congreso de los Diputados a la propuesta de ilegalizaci¨®n judicial de Batasuna ha coincidido con la amenaza de ETA a los partidos democr¨¢ticos que voten a favor de esa decisi¨®n o se abstengan. Nada queda por decir sobre la profunda insolencia de la banda terrorista, empe?ada durante 25 a?os en destruir el Estado de derecho y en llevar el dolor y la muerte a la sociedad. Y que, adem¨¢s, tiene la desfachatez de amenazar a ese Estado y a la ciudadan¨ªa por querer defenderse de la actuaci¨®n de una pseudoformaci¨®n pol¨ªtica sobre la que, aparte convicciones morales y evidencias p¨²blicas, existen fundados indicios judiciales de actuar a su servicio y de constituir su brazo pol¨ªtico y legal.
A quienes mantengan todav¨ªa dudas sobre la connivencia de Batasuna con ETA, el comunicado de la banda terrorista deber¨ªa despej¨¢rselas. ETA no es el peor enemigo de Batasuna, como pretende deducir el coordinador de IU en el Pa¨ªs Vasco, Javier Madrazo, tras los ¨²ltimos atentados, sino su verdadero due?o y se?or. De ah¨ª que no haya tenido empacho en salir a la palestra para mostrarse como su p¨²blico y armado protector frente a la posible ilegalizaci¨®n. Una Basatuda ilegalizada, que no pueda jugar su papel de correa de transmisi¨®n de la estrategia militar de ETA en las instituciones vascas, no sirve a los pistoleros.
M¨¢s all¨¢ de los argumentos de fondo que puedan existir para dejar fuera de la ley una formaci¨®n pol¨ªtica que utiliza fraudulentamente la legalidad para fines il¨ªcitos, ese papel protector que ETA ejerce sobre Batasuna deja en dif¨ªcil posici¨®n a los partidos democr¨¢ticos contrarios o abstencionistas respecto de su ilegalizaci¨®n. El portavoz del Gobierno vasco ha calificado de 'diab¨®lica' esa estrategia de ETA, destinada, a su juicio, a 'fracturar y fragmentar a la sociedad vasca'. Y acierta, pues son el Gobierno de Vitoria y el PNV quienes quedan en la situaci¨®n m¨¢s desairada.
El argumento de que 's¨®lo ETA es ilegal', con el que ambos justifican su postura contraria a la ilegalizacion de Batasuna, ha sido invalidado por la banda al poner bajo su tutela armada a esa formaci¨®n pol¨ªtica y amenazar a las fuerzas democr¨¢ticas que osen ponerla fuera de la ley. En estas circunstancias, ?bastan los votos, como mantiene el PNV, para reprobar a un partido no democr¨¢tico, tutelado por una organizaci¨®n terrorista, y que, en consecuencia, hace un ejercicio fraudulento de los derechos de participaci¨®n y representaci¨®n pol¨ªtica? M¨¢s atendible es que la posible ilegalizaci¨®n de Batasuna pueda 'aumentar la crispaci¨®n social' en el Pa¨ªs Vasco y que esa medida no bastar¨¢ para acabar con el terrorismo. Ayudar¨ªa mucho que en ese posible escenario el PNV se pusiera del lado del conjunto de fuerzas democr¨¢ticas y no se quedara s¨®lo en la primera l¨ªnea del nacionalismo vasco frente al mundo del terror.
Pero no conduce a ninguna parte, salvo a crispar m¨¢s el clima pol¨ªtico y ahondar la fractura entre los partidos, anatematizar al PNV o a otros posiblemente abstencionistas en la votaci¨®n del Congreso anunciada para este mes, asimilando esa postura a una falta de compromiso con la defensa de la paz y la libertad, como est¨¢ haciendo el PP. Constituye tambi¨¦n una fuente de tensi¨®n sobrea?adida intentar mezclar, aunque formalmente se desmienta, la ilegalizaci¨®n de Batasuna con la negociaci¨®n de las transferencias pendientes al Pa¨ªs Vasco.
El Gobierno espa?ol, sin embargo, tiene derecho a saber si esa negociaci¨®n se va a desarrollar en un clima de lealtad constitucional y no bajo la amenaza de ruptura impl¨ªcita en la resoluci¨®n aprobada el pasado 12 de julio en el Parlamento vasco. Urge que Vitoria se deje de ambig¨¹edades en este asunto. Y ayudar¨ªa a recuperar la confianza que tanto el portavoz del Gobierno vasco como el propio Arzalluz fueran m¨¢s directos en sus exposiciones p¨²blicas y aclararan si sigue en pie el ultim¨¢tum de hace un mes.
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