Fusi¨®n espa?ola

La Comisi¨®n Europea ha declinado en las autoridades espa?olas de la Competencia la responsabilidad de analizar las consecuencias del acuerdo de integraci¨®n anunciado hace tres meses por las plataformas de televisi¨®n de pago Canal Sat¨¦lite Digital, del Grupo Sogecable, y V¨ªa Digital, de Telef¨®nica. El argumento que ha llevado a Bruselas a devolver a Espa?a el expediente de fusi¨®n es que sus efectos ata?en b¨¢sicamente al mercado espa?ol. La Comisi¨®n ha optado por una decisi¨®n razonable que evita a?adir mayores retrasos a una situaci¨®n de incertidumbre que afecta a empresas y usuarios. A tenor de la reacci¨®n de la Bolsa, parece que as¨ª lo han entendido los inversores.

De aqu¨ª a cuatro meses, el Servicio y el Tribunal de la Defensa de la Competencia, primero; el Ministerio de Econom¨ªa, despu¨¦s, y el Consejo de Ministros, en ¨²ltima instancia, deber¨¢n establecer las condiciones en que la integraci¨®n puede ser llevada a la pr¨¢ctica. Y ser¨¢n, l¨®gicamente, las empresas afectadas las que decidan si esas condiciones son aceptables y responden a los criterios de l¨®gica econ¨®mica y empresarial que justifican la integraci¨®n.

Bruselas ha cedido a las autoridades espa?olas la decisi¨®n ¨²ltima, pero no ha dejado de se?alar los ¨¢mbitos en los que, a su juicio, podr¨ªa verse afectada la libre competencia con la fusi¨®n: la oferta de televisi¨®n de pago, la prestaci¨®n de servicios de acceso a Internet y la adquisici¨®n y explotaci¨®n de los derechos televisivos del f¨²tbol. Esos riesgos que apunta Bruselas tendr¨¢n que ser sopesados por las autoridades a la luz de las peculiaridades del mercado audiovisual espa?ol, que es, justamente, la raz¨®n por la que Bruselas ha cedido el caso a las autoridades espa?olas. S¨®lo a partir de ah¨ª podr¨¢n establecerse las condiciones que permitan que la fusi¨®n sea compatible con la transparencia del mercado y el respeto al derecho de los abonados.

La decisi¨®n que finalmente adopten las autoridades no podr¨¢ dejar de tener en cuenta el delicado momento que viven los mercados audiovisuales, sometidos a importantes transformaciones no s¨®lo en Espa?a, sino en toda Europa, como ayer mismo ha recordado el ministro de Econom¨ªa espa?ol. Un marco legal que pretenda mantener un modelo artificial de competencia basado en las p¨¦rdidas y en el endeudamiento de las empresas es una fantas¨ªa inviable. Hay abundantes ejemplos de ello dentro y fuera de Espa?a. El cierre de Quiero TV en nuestro pa¨ªs, la suspensi¨®n de pagos de Kirch en Alemania o la imposibilidad de mantener una doble oferta en Italia son buenos ejemplos de la necesidad de encontrar las f¨®rmulas adecuadas para evitar salidas traum¨¢ticas a las empresas y lograr el pluralismo de la oferta y los derechos de los abonados.