El tabaco tiene un plan

Cetarsa, la empresa p¨²blica tabaquera en manos de la SEPI, ha elaborado un plan para 'reordenar' la compa?¨ªa. Este plan contempla unas inversiones de 13,5 millones de euros para la reindustrializaci¨®n, el cierre de cuatro plantas y una cantidad variable de indemnizaciones para los trabajadores que se acojan a jubilaciones anticipadas. La compa?¨ªa tiene beneficios, pero advierte de que la teor¨ªa de este plan es evitar que termine el a?o con n¨²meros rojos en las cuentas.

Cetarsa est¨¢ sobredimensionada. Sobre una producci¨®n nacional de 40.000 toneladas de tabaco, transforma 30.000

La Compa?¨ªa Espa?ola de Tabaco en Rama (Cetarsa) ha puesto en marcha, previo acuerdo con todas las partes afectadas -trabajadores y agricultores- el plan para la ordenaci¨®n del sector del tabaco desde la producci¨®n a la transformaci¨®n. Este plan contempla inversiones para reindustrializaci¨®n de 13,5 millones de euros y una cantidad variable como indemnizaciones en funci¨®n de los trabajadores que opten por la jubilaci¨®n anticipada. Para los responsables de la empresa, hoy en manos de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), se trata de unos costes que eran totalmente necesarios para asegurar la viabilidad de la sociedad en el sector y, de paso, el mantenimiento del cultivo del tabaco en Espa?a.

'Dadas las condiciones especiales que afectan al tabaco', se?alan fuentes de la empresa presidida por Isidoro Hern¨¢ndez-Sito, 'lo cierto es que ya no sal¨ªan las cuentas'. Seg¨²n explican estas mismas fuente, actualmente, Cetarsa se halla en beneficios, pero las previsiones apuntaban a que la compa?¨ªa iba a cerrar la pr¨®xima campa?a en n¨²meros rojos y que seguir¨ªa con p¨¦rdidas generalizadas 'hasta poner en peligro la propia supervivencia de la empresa, con riesgos para la actividad agraria', a?aden. 'Hab¨ªa que dar un vuelco a la situaci¨®n anterior y eso es lo que se ha hecho, con un acuerdo con cultivadores y trabajadores.'

Cetarsa naci¨® en 1987 como empresa p¨²blica y un instrumento para la compra y procesado del tabaco. En este periodo, tras un proceso de fuertes inversiones, ha contado con centros industriales en Tatayuela, Navalmoral, Coria, Plasencia, Jaraiz y Jarandilla, en C¨¢ceres y Granada. Igualmente tiene almacenes en Candeleda en ?vila, Don Benito en Badajoz, Carracedelo en Le¨®n y Murieta en Navarra.

Pero Cetarsa est¨¢ sobredimensionada. Sobre una producci¨®n nacional de unas 40.000 toneladas de tabaco en rama, transforma unas 30.000 toneladas, aunque tiene capacidad para operar con 80.000. Esta sobrecapacidad de transformaci¨®n genera unos costes muy superiores a los que tiene la competencia, algo que se puede agravar en el futuro ante la tendencia de los grandes grupos multinacionales a la concentraci¨®n, una mayor competencia en el sector del tabaco y un aumento de la fiscalidad.

Para hacer frente a esa coyuntura -en un momento en el que, adem¨¢s, corren aires en contra de las ayudas a la producci¨®n del tabaco en la Uni¨®n Europea- Cetarsa ha cerrado un plan a tres bandas que pretende asegurar el futuro de la empresa y del sector del tabaco, en general.

En la parte industrial, se ha dise?ado un ajuste de centros que supondr¨¢ cerrar las plantas de transformaci¨®n de Granada, Plasencia, Jaraiz y Jarandilla, aunque estos dos ¨²ltimos centros se mantienen como plantas de almacenaje. S¨ª contin¨²a la actividad industrial en las plantas de Talayuela, Navalmoral y Coria y todos los centros de recepci¨®n.

Impacto en el empleo

El cierre de plantas tendr¨¢ un evidente impacto negativo sobre el empleo en esas zonas, pero, de acuerdo con este plan, se tratar¨¢ de compensar este problema con unas inversiones de 13,5 millones de euros.

En Granada, las instalaciones de Cetarsa se reacondicionar¨¢n para constituir un parque empresarial sobre casi 40.000 metros cuadrados con la posibilidad para colocar a unos 400 trabajadores. La inversi¨®n prevista es de 10,5 millones de euros. En Extremadura, la empresa aportar¨¢ tres millones de euros para apoyar la implantaci¨®n de nuevas empresas.

Con la continuidad de la empresa se pretende asegurar, igualmente, el cultivo del tabaco. Las mayores cr¨ªticas se hab¨ªan producido en Granada, donde se cerraba la industria, pero el plan contempla el compromiso de Cetarsa con los tabaqueros de esa zona, con una producci¨®n de 1,2 millones de kilos en unas 1.600 hect¨¢reas, para la compra de su producci¨®n hasta la campa?a del a?o 2005. La empresa desarrollar¨¢ igualmente un servicio de asistencia t¨¦cnica para mejorar la calidad y reducir los ¨ªndices de cloro en la materia prima.

Finalmente, el plan contiene un acuerdo social con jubilaciones anticipadas para trabajadores con m¨¢s de 56 a?os, bajas incentivadas o reducci¨®n de jornadas cuyo coste estar¨¢ en funci¨®n de las personas que se acojan al mismo.