Reagan ayud¨® a Sadam contra Ir¨¢n pese a que usaba armas qu¨ªmicas
EE UU facilit¨® a Irak informaci¨®n militar secreta sobre su enemigo
La Administraci¨®n de Ronald Reagan proporcion¨® a Irak ayuda militar secreta en un momento en que el espionaje estadounidense sab¨ªa que el r¨¦gimen de Sadam Husein utilizaba armas qu¨ªmicas en sus enfrentamientos decisivos en la guerra con Ir¨¢n, seg¨²n altos oficiales militares estadounidenses con conocimiento directo de la operaci¨®n. El uso de gases t¨®xicos en esa guerra es citado continuamente por el presidente George W. Bush para justificar un 'cambio de r¨¦gimen' en Irak.
El programa secreto de ayuda a Irak fue llevado a cabo mientras los principales asesores de Reagan -entre ellos el secretario de Estado, George Shultz, el secretario de Defensa, Frank Carlucci, y el entonces consejero de Seguridad Nacional, Colin Powell- condenaban p¨²blicamente a Irak por usar armas qu¨ªmicas, especialmente despu¨¦s de que el r¨¦gimen de Bagdad atacase a los kurdos en Halabaja, en marzo de 1988.
Durante la guerra Ir¨¢n-Irak, EE UU decidi¨® que era necesario derrotar a Ir¨¢n para impedir que el pa¨ªs se hiciera con el control del golfo P¨¦rsico, la zona productora de crudo m¨¢s importante del mundo. Se sabe desde hace tiempo que EE UU proporcion¨® a Irak informaci¨®n estrat¨¦gica, como fotos de sat¨¦lite, para ayudar a los iraqu¨ªes a controlar los movimientos de las fuerzas iran¨ªes, pero el alcance del programa de ayuda militar a Irak, tal y como lo describen ex oficiales de la Agencia de Espionaje de Defensa, era desconocido hasta ahora.
El secretario de Estado, Colin Powell, a trav¨¦s de un portavoz, afirm¨® que la descripci¨®n del programa hecha por esos oficiales es 'completamente err¨®nea', pero se neg¨® a dar su propia versi¨®n de los hechos. Su adjunto, Richard L. Armitage, alto cargo de Defensa en los a?os ochenta, utiliz¨® un exabrupto, tambi¨¦n a trav¨¦s de un portavoz, para negar que EE UU diese su visto bueno al uso de armas qu¨ªmicas.
La Agencia de Espionaje de Defensa no quiso hacer comentarios, igual que el teniente general retirado Leonard Perroots, que supervis¨® el programa como responsable del organismo.
El entonces secretario de Defensa, Frank Carlucci, declar¨®: 'Lo que se proporcion¨® a Irak fue 'informaci¨®n de car¨¢cter general, no informaci¨®n operativa'. 'Desconozco que hubiese participaci¨®n estadounidense en la preparaci¨®n de batallas u ofensivas', dijo, y 'dudo mucho que eso ocurriera'. Despu¨¦s, a?adi¨®: 'Yo estaba de acuerdo con que Irak no deb¨ªa perder la guerra, pero no supe con antelaci¨®n que iba a usar armas qu¨ªmicas'.
Aunque altos cargos de la Administraci¨®n de Reagan condenaron p¨²blicamente el uso de gas mostaza, gas sar¨ªn y otros agentes t¨®xicos por parte iraqu¨ª, los oficiales militares sostienen que el entonces presidente, su vicepresidente, George Bush padre, y sus asesores de seguridad nunca retiraron su apoyo al programa secreto, mediante el cual m¨¢s de 60 oficiales de la Agencia de Espionaje de Defensa proporcionaron a Irak informaci¨®n detallada sobre despliegues iran¨ªes, planes t¨¢cticos de batalla, planes para bombardeos a¨¦reos y previsiones de da?os.
Los iraqu¨ªes no reconocieron que estaban usando armas qu¨ªmicas, pero su utilizaci¨®n se hizo evidente en la fase final de la guerra.
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