Toros y toreros fabricaron una tarde decepcionante
No podemos andarnos por las tejas. La corrida que mand¨® Cebada Gago a Bilbao constituy¨® un aut¨¦ntico fiasco. La blandura como argumento. El mejor ejemplo lo hallamos en el toro que sali¨® en cuarto lugar. Se le aplaudi¨® por su bella estampa y sus esplendorosos pitones. Pues bien, salir y rodar por tierra continuamente fue todo uno, hasta que se le mand¨® como represalia de vuelta a los corrales...
La verdad es que, m¨¢s que fiasco, resulta frustrante que uno de los pocos ganaderos que quedan de verdadero fuste ponga en la arena tanta blandura junta. Adem¨¢s, teniendo en cuenta que 16 d¨ªas atr¨¢s ofreci¨® en Azpeitia un encierro soberbio, con la mayor¨ªa de los toros rebosando vibraci¨®n, casta y fuerza para regalar. De todos modos, es obligado darle el cr¨¦dito que merece la trayectoria como acreditado ganadero, pese a que a¨²n resuene en nuestra memoria la decepcionante blandenguer¨ªa de ayer...
Cebada / Ramos, Liria, Roble?o
Toros de Cebada Gago: con buena presencia, blandos, algo potables el 1?, en especial, y el 2?, el 4? fue devuelto. Jos¨¦ Ignacio Ramos: estocada -aviso-, cae el toro (gran ovaci¨®n); pinchazo -aviso- dos pinchazos y estocada (aplausos). Pep¨ªn Liria: pinchazo y estocada -aviso-, cae el toro (silencio); pinchazo y media estocada delantera (silencio). Fernando Roble?o: estocada (vuelta); pinchazo, estocada casi entera y descabello (aplausos). Plaza de toros de Vista Alegre, 17 de agosto, 2? de feria. Menos de tres cuartos de entrada. Incidencias: se guard¨® un minuto de silencio como recuerdo conmemorativo del centenario del torero bilba¨ªno Mart¨ªn Ag¨¹ero y, muy en especial, en recuerdo de Joaqu¨ªn Vidal, cr¨ªtico de El Pa¨ªs, asiduo a las Corridas Generales de Bilbao durante muchos a?os.
De los toreros no hay mucho que decir. Jos¨¦ Ignacio Ramos anduvo bastante aceptable con las banderillas en sus dos toros. Con la muleta en su primero dej¨® que le enganchara la franela en exceso. No se acopl¨® como debiera. A su segundo, que no met¨ªa la cabeza, le hizo una faena irregular, con m¨¢s voluntad que acierto.
La actuaci¨®n de Pep¨ªn Liria estuvo carente de acoplamiento en cada uno de sus toros. S¨®lo en una ocasi¨®n dio tres pases seguidos. Lo dem¨¢s todo le sal¨ªa corto e inconcluso. Fue algo as¨ª como si no hubiera abierto los p¨¢rpados en toda la tarde.
Con Fernando Roble?o llegaron los enganchones. Tampoco fue un dechado de acoplamiento. Mejor en su primero, porque se atisb¨® alg¨²n apunte fajador, adem¨¢s de matarlo bien. En su segundo apunt¨® la intenci¨®n de citarle de lejos, mas al poco tiempo fabric¨® una antolog¨ªa de trapazos de tres al cuarto.
Una vez terminada la corrida qued¨® en el aire una duda: ?no obstante la blandura de los toros, les falt¨® a los toreros una mayor dosis de aguante de lo mostrado o del que no hicieron gala en absoluto de ¨¦l?
Quiz¨¢ la respuesta est¨¦ en el viento o quiz¨¢ las preguntas que se hagan en este sentido resultan tan inservibles como las sandalias de S¨®crates despu¨¦s de la cicuta. ?Qui¨¦n sabe?
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