El porcentaje de estudiantes baja donde el mercado laboral es m¨¢s din¨¢mico
El mayor incremento en la escolarizaci¨®n se registra en los j¨®venes entre 23 y 28 a?os de edad
A mayor dinamismo del mercado laboral, menor proporci¨®n de estudiantes entre los j¨®venes mayores de 16 a?os. ?sta es una de las conclusiones del informe sobre el consumo y la econom¨ªa familiar en Espa?a realizado por la Caixa de Catalunya. En el periodo analizado (1987-2001) se comprueba que ha habido un aumento en la escolarizaci¨®n en todos los grupos de edad, especialmente entre los estudiantes de mayor edad, de 23 a 28 a?os. Pero ese incremento generalizado en toda Espa?a contrasta con las cifras relativamente bajas que se aprecian en 2001 en algunas de las comunidades m¨¢s din¨¢micas.
La Comunidad Valenciana, Catalu?a y Murcia son las ¨¢reas donde hay menos porcentaje de estudiantes de edades en las que ya no es obligatorio estudiar. Las tres comunidades figuran entre las zonas donde el dinamismo del mercado laboral es mayor. Esto facilita el acceso de los j¨®venes al trabajo y una parte de ellos abandona los estudios antes que la media espa?ola. Sin embargo, en Madrid, otra comunidad donde el mercado de trabajo es muy din¨¢mico, no se aprecia ese mismo fen¨®meno. El ¨¢rea madrile?a es la tercera con mayor porcentaje de estudiantes, muy por encima de la media espa?ola.
La raz¨®n que dan los autores del estudio, dirigido por el catedr¨¢tico en Econom¨ªa aplicada de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, Josep Oliver, es 'la alta cualificaci¨®n de la demanda de trabajo' en esta regi¨®n, donde se concentran la Administraci¨®n central y las sedes de las principales empresas. Esa 'alta cualificaci¨®n de la demanda' obliga a prolongar la preparaci¨®n. Por encima de la media tambi¨¦n se sit¨²an comunidades como el Pa¨ªs Vasco, Navarra y Arag¨®n.
Ampliar estudios
Asturias y Castilla y Le¨®n son las dos comunidades aut¨®nomas que tienen la tasa de estudiantes m¨¢s alta. El estudio considera que en estas dos zonas el dinamismo del mercado laboral es escaso y propicia que los j¨®venes, ante la dificultad de encontrar un trabajo, se decanten por ampliar sus estudios.
La relaci¨®n entre estudios y dinamismo laboral fue analizada en febrero de este a?o en un estudio llamado El rey desnudo: componentes de g¨¦nero en el fracaso escolar, realizado por Octavio Granado, ex senador socialista y profesor, y por el soci¨®logo Domingo Comas. En ¨¦l se apreciaba que la cl¨¢sica idea de que los estudios universitarios aseguran un mejor puesto de trabajo est¨¢ en recesi¨®n: mientras que en 1989 el 83% de los padres quer¨ªa que sus hijos cursasen estudios universitarios, en 2001 el porcentaje hab¨ªa descendido hasta el 51%. Esto se debe a que tanto padres como j¨®venes se han dado cuenta de que para alcanzar una determinada posici¨®n social no es necesario pasar por la Universidad, sino que se puede conseguir desde el mercado laboral. Esta opci¨®n es mucho m¨¢s viable para los chicos que para las chicas. ?stas tienen m¨¢s problemas para incorporarse al trabajo. Esto justifica que la cifra de chicas que cursan estudios posobligatorios sea superior a la de los chicos.
En cualquier caso, la decisi¨®n de una familia de mantener a los hijos estudiando no depende exclusivamente de las oportunidades de trabajo.
El estudio, que eval¨²a la situaci¨®n desde 1987 a 2001 de los estudiantes de 16 a 28 a?os que residen con sus padres, muestra 'que, cuanto m¨¢s elevado es el nivel de estudios de los padres, m¨¢s alta es la probabilidad de que los hijos estudien'. En Madrid, Catalu?a y Navarra el nivel de estudios de los progenitores es superior al del resto de Espa?a. En esta clasificaci¨®n aparecen en las ¨²ltimas posiciones Andaluc¨ªa, Canarias, Castilla-La Mancha, Extremadura, Murcia, Ceuta y Melilla. El nivel econ¨®mico de las familias tambi¨¦n es un aspecto destacable. Cuantos m¨¢s ingresos tienen los padres, m¨¢s estudian los hijos. En los casos donde hay igualdad de renta 'son los hijos de padres con niveles educativos m¨¢s altos los que tienden a estudiar m¨¢s', precisa el informe.
La cifra de personas que residen en un mismo hogar tambi¨¦n tiene trascendencia. El n¨²mero de estudiantes tiende a disminuir cuanto mayor es el n¨²mero de integrantes del hogar y cuantas m¨¢s personas de la familia est¨¢n trabajando.
Durante estos a?os se ha ido produciendo un aumento considerable en los a?os dedicados al estudio por parte de los j¨®venes. En 1977, la media de a?os de estudio de los mayores de 16 a?os era de 7,7, mientras que en el a?o 2001 la media se situ¨® en 9,3 a?os. Los estudiantes de 23 a 28 a?os son los que han presentado un mayor incremento de escolarizaci¨®n. Este auge tiene su inicio a principios de los noventa, y ha seguido aumentando de forma considerable hasta 2001.
Este aumento de a?os de estudios posobligatorios no siempre da los resultados esperados, a veces se produce una sobreeducaci¨®n. Una persona puede acabar ejerciendo una profesi¨®n para la que se precisa un nivel de cualificaci¨®n inferior al que el individuo ha alcanzado. 'El salario percibido depende directamente de la productividad del puesto de trabajo. Los a?os excedentarios de estudio no elevan el salario', precisa el informe. No siempre estudiar m¨¢s proporciona sueldos m¨¢s elevados.
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