PULSO DE FUERZAS
El club rojiblanco regresa a la ¨¦lite sin dinero, pero con nueve refuerzos, y con Futre y Miguel ?ngel Gil Mar¨ªn enfrentados
El Atl¨¦tico ya est¨¢ de nuevo en la Primera Divisi¨®n, la suya. Dos a?os despu¨¦s de su ca¨ªda al infernal s¨®tano de Segunda, tras un negro bienio de crisis deportivas e institucionales, alguna insurrecci¨®n popular cuyas heridas a¨²n no han cicatrizado y m¨¢s de 40 jugadores distintos mediante, ha regresado al cielo. Reptando por las alcantarillas, como en su anuncio publicitario de la campa?a de captaci¨®n de socios, asoma otra vez la cabeza entre la ¨¦lite y parece como si nunca se hubiera marchado. Como si todo hubiera sido simplemente un mal sue?o.
El retorno le sobreviene al club rojiblanco con su presidente, Jes¨²s Gil, como sospechoso habitual y abonado a varios juzgados; con un extra?o, el interventor judicial, todav¨ªa -y ya van tres a?os- inserto en su coraz¨®n financiero, y con unos activos que casi se pueden contar con los dedos de las manos. Pero tambi¨¦n con un entrenador legendario, Luis Aragon¨¦s, el cabecilla y el principal referente de la religi¨®n atl¨¦tica, al frente de la nave; con m¨¢s abonados que nunca, 45.500, y convertido en una peque?a sucursal del gran Milan tras la llegada de jugadores como Albertini, el viejo conocido Jos¨¦ Mari, Javi Moreno y Coloccini.
El conflicto empez¨® con la presencia de Effenberg en Valdeolivas
M¨¢s abonados que nunca, 45.500, para animar a un equipo 'milanesado'
Por los pasillos del estadio Calder¨®n nadie se cree que la aspiraci¨®n del equipo sea la salvaci¨®n. En el vestuario, tampoco, aunque se diga en p¨²blico que el objetivo es la permanencia. El armaz¨®n de hierro forjado con el que Luis ciment¨® el ascenso est¨¢ siendo adornado por las nuevas incorporaciones que el director deportivo, Paulo Futre, 'con imaginaci¨®n m¨¢s que con dinero', ha conseguido. Un ingenio, el del portugu¨¦s, que en m¨¢s de una ocasi¨®n ha chocado frontalmente con el aire de conspirador florentino del mism¨ªsimo consejero delegado, Miguel ?ngel Gil Mar¨ªn.
'Eso son cosas de T¨®mbola, cosas que les gusta decir a alguna gente. Pero lo que hay que hacer es estabilizar el club porque no hay un duro', dijo con voz de hast¨ªo, con impaciencia incluso, Gil Mar¨ªn. 'Hay que ser optimistas. Rivaldo puede venir al Manzanares', dijo con ilusi¨®n, aunque con el aire de un vendedor de crecepelo, Futre.
Los dos se refer¨ªan, el mismo d¨ªa y casi a la misma hora, al posible fichaje del ex barcelonista y ahora milan¨¦s, el pasado mes de julio. 'Ibagaza est¨¢ dif¨ªcil, pero hay que seguir intent¨¢ndolo', dijo Futre, el negociador, la cara amable. 'Lo de Ibagaza est¨¢ roto desde hace semanas', dijo Gil Mar¨ªn como quien explica una obviedad a un ni?o. Los dos se refer¨ªan a la posible contrataci¨®n del mediapunta argentino del Mallorca el mismo d¨ªa y casi a la misma hora.
'No'. 'S¨ª'. La relaci¨®n entre el consejero delegado y el director deportivo, entre Gil Mar¨ªn y Futre, es la del perro y el gato. Desde que el pasado febrero protagonizaran un altercado p¨²blico surrealista por la visita del centrocampista alem¨¢n Stefan Effenberg a Madrid, la convivencia entre los dos estamentos m¨¢s importantes del club madrile?o est¨¢ rota.
Entonces, un s¨¢bado de aquel mes, apareci¨® Effenberg en la finca de Valdeolivas propiedad de los Gil, acompa?ado de Gaby, la esposa de Bernd Schuster. Futre se enter¨® por la prensa. El portugu¨¦s mont¨® en c¨®lera, se sinti¨® burlado y estuvo a un mil¨ªmetro de la dimisi¨®n. ?l hab¨ªa descartado el fichaje del todav¨ªa jugador del Bayern M¨²nich cuatro meses atr¨¢s. No se march¨® porque le convenci¨® su entorno, las personas que trabajan y dependen de ¨¦l. La crisis se cerr¨® en falso con una rueda de prensa conjunta en la que los dos protagonistas expresaron su verg¨¹enza por el espect¨¢culo ofrecido ante los medios.
'Aquello fue una chorrada', dice ahora Gil Mar¨ªn. 'Mi relaci¨®n con Futre es muy buena. Le veo cinco o seis veces al d¨ªa', asegura el consejero delegado. Sin embargo, otras voces aseguran que, desde aquella 'chorrada', Gil Mar¨ªn y Futre son como el agua y el aceite. Lo ¨²nico en lo que coinciden es en una evidencia a la que ambos se tienen que enfrentar a diario: el club no tiene dinero y el poco que queda en la tesorer¨ªa es controlado por un administrador judicial. Un problema, el econ¨®mico, al que alude Gil Mar¨ªn al zanjar el tema con un cortante: 'Tengo problemas mucho m¨¢s graves para solucionar que mi relaci¨®n con Futre'.
Sin embargo, a pesar de esas dificultades monetarias, el Atl¨¦tico es el equipo que m¨¢s se ha reforzado de la categor¨ªa, con nueve caras nuevas, y, desde luego, conserva el super¨¢vit de ¨¢nimo y fidelidad que siempre aporta su sorprendente y espl¨¦ndida hinchada.
LAS CARAS
MONO BURGOS: EL CARISMA El exc¨¦ntrico guardameta argentino, que siempre oscila entre lo sublime y lo rid¨ªculo, se ha ganado a la afici¨®n con su sangre fr¨ªa, su querencia al espect¨¢culo gratuito y su aspecto de viejo rockero. Esta temporada tendr¨¢ que competir por el puesto con un hueso m¨¢s duro de roer que Sergio, Esteban, fichado del Oviedo por petici¨®n expresa de Luis Aragon¨¦s. Por el momento, el Mono no se asusta.
ALBERTINI: LA BR?JULA El centrocampista italiano, ganador de la Copa de Europa con el Milan, ser¨¢ la referencia fundamental del juego rojiblanco. Excelente en el pase largo y dotado de una t¨¦cnica individual magn¨ªfica, aportar¨¢ el necesario toque de cordura a un centro del campo, prioritariamente, musculoso. Hombre de pocos gestos gratuitos, puede ser el canalizador del juego atl¨¦tico.
FERNANDO TORRES: EL TALENTO PRECOZ La irrupci¨®n del jovenc¨ªsimo Fernando Torres, un delantero veloz, goleador e imaginativo, es la mejor se?al de una cantera renovada que empieza a dar sus frutos. Tras una segunda temporada en el equipo en la que no ha terminado de explotar, se espera que en su deb¨² en Primera, una divisi¨®n m¨¢s favorable a su estilo de juego, se convierta en una pieza b¨¢sica del equipo.
GARC?A CALVO: EL ALMA DE LA RETAGUARDIA El nuevo internacional rojiblanco, magn¨ªfico en el cruce y con capacidad m¨¢s que suficiente para sacar el bal¨®n jugado desde atr¨¢s, tendr¨¢ este a?o mucho m¨¢s trabajo que en Segunda. Una de sus tareas, ser¨¢ la de dar confianza a su pareja de baile en la zaga, Coloccini, e intentar que cuanto antes la defensa se coordine para practicar la t¨¢ctica del fuera de juego.
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