Anillos que surgen de deshechos

Cuando Alberto G¨®mez Bergaretxe complet¨® hace algo m¨¢s de un lustro sus estudios de Bellas Artes sinti¨® que su camino estaba en el dise?o de las joyas. Los primeros anillos que cre¨® con su propia marca, Nicotine, eran de plata y recordaban a una tuerca. Otros se parec¨ªan a una boquilla de grifo. Pronto este joven de Basauri los comercializ¨® por toda Espa?a y, cuando sac¨® a la calle su segunda colecci¨®n, llev¨® su firma a establecimientos de Par¨ªs, Londres, Estocolmo y ?msterdam. A sus 29 a?os, exhibe su obra en las galer¨ªas Forvum Ferlandina de Barcelona y Ra de la capital holandesa, dos espacios donde est¨¢n representados algunos de los artistas europeos m¨¢s destacados de la orfebrer¨ªa contempor¨¢nea. 'Quer¨ªa seguir creando, pero algo ¨²til y accesible', confiesa G¨®mez Bergaretxe.

En sus inicios se aprovision¨® de objetos usados que pudieran lucir en un anular. Sobre aros prefabricados ensambl¨® botones, cochecitos, peque?os mu?ecos y cristales y fabric¨® 100 anillos distintos. Con estos abalorios viaj¨® a Par¨ªs y consigui¨® que dos establecimientos se interesaran por su bisuter¨ªa y la ofrecieran al p¨²blico a un precio de unos 36 euros. Y fue entonces cuando supo que con la orfebrer¨ªa y el arte pod¨ªa ganarse la vida: 'La gente respond¨ªa a mis cosas y pod¨ªa vender anillos fabricados con desechos a un precio bastante alto'.

G¨®mez Bergaretxe se concentr¨® entonces en aprender a trabajar la plata. Luego se recluy¨® durante seis meses en un caser¨ªo cercano a Tolosa. En la soledad de este paisaje rural, se rode¨® de tornillos, arandelas, filtros de grifos y otros desechos que sobraban en las chatarrer¨ªas de la zona y que se emple¨® a fondo en convertir en anillos. Limaba una pieza. Cortaba otra. Soldaba. Cuando obtuvo 16 modelos que le gustaron, imprimi¨® sus formas en moldes de silicona, las volc¨® en plata y registr¨® en Bilbao la marca Nicotine.

Las ventas comenzaron a despegar en tiendas de moda especializadas en nuevas tendencias. Las joyas de Nicotine se vend¨ªan ya en Madrid, Barcelona e Ibiza. Pese a que la plata tuvo una gran aceptaci¨®n, descubri¨® que este metal pod¨ªa encarecer su producto y dificultar uno de sus principios b¨¢sicos: la accesibilidad. 'Intento que mis piezas salgan al p¨²blico a unos 30 euros, a un precio asequible. No me apetece crear joyas a las que la gente no pueda acceder', indica.

Por este motivo, hace dos a?os comenz¨® a trabajar para su segunda colecci¨®n el acero inoxidable y el metacrilato. A partir de la combinaci¨®n de l¨¢minas de distintos colores proyect¨® una serie interminable de anillos de formas sencillas, pero cada uno diferente. Fue el momento de empezar a proyectar sus creaciones al mercado exterior.

Distintas empresas de Bilbao le suministran y cortan el metal con el que G¨®mez Bergaretxe da cuerpo a sus piezas en Barcelona, donde reside desde hace dos a?os. El artista relata que aunque gran parte de sus anillos se venden en establecimientos de calidad que resultan atractivos para el p¨²blico joven, las sortijas para un sector m¨¢s serio se encuentran en escaparates de tiendas de dise?o.

En las galer¨ªas Ra de ?msterdam y Forvum Ferlandina de Barcelona, comparten vitrina con collares, sortijas y pendientes de gran valor econ¨®mico firmados por prestigiosos artistas europeos y de pa¨ªses como Israel y Canad¨¢.

Hace mes y medio, las joyas de G¨®mez Bergaretxe se vieron en la pasarela de la feria de moda catalana Circuit. La tercera colecci¨®n est¨¢ ya en marcha, pero no adelanta ning¨²n detalle para no tentar al duende.