Una f¨¢brica de campeones
A las 7.30, cuando atruena el despertador simult¨¢neamente en muchas de las habitaciones del Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sant Cugat (Barcelona), el cuerpo duele mucho. Le duele a Paola Tirados, a Almudena Cid, a Gervasio Deferr, a Bel¨¦n Fern¨¢ndez, a Lemen Fatty, a Susana Garc¨ªa... a la mayor¨ªa de los 200 deportistas que desde el CAR preparan el asalto al olimpo de las medallas. Pero cuando la alarma suena, el dolor no importa. Se desperezan, desayunan r¨¢pido y empiezan a trabajar. Porque el CAR es una f¨¢brica de grandes deportistas. All¨ª se moldea buena parte de la ¨¦lite del deporte espa?ol. La que despu¨¦s cosecha excelentes resultados en los Campeonatos de nataci¨®n de Berl¨ªn o la que sorprendi¨® a Europa en los recientes Campeonatos de atletismo en M¨²nich.
Los medallistas no surgen por generaci¨®n espont¨¢nea. Son j¨®venes que llevan puliendo sus cualidades varios a?os. Horas y horas, obviando la dureza y la fatiga
En el CAR buscan que sus deportistas se formen tambi¨¦n como personas, que estudien y organicen sus horarios y comidas sin necesidad de que nadie les vigile
Los medallistas no surgen por generaci¨®n espont¨¢nea. Son j¨®venes que llevan puliendo sus cualidades varios a?os. Hasta una d¨¦cada de pura dedicaci¨®n y sacrificio en centros especializados pensados por y para los deportistas. All¨ª duermen, comen, estudian, se relacionan y, sobre todo, entrenan. Horas y horas, obviando la dureza y la fatiga.
'Cuando te trasladas a un centro como ¨¦ste, todo en tu vida gira en torno al deporte y lo primero en tu lista de prioridades es entrenar'. Paola Tirados practica la nataci¨®n sincronizada, es canaria, tiene 22 a?os y hace tres que, becada por la Federaci¨®n Espa?ola de Nataci¨®n, se traslad¨® al CAR de Sant Cugat para preparar los Juegos Ol¨ªmpicos de Sydney 2000. Su nombre, junto al de Gemma Mengual, fue portada de los diarios deportivos el pasado julio cuando, con la selecci¨®n espa?ola de nataci¨®n sincronizada, conquist¨® la medalla de plata en los Europeos de nataci¨®n disputados en Berl¨ªn y, con Mengual, otra plata en la modalidad de d¨²os.
Estudios y deporte
?se es el resultado m¨¢s reciente a las m¨¢s de seis horas diarias que entrena de septiembre a abril o mayo en el CAR. Durante ese periodo, Tirados compagina como puede -'tengo muchos problemas para que me cambien ex¨¢menes'- los entrenamientos con su segundo curso de arquitectura (a partir de mayo, el entrenamiento se duplica y hasta los estudios quedan aparcados). Por la ma?ana entrena, por la tarde asiste a clase en la Polit¨¦cnica de Barcelona, por la noche estudia. Su jornada, que empieza a las 7.30, se prolonga hasta pasadas las once de la noche, hora del toque de queda en el CAR. A partir de entonces, el silencio se impone en las inmensas instalaciones.
'Huimos de los estilos autoritarios', explica Guillermo Recio, subdirector del centro. 'Nuestra filosof¨ªa es ofrecer a los deportistas oportunidades que les permitan madurar, administrar su libertad y formarse'.
La libertad de Luis Moya, gimnasta, es m¨¢s restringida. Como no es mayor de edad -tiene 15 a?os-, sus horarios est¨¢n m¨¢s marcados. Desde que hace tres a?os abandon¨® su casa en Vilanova i la Geltr¨², Luis se levanta cada d¨ªa, en periodo escolar, a las 7.45. A las 8.20 empiezan sus clases de bachillerato en el instituto Bar¨®n de Coubertin, el centro escolar del CAR, situado a tan s¨®lo unos pasos de la residencia donde duermen los deportistas. A las 10.50 termina sus lecciones matutinas y tan s¨®lo 10 minutos despu¨¦s se viste su ropa deportiva para entrenar durante tres horas en el gimnasio de al lado. Luego se va a almorzar con sus compa?eros en el comedor del centro y a las 15.20 ya est¨¢ de nuevo en clase. Hasta las 17.45. Un cuarto de hora m¨¢s tarde, de nuevo en el gimnasio para entrenar dos horas y media m¨¢s. Tras la cena, y antes de las once, hace los deberes, estudia o desconecta en la sala de ocio del CAR. Durante el curso no le queda tiempo ni para aburrirse. 'Aqu¨ª entreno muchas m¨¢s horas que cuando estaba en casa con mis padres y pertenec¨ªa a un club', certifica Luis, 'pero las instalaciones son mejores, los entrenadores tambi¨¦n y, adem¨¢s, me gusta la independencia que me da tener mi propio espacio. Prefiero estar aqu¨ª'.
'A m¨ª tambi¨¦n me gustar¨ªa estar interno aqu¨ª; de hecho, lo ser¨¦ el pr¨®ximo curso', dice Ricard Playa, gimnasta de 16 a?os que, de momento, s¨®lo acude al CAR a entrenarse. Tanto Luis como Ricard sue?an con ganar una medalla ol¨ªmpica en los Juegos de Pek¨ªn.
'Nuestros deportistas no hacen una vida monacal', asegura el subdirector del centro. 'Tienen menos tiempo para el ocio que la gente normal, pero, en contrapartida, aprenden la cultura del esfuerzo, a afrontar situaciones dif¨ªciles y a autorregularse'. En el CAR buscan que sus deportistas se formen tambi¨¦n como personas, que estudien y que sepan establecer sus propios horarios y comidas sin necesidad de que nadie les vigile constantemente, pese a que cada asalto a la norma es conocido por sus entrenadores y sus federaciones. Para ello tienen tutores que les aconsejan, psic¨®logos que les ayudan, profesores de refuerzo que complementan sus clases -este a?o, el 100% de los alumnos del CAR presentados a selectividad la han superado-, horarios escolares adaptados, dietistas que les marcan unas pautas alimentarias que cada cual luego regula, m¨¦dicos que los atienden y fisioterapeutas que les dan el masaje en el momento oportuno. Todas las comodidades a su disposici¨®n para que se puedan dedicar exclusivamente a entrenar y a estudiar. 'Es la gran ventaja que tiene este centro: lo tienes todo hecho y al alcance, lo cual te deja m¨¢s tiempo para recuperarte y descansar', cuenta Almudena Cid, probablemente la mejor gimnasta de r¨ªtmica espa?ola, la ¨²nica que habr¨¢ estado en tres Juegos Ol¨ªmpicos si acude a Atenas 2004. Almudena lleva tan s¨®lo un a?o en el CAR (lleg¨® desde la Residencia Blume de Madrid movida por el traslado de su entrenadora, Iratxe Aurrekoetxea) y est¨¢ encantada. Desde que aterriz¨® en Sant Cugat, asegura, sus resultados deportivos han mejorado. No es extra?o: ella, que ya no estudia -acab¨® COU-, dedica ocho horas diarias al entrenamiento. La mayor¨ªa de sus sesiones son individualizadas, en algunas comparte tapiz con las que llama 'mis sucesoras'. 'Ha sido estupendo entrenarme todo este tiempo con ellas y ver que me tienen el mismo respeto y la misma admiraci¨®n que cuando llegu¨¦', se?ala.
Almudena, que comparte habitaci¨®n con la tenista Marta Marrero y ahora prepara el Campeonato de Europa que se disputar¨¢ en Granada en noviembre, aprecia el hecho de convivir con deportistas de otras disciplinas. 'Creo que es fundamental para poder obtener resultados a nivel internacional'. 'Cuando vives en un piso con tus compa?eras de entrenamiento, acabas hablando siempre de lo mismo', conviene Susana Garc¨ªa, que antes de llegar al CAR hace un a?o vivi¨® durante cuatro en un piso en Madrid con sus 13 compa?eras de gimnasia art¨ªstica. En la recta final de su carrera, con 20 a?os, Susana admite, no obstante, que la vida en el CAR se hace un poco 'mon¨®tona'. Entrenamiento y estudio, apenas tiempo libre. Cuando lo tienen, ven la tele en el centro, juegan al futbol¨ªn o al billar, se acercan al cine de Sant Cugat o a Barcelona. 'Todo es m¨¢s f¨¢cil si conoces a alguien que tiene coche', tercia Lemen Fatty, saltador de altura de 20 a?os. 'Es cierto', ratifica Paola Tirados, que desde hace unos meses va con su L de novata a todas partes. Lemen entr¨® en el CAR, hace dos a?os, con el list¨®n en dos metros. Ahora ya salta 20 cent¨ªmetros m¨¢s. Es s¨®lo uno de los ejemplos de superaci¨®n que se encuentran en el CAR.
Seis hect¨¢reas para 20 grupos de entrenamiento
EN MEDIO DE LA NATURALEZA, aprovechando las instalaciones de un viejo centro de rehabilitaci¨®n de lesionados laborales y al calor de los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona 92 naci¨® el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sant Cugat (Barcelona) en 1987. Durante estos 15 a?os, el CAR se ha convertido en uno de los centros deportivos de m¨¢s prestigio en Europa. De all¨ª han salido gente como el mediofondista Reyes Est¨¦vez, los marchadores Mar¨ªa Vasco y Valent¨ªn Massana, el cuatrocentista David Canal, el gimnasta Gervasio Deferr, Gemma Mengual y Paola Tirados, las chicas de la sincronizada, el boxeador Faustino Reyes, los tenistas Carles Moy¨¤ o Galo Blanco... y un sinf¨ªn de deportistas que conforman la ¨¦lite del deporte espa?ol. All¨ª se concentran muchos de los combinados nacionales antes de afrontar sus competiciones (waterpolo, hockey, voleibol...) y por all¨ª han pasado, para entrenarse puntualmente, gente de la talla internacional de Serguei Bubka (p¨¦rtiga), Ben Johnson (velocista) o Javier Sotomayor (salto de altura) por citar alg¨²n nombre, al margen de equipos de f¨²tbol como el Bar?a y el Espanyol. El CAR es una empresa de titularidad p¨²blica (depende del Consell Catal¨¤ de l'Esport y del Consejo Superior de Deporte) que se gestiona como si fuese privada. Emplea a unos 150 trabajadores entre propios y externos, y su presupuesto anual, unos cinco millones y medio de euros, proviene en un 30% de la Generalitat, un 25% del Estado y un 45% de las diferentes federaciones. Fue el primer centro del mundo en incorporar un instituto de educaci¨®n en sus instalaciones, y sus trabajos de investigaci¨®n cient¨ªfica y deportiva son de gran prestigio. Empresa dedicada a ofrecer servicios (nutrici¨®n, biomec¨¢nica, fisioterapia, etc¨¦tera) a los deportistas becados por las federaciones, el CAR acoge actualmente a unos 200 deportistas en r¨¦gimen interno (la residencia tiene 325 plazas) y a otros 145 m¨¢s en r¨¦gimen mixto (utilizan las salas para entrenarse, pero no viven en el CAR). Sus instalaciones, que se renuevan y ampl¨ªan constantemente para adaptarse a las nuevas exigencias deportivas -empez¨® con 1.327 metros cuadrados y ahora ya ocupa 66.113-, acogen actualmente a 20 grupos de entrenamiento: desde las diferentes modalidades del atletismo hasta el taekwondo, pasando por el sofbol, la modalidad femenina del b¨¦isbol. El CAR, que tiene hom¨®nimos en Madrid y Granada -¨¦ste es para entrenamiento en altura-, ha calculado que actualmente cada medalla que obtienen sus deportistas le cuesta unos 6.000 euros. Y mantener a cada deportista, incluyendo estancia, alimentaci¨®n, instalaciones y servicios, casi unos 9.000 euros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.