'Los problemas sociales son el sustrato de la delincuencia'
Luis Pizarro (Fuentedecantos, Badajoz, 1960) analiza, al final de sus 16 a?os como concejal en Sevilla, el clima de inseguridad que ha alterado la vida de la ciudad este verano.
P. ?Tiene Sevilla un problema de seguridad ciudadana?
R. Resulta evidente, aunque podamos discutir si el problema es mayor o menor seg¨²n con qu¨¦ lo comparemos. Probablemente no est¨¦ Sevilla en este terreno peor que otras grandes ciudades de nuestro entorno, aunque eso no tranquiliza a nadie. La impresi¨®n subjetiva de la ciudadan¨ªa es que las tasas de delincuencia han crecido en los ¨²ltimos meses, as¨ª que a los vecinos no les sirve que nos encontremos en una relativa normalidad estad¨ªstica. Los ¨²ltimos incidentes ocurridos en Sevilla este verano propician esa sensaci¨®n de inseguridad.
'Alcalde y delegado del Gobierno son incapaces de dialogar y trabajar en com¨²n'
P. ?De qui¨¦n es la responsabilidad ante esa situaci¨®n?
R. Utilizando t¨¦rminos m¨¦dicos, los s¨ªntomas, los aspectos puramente formales, externos, de esta problem¨¢tica se combaten con una mayor presencia policial y una mayor coordinaci¨®n y eficacia. Parece que, por lo que sea, tanto la Delegaci¨®n del Gobierno como el Ayuntamiento, las dos administraciones competentes en materia de seguridad ciudadana, no se coordinan suficientemente. No se sabe si es por mala voluntad al gobernar diferentes partidos las dos instituciones o simplemente es por ineptitud. Lo cierto es que la presencia policial est¨¢ fallando. Ahora, sobre los aspectos causales de la situaci¨®n, en Sevilla hay un mont¨®n de problemas socioecon¨®micos que son el sustrato id¨®neo para que se den altos ¨ªndices de delincuencia.
P. ?Qu¨¦ opini¨®n le merecen las actitudes de los responsables de esas instituciones, el delegado del Gobierno, Jos¨¦ Torres Hurtado, y el alcalde, Alfredo S¨¢nchez Monteseir¨ªn?
R. Como en tantas otros hechos, muy dispares y que no tienen que ver con la delincuencia, como la cumbre europea de junio o la acampada contra la LOU, hemos visto que alcalde y delegado del Gobierno son literalmente incapaces de dialogar y plantear un trabajo en com¨²n que sea efectivo. Supongo que es a diferencias pol¨ªticas a lo que se deben atribuir sus problemas, o quiz¨¢s es a la simple ineptitud de uno y de otro, lo que tampoco es descartable dadas las caracter¨ªsticas de ambos personajes. En este ¨²ltimo caso hemos visto un nuevo episodio de esa misma historia: incapacidad de ambos para afrontar una cuesti¨®n que merec¨ªa una respuesta ¨¢gil e inmediata. Practican la pol¨ªtica del avestruz. Que ante hechos como los de este verano ninguna de las dos autoridades haya sido capaz de responder m¨ªnimamente, ni siquiera de aparecer p¨²blicamente para tranquilizar los ¨¢nimos es algo bastante grave. Ya no hablamos s¨®lo de coordinaci¨®n, sino de la incapacidad de afrontar una situaci¨®n l¨ªmite.
P. ?Cree que hay barrios sin ley en Sevilla?
R. Hay barrios en la ciudad que llevan en estado de radical abandono desde hace 30 a?os. Zonas que nacieron como guetos, que se crearon como reservorios de poblaci¨®n con grandes problemas de marginalidad y en los que el Estado, lejos desde el principio de adoptar medidas tendentes a promover la integraci¨®n de los mismos, lo que ha hecho ha sido olvidarse completamente de ellos durante d¨¦cadas. Las Tres Mil Viviendas es el caso paradigm¨¢tico, pero pasa algo parecido en el Pol¨ªgono Norte. Estos barrios son ahora el caldo de cultivo de los problemas de inseguridad ciudadana que tiene Sevilla. Y cuando en ellos se hace algo de promoci¨®n social, siempre es a cargo del movimiento vecinal. La labor de la Administraci¨®n p¨²blica, ya sea Ayuntamiento, Junta de Andaluc¨ªa o Gobierno, es m¨ªnima.
P. ?Qu¨¦ soluci¨®n tienen esas problem¨¢ticas?
R. Har¨ªa falta crear un medio, un entorno, donde la gente se eduque en otras condiciones. Se requieren actuaciones sociales, urban¨ªsticas, de fomento de empleo, educativas. Una iniciativa integral, que efectivamente persiga la reinserci¨®n social de esa poblaci¨®n a largo plazo, porque los que son delincuentes ahora con 25 a?os ya no tienen soluci¨®n. Si hacemos eso, los que ahora tienen 10 a?os a lo mejor no lo son dentro de 15.
P. Pero los disturbios de este verano no han ocurrido en barrios te¨®ricamente tan marginales. ?Es indicativo de que la marginalidad social se extiende?
R. Hay pol¨ªticas econ¨®micas, estructurales, del Gobierno del PP, que est¨¢n llevando a que existan m¨¢s capas de exclusi¨®n social. Se han ensanchado las diferencias entre la gente que vive medio bien y la que vive mal, que es cada vez m¨¢s. Pero, adem¨¢s, la distribuci¨®n de la marginalidad por barrios no est¨¢ tan clara ni se reduce a Pol¨ªgono Sur, Norte o Torreblanca. Hay zonas en Los Pajaritos, Amate, Rochelambert o Candelarias en las que hay n¨²cleos de mucha marginaci¨®n y con graves problemas, equiparables a los de las Tres Mil Viviendas. Es poblaci¨®n joven sin futuro, sin expectativas.
P. ?Qu¨¦ importancia tiene la presencia policial en la soluci¨®n a esos problemas?
R. Que exista presencia, eficacia y coordinaci¨®n policial es imprescindible. Ahora, m¨¢s de una vez he o¨ªdo al alcalde decir que hay que resignarse a que una gran ciudad tenga lunares negros, barrios marginales, y hay que aguantarse con ello. Y, por tanto, la ¨²nica respuesta es la policial. Creo que esa v¨ªa nunca podr¨¢ acabar completamente con el problema. Los sucesos de este verano deber¨ªan servir para que las administraciones p¨²blicas se pongan de acuerdo para abordar pol¨ªticas integrales que saquen a estos barrios del absoluto subdesarrollo socioecon¨®mico en que se encuentran. Y eso consiste fundamentalmente en dinero, en grandes dotaciones presupuestarias; y en una buena gesti¨®n pol¨ªtica integrada entre las diferentes instituciones.
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