Ibarrola instala m¨¢s de un centenar de traviesas en Alemania

Agust¨ªn Ibarrola (Bilbao, 1930) vivi¨® ayer uno de los d¨ªas m¨¢s hermosos de su existencia cuando se inaugur¨®, cerca de Bottrop, la instalaci¨®n de m¨¢s de un centenar de traviesas que el escultor vasco ha dispuesto a modo de paseo. All¨ª, en un peque?o teatro al aire libre, con las esculturas-t¨®tems de fondo, la trienal propuso una fiesta musical con Uljan Bayboussinova y el cantante vasco Imanol.

Poco despu¨¦s de las afectuosas palabras de G¨¦rard Mortier, director art¨ªstico de la Trienal del Ruhr, y de Pedro Jos¨¦ Sanz, consejero cultural de la Embajada de Espa?a en Berl¨ªn, se inaugur¨® la instalaci¨®n de Ibarrola en la cima de la monta?a de escoria de carb¨®n Halde Haniel, cercana a Bottrop. All¨ª, con las traviesas como tel¨®n de fondo -'como un coro de personajes', seg¨²n el artista-, tuvo lugar una fiesta musical de poes¨ªa ¨¦pica con la cantante de Kazajasit¨¢n Uljan Bayboussinova y el cantante vasco Imanol, que a capella o acompa?ado por Txema Garc¨¦s (bajo) y Juantxu Ceberio (teclados), se centr¨® en el romancero vasco de los siglos XVI, XVIII y XIX.

Imanol cant¨® en euskera y en castellano, terminando una actuaci¨®n que tuvo mucho de magia con ese poema de Celaya que comienza: 'La eternidad, esa m¨²sica de silencios y armon¨ªa de esferas'. Fue una aut¨¦ntica fiesta popular en la tarde de verano m¨¢s soleada en la zona lo que anim¨® a subir a la monta?a a cantidad de familias con ni?os, o a j¨®venes en bicicleta, que o bien se situaron en las gradas del teatro o prefirieron escuchar el concierto desde lo m¨¢s alto, apoyados en las traviesas del artista.

'Hoy d¨ªa estamos construyendo un arte popular con nuevos conceptos de vanguardia y con unos materiales que en el pasado fueron considerados vulgares y poco nobles', dijo Agust¨ªn Ibarrola en la presentaci¨®n del acto. 'Las traviesas son t¨®tems que evocan las culturas milenarias, las industriales y las posindustriales. Han tenido un uso muy importante en la vida de los pueblos y yo espero que sigan contribuyendo, transformadas en esculturas, a abrir las puertas al profundo mundo de las evocaciones y emociones'.

La instalaci¨®n de Agust¨ªn Ibarrola se enmarca en el concepto de integraci¨®n de las artes y en la nueva valoraci¨®n de los espacios que G¨¦rard Mortier est¨¢ imprimiendo desde la recta de salida a la Trienal del Ruhr. La inauguraci¨®n oficial, el d¨ªa 31 de agosto, con Deutschland, deine lieder (Alemania, tus canciones) en una nave industrial de Zeche Zollverein, en Essen, supone ya una definici¨®n de las intenciones art¨ªsticas de Mortier. Se trata de un espect¨¢culo en el que conviven m¨²sicas populares y cultas con teatro de texto y avanzadas tecnolog¨ªas esc¨¦nicas alrededor de un argumento sugerente: la b¨²squeda de las ra¨ªces alemanas y del reencuentro con la figura del padre de un personaje (encarnado por el actor Marcus Bluhm) que regresa a su tierra despu¨¦s de una larga ausencia.

La integraci¨®n de v¨ªdeos, teatro y m¨²sicas susurradas o reelaboradas por Parviz Mir-Ali para un coro a capella sobre temas de Mahler a Weber, o de Wagner a Rio Reiser, sirve al director esc¨¦nico Matthias Hartmann para una profunda reflexi¨®n sobre la memoria y la identidad. La riqueza narrativa producida por la mezcla de recursos teatrales es asombrosa. Hay una fascinaci¨®n desde la reflexi¨®n, pero tambi¨¦n desde la ternura, y siempre con el apoyo de una m¨²sica entendida como compa?era. La fluidez del tratamiento esc¨¦nico permite que una historia interior y compleja llegue sin obst¨¢culos al gran p¨²blico (hay 13 representaciones hasta el 19 de septiembre). Es un espect¨¢culo colosal. Mortier ha marcado las diferencias.

La inauguraci¨®n de la Trienal del Ruhr se hizo coincidir con una gran fiesta nocturna en 32 espacios de 16 ciudades. Con Alemania, tus canciones se inicia una serie de escenificaciones de obras musicales de c¨¢mara en la Trienal del Ruhr, cuyas pr¨®ximas entregas son los dos ciclos de lieder m¨¢s importantes de Schubert -Viaje de invierno, con Christine Sch?fer, y La bella molinera, en una puesta en escena de Christoph Marthaler- y las canciones del exilio de Hanns Eiler. Todo ello representado en espacios industriales.