La hora de actuar

El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales tiene en estudio establecer ayudas econ¨®micas para las mujeres maltratadas que hayan de abandonar su hogar o el lugar de trabajo a causa de la persecuci¨®n que sufren. Aunque el ministro Eduardo Zaplana no ha querido comprometerse todav¨ªa con la medida, a la espera de analizar su repercusi¨®n econ¨®mica, el hecho de que se est¨¦ planteando indica que el Gobierno comienza a despertar a lo que ya constituye un clamor: la necesidad de abordar con mayor decisi¨®n y medidas m¨¢s eficaces el problema de la violencia dom¨¦stica, pues las emprendidas hasta ahora no han sido capaces de reducir el n¨²mero de v¨ªctimas.

Es l¨®gico que el Gobierno analice la repercusi¨®n econ¨®mica de un plan de este tipo, que a buen seguro no ser¨¢ menor dado el elevado n¨²mero de mujeres que sufren violencia. Es incluso de esperar que si se aplica se multiplique el n¨²mero de las que quieran acogerse a ella, pues en la actualidad muchas mujeres no denuncian los malos tratos o las amenazas para no enconar a¨²n m¨¢s al agresor, ante la falta de medios econ¨®micos para librarse de ¨¦l y poder llevar una vida independiente. Pero a la hora de tomar una decisi¨®n, el Gobierno deber¨ªa tener en cuenta que, en las sociedades avanzadas, el ¨¦xito pol¨ªtico se mide tambi¨¦n por los resultados de la pol¨ªtica social y, cada vez m¨¢s, por la sensibilidad que los gobernantes sepan demostrar frente a problemas de la vida cotidiana que crean angustia e infelicidad. No todo se reduce al d¨¦ficit cero.

Veremos cu¨¢nta sensibilidad demuestra el partido gobernante cuando en los pr¨®ximos d¨ªas se debata en el Congreso de los Diputados el plan integral contra la violencia dom¨¦stica presentado por el grupo socialista. Veremos tambi¨¦n qu¨¦ respuesta da a la propuesta que ha hecho el pleno del Parlamento Europeo a los pa¨ªses miembros de UE para que introduzcan en su legislaci¨®n el derecho de la mujer que acredite ser v¨ªctima de violencia dom¨¦stica al desalojo inmediato del agresor del domicilio com¨²n.

Y veremos, en fin, c¨®mo se concretan las ayudas econ¨®micas que estudia el Ministerio de Trabajo. Ser¨ªa lamentable que este proyecto quedara, como ha ocurrido con otras promesas, en agua de borrajas. Porque la situaci¨®n de la violencia dom¨¦stica ha llegado a un punto en el que ya no es tolerable quedarse en las meras declaraciones. Hay demasiadas vidas en juego como para recurrir a la vieja estratagema de anunciar soluciones y eternizarse en el estudio de su viabilidad para pretender que algo se mueve cuando est¨¢ parado.