El burgu¨¦s gentilhombre
Fue Moli¨¨re uno de los primeros en dibujar estos cambios de sociedad en los que la burgues¨ªa ascendente quer¨ªa imitar a la nobleza. Eran t¨ªmidos y rid¨ªculos; pero un siglo despu¨¦s (El burgu¨¦s y otras obras similares estaban escritas hacia 1670) hubo una revoluci¨®n popular, los arist¨®cratas fueron a la guillotina y otra vez ganaron los burgueses a los revolucionarios, imitaron a los arist¨®cratas, hubo un primer imperio, un segundo imperio, y todo lleg¨® a monsieur Chirac. O a monsieur Aznar.
Lo pienso viendo las t¨ªmidas reacciones a la boda de la opini¨®n p¨²blica en el g¨¦nero del periodismo, con tanta decadencia moral como tiene hoy. M¨¢s all¨¢ de los peri¨®dicos, la calle -'el hombre de la calle' se dec¨ªa antes- est¨¢ disgustada. Incluso en los peri¨®dicos aznaristas hay cierta guasa. 'La tercera infanta', dice Carmen Rigalt en el servicial El Mundo, en el que Manuel Hidalgo titulaba: 'Esta boda es un error'. ?Vaya por Dios!, como dir¨ªan los Mil Te¨®logos de Madrid presididos por el ateo V¨¢zquez Montalb¨¢n: que lo hayan elegido a ¨¦l para hablar sin renunciar a s¨ª mismo es otro movimiento de cambio de clases: la burgues¨ªa mira hacia el ateo por una parte y hacia la aristocracia por otra.
Creo que fueron los comunistas que precedieron a Manolo los que hicieron la 'pol¨ªtica de la mano tendida' hacia los cat¨®licos. Ahora es al rev¨¦s. Es verdad que Miret Magdalena y V¨¢zquez Montalb¨¢n coincidieron como estrellas y escritores de culto en Triunfo, que fue el ¨²ltimo bot¨®n de oro de la izquierda, parodiado por La Calle del PC con Alonso de los R¨ªos, que luego fue burgu¨¦s y gentilhombre. El trabajo de nosotros, los gacetilleros, sobre todo los dedicados a mirar la televisi¨®n, que es la verdadera vida, es el de escrutar los signos. Los de la boda son los de este movimiento del burgu¨¦s hacia la gentilhombr¨ªa. El problema de ese partido es que cree que la monarqu¨ªa es un ap¨¦ndice suyo.
Cuando desclasa a la burgues¨ªa nueva y entrampada con la ley de trabajo y la devuelve hacia el proletarismo; machaca a los j¨®venes por borrachos y por su 'fracaso escolar'; cuando desprecia los viejos sentimientos de caridad al destrozar a los inmigrantes aparece este fest¨ªn bajo Felipe II y Juan Carlos de Borb¨®n; esta nueva sociedad de invitados varios y de no invitados significativos (?nadie recuerda las bodas de los cuentos donde aparec¨ªa el hada mala que no hab¨ªa sido invitada?) parece un acto del burgu¨¦s gentilhombre.
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