La retaguardia de Batasuna en Francia
Los vecinos de Bayona, donde la coalici¨®n mantiene abierta su principal sede, ven con distancia el proceso de ilegalizaci¨®n
Bayona, una ciudad francesa de 42.000 habitantes situada a 26 kil¨®metros de la frontera, exhibe signos m¨¢s que evidentes de que sus ciudadanos se sienten vascos: ikurri?as en las tiendas de souvenirs, carteles de Ongi etorri que dan la bienvenida en los bares o conversaciones de calle ¨ªntegramente en euskera. Pero tampoco faltan pruebas de que, ante todo, se consideran franceses: salvo en las instituciones y en los c¨ªrculos nacionalistas, apenas existe preocupaci¨®n sobre el conflicto vasco.
?Qu¨¦ opina sobre la suspensi¨®n de actividades de Batasuna en Espa?a? 'No me interesa la pol¨ªtica', responde Erramun, que atiende en euskera y franc¨¦s en el Bar du Marche, de la Rue des Basques. 'No lo seguimos. Nuestra ¨²nica pol¨ªtica es el trabajo y aqu¨ª viene gente de todo tipo', a?ade su compa?ero. No son una excepci¨®n en Bayona. Los ciudadanos est¨¢n informados sobre el proceso de ilegalizaci¨®n de la formaci¨®n aberzale, pero la medida y sus hipot¨¦ticas consecuencias se ven con distancia. 'Es un problema espa?ol', dicen en su mayor¨ªa. ?Les inquieta que Batasuna pueda fortalecer su presencia aqu¨ª ahora que no puede operar en Espa?a? 'En absoluto', coincide m¨¢s de uno. 'Es un partido pol¨ªtico'.
Batasuna tiene en el segundo piso de la calle Cordeliers 38 una de sus sedes territoriales francesas, la oficina de Koldo Gorostiaga, su ¨²nico europarlamentario. Tras su suspensi¨®n en Espa?a, la formaci¨®n aberzale anunci¨® en su p¨¢gina web -que el juez Baltasar Garz¨®n ha ordenado clausurar- el cambio de su direcci¨®n de correos a esta oficina, la principal que mantiene abierta. Los rumores sobre el traslado de la actividad del partido al otro lado de la frontera surgieron de inmediato con tanta rapidez como fueron desmentidos. Lo negaron tanto el coordinador territorial de Lapurdi, Egoitz Urrutikoetxea, hijo del parlamentario vasco y ex dirigente de ETA Josu Ternera, como el portavoz de Batasuna en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s, Xabier Larralde. 'No hay ninguna intenci¨®n de centralizar la actividad de Batasuna en Iparralde', dijo. 'Todo lo contrario, nuestra intenci¨®n es trabajar como siempre desde todos los pueblos'.
Ahora mismo, en Bayona, la suspensi¨®n de Batasuna y su posible ilegalizaci¨®n s¨®lo est¨¢ en boca de los representantes institucionales y los sectores nacionalistas. Y en la de los ciudadanos que tienen mucha vinculaci¨®n con el Pa¨ªs Vasco, conocen la cruda realidad que viven concejales, jueces, fiscales, profesores, periodistas... y temen las consecuencias de las medidas judiciales y gubernamentales. 'Saben que hay un problema gordo, pero como no lo ven, no lo viven como otros que vamos mucho al Pa¨ªs Vasco...', apunta Olivier Barachar, gerente de la Plaza de Toros de Bayona. 'S¨ª se preocuparon, en cambio, con los incidentes de la Cumbre de Biarritz'.
En Bayona -que fue hist¨®ricamente ciudad de acogida de los refugiados de ETA junto con otras localidades vecinas como Biarritz- no existe kale borroka. Por eso, saltaron todas las alarmas entre la poblaci¨®n y las autoridades cuando en octubre de 2000, con motivo de la cumbre europea en Biarritz, una manifestaci¨®n convocada por Gestoras pro Amnist¨ªa en favor de los presos de ETA acab¨® en una batalla campal entre la polic¨ªa francesa y unos 2.000 participantes en el acto. Los incidentes se saldaron con 40 detenidos, en su mayor¨ªa espa?oles, tres gendarmes heridos e importantes destrozos en la ciudad. D¨ªas despu¨¦s, radicales saqueaban y quemaban la sede de Radio Euskadi, la emisora p¨²blica vasca, en esta ciudad. 'Nunca hab¨ªamos conocido nada similar', confirma Jean Grenet, alcalde de Bayona y parlamentario franc¨¦s por la Uni¨®n por la Mayor¨ªa Presidencial (UPM). ?Desde entonces hay m¨¢s miedo a una convocatoria de sectores de la izquierda aberzale? 'No', responde. 'Aquello fue algo muy puntual; simplemente aqu¨ª se organiz¨® la contracumbre'.
Grenet obtuvo un esca?o en las ¨²ltimas legislativas, que dieron la victoria a la derecha y evidenciaron el escaso peso real del nacionalismo en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s. S¨®lo el 10% de la poblaci¨®n de Iparralde vot¨® a partidos nacionalistas. PNV y EA, que est¨¢n muy presentes en la sociedad, tuvieron un escaso eco en las urnas. Lograron en coalici¨®n 1.934 votos, un 1,9% del total. Abertzaleen Batasuna, escindida de Batasuna en octubre de 2001, fue mucho m¨¢s votado: logr¨® 7.570 papeletas y el 6,4% de los votos. La formaci¨®n ahora suspendida en Espa?a pidi¨® a sus simpatizantes el voto nulo. Su invitaci¨®n fue secundada por 800 personas sobre un censo de 240.000 electores.
Estos resultados reflejan bien lo que Grenet quiere dejar claro desde un primer momento: 'La problem¨¢tica es muy distinta aqu¨ª que en el Pa¨ªs Vasco espa?ol'. 'All¨ª se pide la independencia y aqu¨ª la reivindicaci¨®n s¨®lo abarca la creaci¨®n de un Departamento vasco, que cuenta con opiniones favorables y contrarias en todos los partidos', recalca. Grenet traza as¨ª el perfil del 90% de poblaci¨®n: 'Estamos muy felices de pertenecer a este colectivo vasco, pero, sin embargo, tenemos lazos muy hondos con Francia'. El nacionalismo al otro lado de la frontera es un hecho m¨¢s cultural que pol¨ªtico. 'Los ciudadanos aqu¨ª aspiran a vivir en paz y a trabajar'.
En Bayona, las relaciones entre los partidos pol¨ªticos son normales. No hay formaciones que no se hablen entre s¨ª, como ocurre en Espa?a entre Batasuna y PP, por ejemplo. 'Hay divergencias pol¨ªticas evidentes', se?ala el alcalde. 'Aunque ellos se arrogan un monopolio de funcionamiento democr¨¢tico, la realidad no es tan evidente, ni mucho menos. Aqu¨ª nos saludamos dentro del marco democr¨¢tico'.
Tambi¨¦n lo son las relaciones entre ciudadanos, incluso en la Petit Bayonne, barrio en el que se concentran las sedes, revistas y carteles reivindicativos del nacionalismo radical. Y la convivencia con Batasuna. S¨®lo dos personas de la veintena consultadas arremeti¨® contra la formaci¨®n. 'Siento rabia de que puedan instalarse aqu¨ª', se?al¨®, 'pero s¨¦ que estar¨¢n controlados'.
No a la suspensi¨®n
La suspensi¨®n judicial de actividades de Batasuna y su proceso de ilegalizaci¨®n tienen m¨¢s de un detractor en Francia. PNV y EA ya han expresado su disconformidad en m¨¢s de una ocasi¨®n, con argumentos que coinciden en parte con los de Abertzaleen Batasuna -partido escindido de Batasuna-. 'Para nosotros', el auto de Garz¨®n 'no tiene bases jur¨ªdicas', dice el miembro de la Ejecutiva de esta formaci¨®n Jackes Bortayron. 'Nos parece b¨¢sicamente literatura policial. Es muy preocupante adem¨¢s que se impute una responsabilidad colectiva'. Bortayron cree que con estas medidas se hace una apuesta 'por alargar el conflicto, por aumentar el enfrentamiento entre nacionalistas y por frenar el trabajo en com¨²n de los aberzales que tanto se teme'. Y pide al Gobierno franc¨¦s que no siga la pol¨ªtica espa?ola. 'Ya es hora de que haga frente al problema vasco a trav¨¦s de la negociaci¨®n'. El juez Baltasar Garz¨®n ha solicitado un informe a la Unidad Central de Inteligencia (UCI) de la polic¨ªa antes de enviar una comisi¨®n rogatoria a Francia para la clausura de la sede de Batasuna en Bayona. 'Entendemos la exasperaci¨®n del pueblo espa?ol, el ¨²ltimo atentado con la muerte de esa ni?a ha tenido que ser muy duro de soportar', apunta Jean Grenet, alcalde de Bayona. 'Sin embargo, no creo que sea la medicina adecuada'. Sobre el papel de Francia es a¨²n m¨¢s tibio. 'Es un problema de derecho internacional', dice. En la calle, dos j¨®venes hablan de 'una acci¨®n de la dictadura' y piden responsabilidad a su Gobierno.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Conexiones terroristas
- Ilegalizaci¨®n partidos
- Pol¨ªtica nacional
- Pa¨ªs Vasco franc¨¦s
- Relaciones institucionales
- Baltasar Garz¨®n
- Batasuna
- Coalici¨®n antiterrorista
- Comunidades aut¨®nomas
- Francia
- Pol¨ªtica exterior
- Europa occidental
- Pol¨ªtica antiterrorista
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Europa
- Lucha antiterrorista
- Pa¨ªs Vasco
- ETA
- Partidos pol¨ªticos
- Relaciones exteriores
- Grupos terroristas
- Espa?a
- Terrorismo
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica