Cajas muy templadas

El asalto de las cajas de ahorro al mercado financiero no conoce fronteras. Estas instituciones han desbordado a la banca tambi¨¦n en Madrid y ya lideran la red de oficinas en 11 comunidades aut¨®nomas. El pasado ejercicio, los bancos cerraron 1.099 sucursales en toda Espa?a, con lo que su red se reduce hasta las 14.928. Mientras tanto, las cajas abr¨ªan 545 sucursales, hasta 19.842. Las grandes fusiones bancarias y el movimiento de expansi¨®n fuera de las fronteras naturales de las cajas han dado un vuelco al mercado en pocos a?os. Los especialistas consideran positivo este movimiento porque aumenta la competencia.

En los ¨²ltimos once a?os, las cajas han incrementado su red de sucursales en un 45%

La banca quiere vender cada vez m¨¢s productos a los clientes, mientras sus competidoras mandan en el mercado hipotecario

Las cajas han alcanzado cuotas muy altas en cr¨¦ditos y dep¨®sitos y, para seguir creciendo, tienen que abrir oficinas fuera de su ¨¢rea natural

El proceso de reducci¨®n de oficinas de los grandes bancos se est¨¢ acabando, al tiempo que la expansi¨®n de las cajas pierde velocidad

Las cajas de ahorro no paran de ganar terreno en el mapa bancario espa?ol. Lo que comenz¨® como un ¨¦xodo fuera de sus fronteras fundacionales, al abrigo de las sucesivas legislaciones, se ha convertido en una marea de nuevas oficinas que se abre paso por toda la geograf¨ªa espa?ola. El espectacular proceso de apertura de sucursales iniciado a mediados de la pasada d¨¦cada contin¨²a, en un momento en que los dos grandes bancos siguen inmersos en una din¨¢mica de cierre de oficinas derivada de sus fusiones.

La ¨²ltima plaza donde las cajas han puesto una pica en Flandes ha sido Madrid. El inter¨¦s de estas instituciones por ampliar su presencia en esa provincia se ha materializado en 2001 con la apertura de 137 sucursales. Su red de oficinas alcanza los 2.396 establecimientos. En el mismo periodo, la banca cerraba 143 establecimientos y su presencia se reduc¨ªa hasta los 2.337 locales. La banca pierde la mayor¨ªa en Madrid, la und¨¦cima comunidad aut¨®noma con mayor presencia de cajas de ahorro.

'Los mercados de Madrid y Barcelona todav¨ªa ofrecen posibilidades de expansi¨®n. Cuentan con poblaciones que provienen de zonas geogr¨¢ficas diversas y en estos n¨²cleos es donde se pueden introducir las cajas de ahorro. Adem¨¢s, cuando se alcanza un determinado nivel de actividad bancaria y el negocio pasa de los dep¨®sitos al cr¨¦dito, Madrid, y en menor medida Barcelona, son las plazas b¨¢sicas. Ah¨ª es donde se concentran las grandes empresas', asegura Roberto Higuera, director general de banca comercial de Banco Popular.

Despegue estrat¨¦gico

A mediados de la pasada d¨¦cada, las cajas de ahorro iniciaron una expansi¨®n vertiginosa. Hasta 1988 la legislaci¨®n imped¨ªa a estas instituciones financieras abrir sucursales fuera de su ¨¢mbito natural. Desde principios de 1989 comenzaron a hacerlo con cierta timidez.

El despegue de las cajas obedec¨ªa a un redise?o de su estrategia de negocio. Hasta entonces, las cajas se hab¨ªan dedicado en exclusiva al negocio bancario al por menor: particulares y peque?as y medianas empresas. Una actividad que se centraba en la captaci¨®n de dinero de los clientes y que se rentabilizaba en el mercado interbancario, prest¨¢ndolo a otras instituciones de cr¨¦dito.

En los ¨²ltimos a?os se ha producido un golpe de tim¨®n en la estructura del negocio de las cajas de ahorro. En s¨®lo un lustro, el cr¨¦dito ha elevado en casi 17 puntos su peso en la estructura del balance de estas instituciones, desde el 40,6% de 1996 hasta el 52,8%, seg¨²n los ¨²ltimos datos de la Confederaci¨®n Espa?ola de Cajas de Ahorros (CECA).

'El impulso de las redes de las cajas obedece a tres factores: la vocaci¨®n de estas instituciones para llegar a cualquier parte, la libertad de establecimiento en todo el territorio espa?ol, que se produjo desde finales de los a?os ochenta, y que mientras la banca ya hab¨ªa desarrollado sus redes en Espa?a y decid¨ªa ampliar sus redes en Latinoam¨¦rica, las cajas optaban por realizar esa expansi¨®n dentro de nuestro pa¨ªs', asegura Braulio Medel, presidente de Unicaja y vicepresidente de la Confederaci¨®n Espa?ola de Cajas de Ahorros (CECA).

Hasta finales de los a?os ochenta, las cajas no pudieron comenzar a abrir oficinas en su propia comunidad aut¨®noma. El decreto de cajas de 1988 les permiti¨® abrir en todo el territorio nacional. Con esa liberalizaci¨®n, a partir de 1995 las cajas de ahorro se lanzan a la conquista de los grandes centros empresariales espa?oles. Y la estructura de su actividad cambia, seg¨²n pueden instalar bases operativas en capitales como Madrid o Barcelona.

Proceso de expansi¨®n

Las cajas disponen hoy de 19.823 oficinas, frente a 14.928 de los bancos. La banca adquiri¨® su mayor dimensi¨®n en Espa?a en 1992, cuando contaba con 18.154 sucursales (las cajas ten¨ªan entonces 14.123). Ambas entidades ten¨ªan pr¨¢cticamente el mismo peso en 1998, momento en el cual las cajas comienzan a distanciarse de la banca en red.

El efecto del proceso de expansi¨®n de establecimientos de las cajas de ahorro sobre el mapa bancario espa?ol se magnifica ante el cierre de oficinas que diversas instituciones est¨¢n llevando a cabo tras abordar procesos de fusiones. ?ste es el caso de Santander Central Hispano (SCH) y Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), fusionados en 1999. Tambi¨¦n sucedi¨® con Central Hispano despu¨¦s de su fusi¨®n en 1991.

Banesto, adjudicado al Santander en subasta, despu¨¦s de su intervenci¨®n, ha registrado un importante proceso de cierre de oficinas, debido a las duplicidades con la red del banco c¨¢ntabro. El Banco Sabadell, que adquiri¨® Banco de Asturias y Banco Herrero, tambi¨¦n se ha visto afectado por este proceso, aunque en menor medida.

Entre los grandes bancos, el Popular arroja un saldo positivo en crecimiento de su red, porque las aperturas han superado en n¨²mero el cierre de sucursales no rentables.

La expansi¨®n territorial de las cajas de ahorro se ha producido de muy diversa manera. Unas instituciones decidieron realizarla a base de la apertura de oficinas. El ejemplo m¨¢s destacado fue La Caixa, una entidad que en un decenio ha duplicado el n¨²mero de sus sucursales, ha penetrado con fuerza en Madrid y ha colocado peones por todo el tablero financiero nacional.

Otras prefirieron la v¨ªa de la compra de bancos. As¨ª lo hizo Caja Madrid cuando adquiri¨® Banca Jover al Grupo Cr¨¦dit Lyonnais en 2000, para establecerse en Barcelona y Baleares, tras el ataque al que hab¨ªa sido sometido en su propio feudo por La Caixa. Tambi¨¦n Caja Duero, cuando se hizo con la red de la filial espa?ola del Cr¨¦dit Lyonnais en 2000.

La historia tambi¨¦n se escribe en t¨¦rminos de temor ante la falta de tama?o ante una eventualidad de una fusi¨®n regional. El ejemplo m¨¢s significativo lo han protagonizado Bancaja y la Caja de Ahorros del Mediterr¨¢neo (CAM). Bancaja, la caja de Valencia, Castell¨®n y Alicante, adquir¨ªa Sindibanc en 1999, mientras la CAM hac¨ªa lo propio en 1998 con las filiales del San Paolo y del Abbey National Bank.

Acciones desiguales

Estos movimientos constituyen el mejor exponente de la desigualdad entre bancos y cajas en determinadas acciones propias del negocio financiero. 'Las cajas pueden comprar bancos, pero no al contrario', se quejan los banqueros. Una situaci¨®n que responde al hecho de que los bancos son sociedades an¨®nimas, con el capital repartido en acciones, en tanto las cajas son instituciones de car¨¢cter fundacional con fines sociales.

El estatus en t¨¦rminos de ¨¢reas de negocio mantenido durante d¨¦cadas por bancos y cajas no se ha llegado a quebrar. Todav¨ªa. Durante muchos a?os los bancos han sido fundamentalmente prestamistas y las cajas tomadoras de dinero de los clientes.

Las posiciones se mantienen, aunque las diferencias se han estrechado con el paso del tiempo. Las cajas siguen dominando la parcela del negocio bancario de tomar dep¨®sitos del p¨²blico. Manejaban a junio pasado un saldo de 324.521 millones de euros, frente a los 253.142 millones de los bancos. En cr¨¦ditos son estas ¨²ltimas instituciones las que mandan, con 348.027 millones de euros, mientras las cajas cuentan con 316.283 millones.

'Las cajas han alcanzado cuotas muy altas en cr¨¦ditos y dep¨®sitos, y para seguir creciendo tienen que abrir oficinas fuera de su ¨¢mbito natural', se?ala Miguel ?ngel Martin Albo, consultor de banca de Analistas Financieros Internacionales (AFI).

La verdadera competencia

Donde las cajas han desatado una aut¨¦ntica competencia con los bancos es en las inversiones en Bolsa. En los ¨²ltimos cinco a?os casi han triplicado sus carteras industriales, hasta el punto de recibir reiteradas advertencias por parte del Banco de Espa?a. El gobernador de esta instituci¨®n, Jaime Caruana, ha recordado que las cajas pueden diversificar su negocio siempre que 'cuenten con capacidad financiera y de gesti¨®n suficientes'.

Los grandes bancos se encuentran todav¨ªa en un proceso de racionalizaci¨®n de su red, mientras tienen que enfrentarse al agujero de Latinoam¨¦rica. Esto ha dividido a la banca espa?ola en dos grupos, los megabancos y el resto de entidades.

Resulta curioso comprobar c¨®mo frente a una ca¨ªda superior al 40% en el beneficio de SCH y BBVA, debido a las provisiones para riesgos en Latinoam¨¦rica, el resto de instituciones bancarias gana casi un 20%, seg¨²n c¨¢lculos de ?ngel Berges y Miguel ?ngel Mart¨ªn-Albo, ambos pertenecientes a AFI. Los ¨²ltimos datos publicados por las cajas, correspondientes al primer trimestre del a?o, reflejaban una ligera ca¨ªda de los beneficios. Y es que no necesariamente lo m¨¢s grande tiene que ser lo m¨¢s bello... ni lo m¨¢s eficaz.