Todos los d¨ªas son 11 de Septiembre
?Por qu¨¦ ha fracasado la Cumbre de Desarrollo Sostenible de Johannesburgo? ?Por falta de propuestas? No. Ni siquiera por su radicalidad, pues todas ellas eran suciamente realistas: dotar de energ¨ªa procedente de fuentes renovables a 2.000 millones de personas; garantizar el acceso al agua potable para el 2015 para la mitad de las personas que ahora carecen de ella; promover pol¨ªticas de seguridad alimentaria contra la pobreza, as¨ª como de protecci¨®n de bosques y oc¨¦anos; aplicar, de una vez, el ya viejo objetivo del 0, 7; acordar un marco jur¨ªdico para que las grandes empresas respondan de los da?os que produzcan en terceros pa¨ªses; estudiar diversas eecomendaciones para condonar la deuda externa; subordinar las reglas mundiales del comercio a los tratados de la ONU y la OIT.
?Por qu¨¦ fracas¨® la Conferencia Internacional del sida de Barcelona de julio de 2002? Recordemos la situaci¨®n: 37 millones de seropositivos en los pa¨ªses pobres. 45 millones m¨¢s previstos en la pr¨®xima d¨¦cada. 40 millones de hu¨¦rfanos provocados por la enfermedad. Como consecuencia, la esperanza de vida en el ?frica subsahariana ha descendido de 62 a 47 a?os. Sin embargo, las aportaciones de los gobiernos al Fondo Global de la ONU contra el sida son rid¨ªculas: s¨®lo han aportado el 27% del dinero previsto; Espa?a s¨®lo el 21% de lo que le corresponde. Lo expres¨® con contundencia Jeop Lange, investigador de la Universidad de ?msterdam y presidente de la Sociedad Internacional del Sida: 'Si podemos llevar Coca-Cola al rinc¨®n m¨¢s remoto de ?frica, no debe ser imposible hacer lo propio con los f¨¢rmacos'. Pero, claro, s¨®lo el 3,5% de los casos se producen en los pa¨ªses ricos.
La Organizaci¨®n Mundial de la Salud propuso en diciembre del a?o pasado un pacto por la salud seg¨²n el cual, si los pa¨ªses ricos invierten el 0,1% del PNB en ayuda sanitaria a los pa¨ªses del Sur, estos podr¨ªan elevar su gasto en salud hasta el 1% de su PNB. As¨ª se salvar¨ªan al a?o 8 millones de vidas que se pierden por enfermedades evitables. Pero el hecho es que la ayuda sanitaria est¨¢ bajando. La ayuda de los pa¨ªses ricos no ha dejado de disminuir: la ONU ha denunciado la disminuci¨®n en un 24% de la ayuda humanitaria desde 1992 y en la asamblea del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, celebrada en Colonia en septiembre de 1999, se rechaz¨® la condonaci¨®n de la deuda externa de los pa¨ªses m¨¢s empobrecidos. En 2000, los pa¨ªses endeudados deb¨ªan 480.000 millones de d¨®lares, ocho veces m¨¢s que en 1980. S¨®lo en intereses pagan 315.000 millones. Mientras tanto reciben como ayuda oficial 40.000 millones, 10.000 menos que las remesas que aportan los inmigrantes que trabajan entre nosotros El presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, rechaz¨® la condonaci¨®n al considerar que tal medida 'quebrar¨ªa el sistema' y, sin verg¨¹enza, proclam¨® que tal cosa acaso fuera posible 'en el pr¨®ximo milenio'. De ah¨ª que, seg¨²n el ¨²ltimo Informe sobre Desarrollo Humano, al ritmo actual el hambre tardar¨¢ 130 a?os en erradicarse, pues desde 1990 el n¨²mero de personas hambrientas s¨®lo ha disminuido en 6 millones al a?o.
Fernando A. Iglesias escribe en su libro Twin Towers: el colapso de los estados nacionales: 'Los seres humanos que habitamos el mundo global somos como aquellos desgraciados que trabajaban en las torres y que cinco segundos antes del impacto del primer avi¨®n cre¨ªan que el conflicto entre israel¨ªes y palestinos era una imagen m¨¢s en las pantallas de la CNN que s¨®lo les concern¨ªa indirectamente'. As¨ª es. El 11-S fue el m¨¢s espectacular ejemplo de que la suerte de la humanidad no se dirime ya en los estrechos m¨¢rgenes de los estados naci¨®n. Sin una visi¨®n integral, sin una conciencia de responsabilidad universal, cada vez m¨¢s viviremos en una situaci¨®n de riesgo global. Pensar que nuestra seguridad puede construirse al margen del destino del resto de la humanidad no es m¨¢s que una falacia. Los aviones del sida, el hambre, la guerra y la injusticia despegan del Sur y vuelan imparables hacia el Norte.
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