"Aqu¨ª lo que importa es salir en la foto"
Fue un ir y venir. Un sin vivir para no perderse la foto. Nunca los pasillos de la Asamblea estuvieron tan habitados. Ni la cafeter¨ªa. Ni la tribuna de invitados. Llena a rebosar. Sindicalistas, pol¨ªticos, diputados silenciosos y parlamentarios animosos, concejales de pasado incierto, consejeros con presente seguro y directores generales de dudoso futuro. Adquir¨ªa la Asamblea, ayer, su m¨¢s exacto sentido de foro popular: el noble y el villano en democr¨¢tica confusi¨®n.
All¨ª estaban el delegado del Gobierno, Francisco Javier Ansu¨¢tegui; el alcalde de Madrid, sonriente y amable, Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano; el portavoz del PSOE y candidato a la presidencia regional, Rafael Simancas; Esperanza Aguirre, del PP, nerviosa y un tanto sorprendida por el revuelo... Los secretarios generales de UGT y CC OO, Jos¨¦ Ricardo Mart¨ªnez -chaqueta sin corbata- y Javier L¨®pez, se dejaban querer por los pol¨ªticos, y los trabajadores de la f¨¢brica de motos Piaggio, en la tribuna, mostraban sus camisetas pidiendo soluciones ante el cierre de la factor¨ªa. ?Y Trinidad Jim¨¦nez? No. Trinidad Jim¨¦nez, la candidata socialista a la alcald¨ªa, no hab¨ªa venido, dec¨ªan. Nadie la hab¨ªa visto. 'No creo que fuera necesaria mi presencia. Y pienso que habr¨ªa estado fuera de lugar. Lo coment¨¦ con Simancas y decid¨ª no asistir', se justificaba despu¨¦s.
Hablaba Ruiz-Gallard¨®n, impasible, sin levantar la voz, casi dos horas sin tocar el vaso de agua. Cuchicheaba el alcalde; In¨¦s Saban¨¦s, de IU, sonre¨ªa a alguna confidencia de Simancas. Mendiluce repart¨ªa su propaganda electoral y abajo, en las salas habilitadas para quienes no hab¨ªan podido acceder a la tribuna, se segu¨ªa el discurso entre bostezos y aburrimiento.
Caras de susto
La cafeter¨ªa trabajaba a tope. Sal¨ªan los diputados del hemiciclo con cara de susto. Una necesidad inaplazable, un caf¨¦ necesario. Gente siempre en los pasillos. C¨¢maras de televisi¨®n. Los cinco minutos de gloria a los que todo el mundo tiene derecho -'oye, que si quieres te traigo ya a mi jefe que puede hacer unas declaraciones...', suger¨ªan los responsables de comunicaci¨®n-.
Cuando, media hora antes del debate, Rafael Simancas hac¨ªa su entrada en el edificio del Parlamento, los pasillos fueron un tumulto de diputados y periodistas. Acompa?ado del portavoz socialista, Pedro Sabando, recorri¨® la Asamblea saludando a unos y otros. Nadie hab¨ªa despertado tanta expectaci¨®n. Un parlamentario del PSOE, zumb¨®n, hac¨ªa esfuerzos para acercarse al grupo mientras se justificaba: '?Qu¨¦ quieres? Hay que salir en la foto'.
Acodado en la barra se confesaba un diputado: 'Ya ves ¨¦stos. Ahora todo el mundo como loco. ?Y ma?ana? Nos quedan casi nueve meses en los que nada se podr¨¢ hacer. Luchando cada uno por su futuro. Los de izquierdas y los de derechas, ?eh? Menudos nueve meses. Un aut¨¦ntico embarazo y a ver qu¨¦ se pare. P¨®nganos otra, jefe'.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.