'Las Doloras' de Gimeno
El pol¨¦mico libro del alcalde de Castell¨®n convulsiona la vida pol¨ªtica local
?En qu¨¦ suele pensar el alcalde de Castell¨®n, Jos¨¦ Luis Gimeno, cuando taciturno y cabizbajo pasea, con las manos en los bolsillos y la chaqueta sobre los hombros, por Las Calles de Castell¨®n? As¨ª se denomina el libro, su pol¨¦mico libro, y al mismo tiempo, es un ejercicio que practica con asiduidad y perseverancia. Con tanta como el tiempo que ha empleado, m¨¢s de 10 a?os de los 12 que lleva de alcalde del PP, en recopilar los datos necesarios para ampliar el manuscrito de su abuelo Vicente Gimeno Michavila, editado en 1930 y que explica por qu¨¦ y cu¨¢ndo fueron nombradas todas las calles de la ciudad. Un tratado que a priori, tendr¨ªa que ser as¨¦ptico, incluso aburrido pero de indudable inter¨¦s y que ha suscitado la controversia e indignaci¨®n de numerosos ciudadanos poco acostumbrados a las salidas de tono de su eterno alcalde. Y es que Jos¨¦ Luis Gimeno, de 60 a?os, ha hablado poco desde que se sentara en la poltrona presidencial hace ya tres legislaturas. Pero lo dicho en el libro, pagado por el Ayuntamiento de Castell¨®n, ha dejado sordo a m¨¢s de uno.
Su padre y su abuelo, ambos republicanos, fueron represaliados por el franquismo
El alcalde escribe de Francisco Franco Bahamonde en Las Calles de Castell¨®n que 'gobern¨® con firmeza como dictador, inflexible, elemental, ¨ªntegro, honrado y espa?ol hasta la m¨¦dula, siendo tan s¨®lo responsable ante Dios y la Historia' y le atribuye el 'desarrollo de la Seguridad Social, la Educaci¨®n p¨²blica, la Sanidad' y que consiguiera 'llevar a Espa?a a situarse entre las primeras potencias industriales del mundo y desarrollarla espectacularmente con un crecimiento econ¨®mico y social extraordinario'. Pero el libro de Gimeno est¨¢ trufado de referencias y alabanzas a otros hechos y personajes franquistas o relacionados de forma intensa con el antiguo r¨¦gimen, como sucede con el ministro Fernando Herrero Tejedor, Ram¨®n Serrano S¨²?er, el D¨ªa de la Liberaci¨®n, la Divisi¨®n Azul o el fascista Santos Vivanco, cuya calle se olvid¨® de modificar la primera Corporaci¨®n democr¨¢tica porque no estaba rotulada la palabra comandante, su empleo al frente de la Divisi¨®n Azul.
?Cu¨¢l ha sido la respuesta de la ciudadan¨ªa ante la publicaci¨®n?, aparentemente ninguna excepto las cr¨ªticas de la oposici¨®n socialista en diferentes ¨¢mbitos, de Esquerra Unida y del Bloc. ?D¨®nde ha estado el Partido Popular? Su actitud ha sido bien distinta si la comparamos con la de algunos ejemplos acontecidos en otros pa¨ªses europeos como el esc¨¢ndalo promovido por el vicepresidente e ide¨®logo del FDP alem¨¢n, J¨¹rgen M?llemann, quien la pasada primavera acus¨® al primer ministro israel¨ª, Ariel Sharon, y a un destacado miembro del Consejo Central de los Jud¨ªos en Alemania de promover el antisemitismo con sus pol¨ªticas. Hubo movilizaciones, cr¨ªticas p¨²blicas incluso de la formaci¨®n liberal, y M?llemann fue obligado a rectificar por el partido en una carta de su pu?o y letra.
Pero al observar el pasado del alcalde de Castell¨®n nadie podr¨ªa sospechar que las actuales fueran sus ideas. Tanto su abuelo, autor de la primera edici¨®n, como su padre, formaron parte del Partido Republicano Radical y fueron concejales en el Ayuntamiento, y ambos acabaron represaliados con dureza por el franquismo y apartados de la vida pol¨ªtica y social de la ciudad. Poco o nada se hablaba de pol¨ªtica en su casa, all¨¢ por los a?os m¨¢s tenebrosos del franquismo. As¨ª las cosas, tal vez Gimeno, Jos¨¦ Luis, utiliz¨® un negro o pretendi¨® exacerbar los ¨¢nimos de una ciudad de almibarada mansedumbre o, como dice Luis Cernuda de un prosaico poeta que tambi¨¦n tiene calle en Castell¨®n, Don Ram¨®n de Campoamor y Camposorio, gobernador de la ciudad en 1947 y autor de Las Doloras, Las Humoradas y Peque?os Poemas, sucedi¨® que 'Las Doloras le quit¨® la ideolog¨ªa falsa que le ataba'.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.