Una multitud protesta en Roma contra el Gobierno de Berlusconi
El cineasta Moretti califica al primer ministro como 'el hombre m¨¢s tendencioso de Italia'
Una impresionante multitud -medio mill¨®n de personas, seg¨²n los organizadores, y 120.000, seg¨²n la polic¨ªa- particip¨® ayer en la fiesta de protesta organizada en la plaza romana de San Juan de Letr¨¢n por el movimiento de los girotondi (corros) contra Silvio Berlusconi. El cineasta Nanni Moretti arranc¨® los mayores aplausos al explicar desde la tribuna las razones de su activismo pol¨ªtico. 'Si un d¨ªa llegara a ser presidente de la Rep¨²blica el hombre m¨¢s tendencioso que hay en Italia, me dar¨ªa verg¨¹enza no haber hecho nada por impedirlo'.
La sociedad civil italiana -los girotondi, o corros de protesta, surgieron al margen de los partidos pol¨ªticos-, se descubri¨® ayer poderosa y desafiante, capaz de medirse con las manifestaciones sindicales, tradicionales hu¨¦spedes de la plaza de San Juan de Letr¨¢n, y de obligar a los pol¨ªticos de profesi¨®n a cambiar papeles siquiera por un d¨ªa. Al palco, decorado con enormes carteles en los que pod¨ªa leerse 'La Constituci¨®n es igual para todos', subieron s¨®lo los art¨ªfices de los girotondi, desde Moretti, la figura carism¨¢tica, hasta Paolo Flores D'Arcais, su ide¨®logo, pasando por Daria Colombo, que inici¨® en Mil¨¢n, en enero, los primeros corros de protesta contra las leyes judiciarias d el Gobierno.
Moretti, que abri¨® el turno de oradores con un discurso m¨¢s personal que pol¨ªtico, hizo un llamamiento a quienes 'votaron a Berlusconi siguiendo un sue?o y se han despertado en medio de una pesadilla', y lanz¨® nuevas cr¨ªticas a los l¨ªderes del centroizquierda. 'Ahora que nos hemos despertado', les dijo, 'no les daremos nunca m¨¢s un cheque en blanco', a?adi¨®. El director de La habitaci¨®n del hijo volvi¨® a repetir que no piensa dedicarse a la pol¨ªtica ('?por qu¨¦ cambiar una profesi¨®n que me gusta por otra que no me gusta?', dijo) y reiter¨® que la protesta no ten¨ªa por objetivo principal criticar a los l¨ªderes del centroizquierda, sino defender las instituciones y la Constituci¨®n italiana. Para Flores D'Arcais, el 14 de septiembre vendr¨ªa a demostrar que es posible superar la llamada 'crisis de la pol¨ªtica', si junto a los pol¨ªticos profesionales est¨¢n los ciudadanos, capaces de ser pol¨ªticos de 'bricolaje'.
Entre la marea de banderas rojas, blancas y verdes de El Olivo, de Los Verdes, entre los globos de colores, emerg¨ªan las pancartas alusivas a Berlusconi y al famoso proyecto de ley de Melchiorre Cirami sobre la leg¨ªtima sospecha, aprobado ya en el Senado, que permitir¨¢ a un imputado recusar a un tribunal y obtener el traslado de un juicio. Los abogados de Berlusconi y los del ex ministro Cesare Previti, implicados en sendos juicios en Mil¨¢n, han pedido ya un cambio de tribunal. 'Berlusconi, fuera las zarpas de Italia', rezaba una pancarta. Otra, con el rostro de Il Cavaliere y una balanza de la justicia, dec¨ªa, 'La ley es igual para m¨ª'.
La manifestaci¨®n estaba planteada como una protesta contra el uso personal de la justicia y de las leyes por parte del Gobierno de centroderecha, y como una fiesta del movimiento de izquierdas, amenizada por cantantes. En el palco se vio por un instante al Premio Nobel de Literatura, Dario Fo uno de los impulsores de la iniciativa.
?Nuevo liderazgo en la izquierda?
La pregunta que toda Italia se hac¨ªa ayer, contemplando la inmensa multitud reunida por un movimiento invertebrado y en cierto modo espont¨¢neo como el de los girotondi, era una sola: ?ha nacido un nuevo partido pol¨ªtico a la izquierda de El Olivo o, por lo menos, un liderazgo renovado? Los principales protagonistas de la jornada lo negaron, una vez m¨¢s, limit¨¢ndose a reconocer que la manifestaci¨®n servir¨¢ para dar nuevo br¨ªo a la izquierda. Algunos, como Paolo Flores D'Arcais, dejaron constancia, sin embargo, de que el movimiento siente especial simpat¨ªa por Sergio Cofferati, que dentro de una semana abandonar¨¢ su puesto al frente de la CGIL, principal sindicato italiano, para regresar a su mesa de trabajo, en la Pirelli. Francesco Rutelli y Piero Fassino, las dos principales figuras de El Olivo, humillados en febrero pasado por el propio Moretti, que interrumpi¨® una manifestaci¨®n para acusarlos de ineficacia pol¨ªtica, estuvieron ayer, entre la gente, lejos del palco, en calidad de ciudadanos de a pie. 'En esta manifestaci¨®n hay muchos votantes del centro-izquierda', dijo Fassino, reivindicando el papel de su partido, los Dem¨®cratas de Izquierda (DS), en el ¨¦xito de la convocatoria. El ¨²nico l¨ªder de la izquierda que no acudi¨® a Roma fue Massimo D'Alema, presidente de los DS y ex primer ministro italiano, que prefiri¨® acudir a una fiesta menor de su partido. 'Es una ausencia complementaria', dijo.
Lo cierto es que sobre D'Alema, gran cerebro del ex PCI, han ca¨ªdo todas las culpas por su papel de supuesto legitimador pol¨ªtico de Berlusconi, a trav¨¦s de la Bicameral, una asamblea parlamentaria reunida entre 1997 y 1998 para afrontar las reformas constitucionales. D'Alema se defendi¨® ayer recordando que El Olivo gan¨® las elecciones de 1996 con un programa de futuro para Italia, sin hablar de Berlusconi, ni explotar sus miserias judiciales. Una explicaci¨®n que no convence a un amplio sector de la izquierda, Moretti y los girotondini incluidos, que urgen al centroizquierda a llevar a cabo una oposici¨®n m¨¢s dura y determinada contra Il Cavaliere, convencidos de que la l¨ªnea moderada adoptada en la ¨²ltima etapa por El Olivo ha sido desastrosa para su suerte electoral.
Entre los pol¨ªticos que acudieron ayer de paisano a la fiesta de protesta estaba Fausto Bertinotti, otro de los responsables, a los ojos de muchos electores de izquierdas, de la derrota de mayo de 2001, por su insistencia en presentarse a las elecciones fuera de la coalici¨®n de centro-izquierda.
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