Nueva imagen para el pr¨ªncipe Enrique
El hijo menor de Diana se declara su heredero al llegar a la mayor¨ªa de edad
El pr¨ªncipe Enrique, hijo peque?o de Carlos y Diana de Gales, ya es mayor de edad: ayer cumpli¨® 18 a?os. Un aniversario importante y planeado al detalle para convencer a los brit¨¢nicos de que el hermano del futuro rey Guillermo y tercero en la l¨ªnea de sucesi¨®n de la reina Isabel II ha madurado y ya no es el adolescente rebelde de hace unos pocos meses, amante del alcohol y los porros. 'Ten¨ªa m¨¢s agallas que nadie', ha sentenciado el joven pr¨ªncipe al referirse a Diana.
Harry ya no es aquel mozalbete turbado que hace cinco a?os a duras penas pod¨ªa contener las l¨¢grimas en el funeral de su madre. Aquel cr¨ªo que intentaba comportarse como un peque?o adulto es ahora un joven espigado que supera generosamente la altura de su padre, aunque sus rasgos infantiles m¨¢s le asemejan a un ni?o grande que a un hombre.
Harry quiere que se le deje de ver como un adolescente rebelde amante del alcohol y de los porros
Desde ayer tiene ya edad para beber vodka y cerveza, aunque fumar porros sigue siendo ilegal en el Reino Unido. Al menos por el momento. Pero Enrique quiere olvidar los deslices que le convirtieron en noticia a principios de a?o, cuando trascendieron sus borracheras y sus devaneos con el cannabis. 'Aquello fue un error y he aprendido la lecci¨®n', asegura en una entrevista a la agencia Press Association reproducida ayer por casi toda la prensa brit¨¢nica.
Prueba, quiz¨¢, de mala conciencia, Enrique ha renunciado a la fiesta de cumplea?os que le ofrec¨ªa el pr¨ªncipe Carlos. 'No me gusta ser el centro de atenci¨®n. Ser¨¢ un d¨ªa tranquilo, con mi padre y mi hermano, en familia', dice. Las distantes referencias al padre contrastan con el ardoroso fervor que expresa hacia la madre.
Enrique se proclama heredero de Diana de Gales. Quiere completar el trabajo que su madre dej¨® a medias y se declara orgulloso 'de la manera en que se acercaba a la gente y c¨®mo se dedic¨® al tipo de obras de caridad que a otros les daba miedo hacer, como la lucha contra las minas antipersonales en el Tercer Mundo'.
'Ella se implic¨® en cosas que nadie hab¨ªa hecho hasta entonces, como la lucha contra el sida, por ejemplo', afirma. 'Ten¨ªa m¨¢s agallas que nadie', remacha, en alusi¨®n quiz¨¢ a la familia paterna. 'Quiero llevar a cabo las cosas que ella no pudo acabar', se compromete.
Dicho y hecho. La semana pasada dedic¨® una jornada a visitar hospitales, a conocer gentes humildes, a j¨®venes con problemas. O, simplemente, a j¨®venes. Tambi¨¦n dedic¨® un d¨ªa a posar para el fot¨®grafo italo-peruano Mario Testino, el preferido de su madre. Los primeros retratos oficiales del pr¨ªncipe adulto llenaron ayer muchas p¨¢ginas de la prensa dominical.
Pero quiz¨¢ menos de las que algunos esperaban. Los tabloides apostaron por el caso Barrymore: el descenso a las tinieblas de Michael Barrymore, el m¨¢s popular presentador de variedades de la televisi¨®n brit¨¢nica hasta que en marzo pasado un joven padre de familia muri¨® en la piscina de su lujosa casa a las afueras de Londres, poniendo al descubierto una vida de perversi¨®n, sexo y coca¨ªna.
La elecci¨®n de los tabloides es quiz¨¢ una prueba de que el pr¨ªncipe Enrique no tiene la enorme popularidad y carisma de su hermano Guillermo, segundo en la l¨ªnea de sucesi¨®n a la corona. Tampoco su madurez. Enrique a¨²n no ha decidido qu¨¦ quiere estudiar y ha cre¨ªdo necesario aclarar que no planea dedicarse a jugar al polo un a?o sab¨¢tico que se cogen muchos j¨®venes brit¨¢nicos entre los estudios secundarios y la Universidad. 'Lo dej¨¦ caer casualmente para ver c¨®mo reaccionaba mi padre', explica.
'No estoy obsesionado por el golf. Me gusta jugar de vez en cuando, pero no quiero dedicarme profesionalmente', se molesta tambi¨¦n en dejar claro. Como la de su fallecida t¨ªa Margarita, su vida se anuncia llena de placeres, pero tambi¨¦n de vac¨ªos. Es el sino de los hermanos de rey.
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