La pol¨¦mica fuerza a Welch a renunciar a los 'extras' de su jubilaci¨®n
La SEC investiga los t¨¦rminos de la pensi¨®n del ex presidente de General Electric
El organismo regulador de los mercados en Estados Unidos, la SEC, est¨¢ investigando si el gigante energ¨¦tico General Electric (GE) fue demasiado generoso con las condiciones de jubilaci¨®n ofrecidas al ex presidente de la compa?¨ªa Jack Welch. GE concedi¨® a su anterior presidente unos beneficios que inclu¨ªan el disfrute de un apartamento en Manhattan y un avi¨®n. Ante las cr¨ªticas suscitadas, Welch se apresur¨® a rechazar casi todos sus privilegios.
Jack Welch, el ex presidente de General Electric, y la compa?¨ªa han acordado reformar las condiciones econ¨®micas de su jubilaci¨®n, que recientemente ha revelado de forma atronadora su esposa, Jane, en una demanda de divorcio. El sorprendente y fabuloso cuadro pintado por ella est¨¢ plagado de 'desmedidas exageraciones', dice Welch, antes de reconocer que el actual clima no tolera determinadas percepciones y que por ello acepta modificar algo que est¨¢ convencido no fue inadecuado ni deshonesto. A pesar de esta opini¨®n, la Securities and Exchange Commission (SEC), la Comisi¨®n del Mercado de Valores de EE UU, ha abierto una investigaci¨®n sobre el contrato.
General Electric recibi¨® el requerimiento de informaci¨®n por parte de la SEC el pasado d¨ªa 13. Un d¨ªa antes, el Consejo de Administraci¨®n de la empresa hab¨ªa decidido, a propuesta de Welch, recortar gran parte de los beneficios de jubilaci¨®n que disfrutaba. Jack Welch dej¨® la compa?¨ªa hace ahora un a?o, tras 21 como presidente.
En una columna publicada en el diario The Wall Street Journal titulada 'Mi dilema... y c¨®mo lo resolv¨ª', Welch explicaba ayer la g¨¦nesis de su controvertido contrato, pactado en 1996 con GE como contrapartida a la propuesta de la compa?¨ªa de abonarle 'decenas de millones de d¨®lares' para seguir al frente hasta su jubilaci¨®n en diciembre de 2000, cuando cumpliera 65 a?os. General Electric quer¨ªa garantizarse al tim¨®n la presencia durante cuatro a?os m¨¢s del hombre que en dos d¨¦cadas hab¨ªa transformado GE de un fabricante de electrodom¨¦sticos que facturaba 13.000 millones de d¨®lares en la primera compa?¨ªa del mundo, con 480.000 millones de d¨®lares de negocio y por encima de los 300.000 empleados en m¨¢s de cien pa¨ªses.
Desmedidas exageraciones
Seg¨²n Welch, los detalles revelados por su mujer -que se quejaba de que la pensi¨®n de alimentos de 35.000 d¨®lares mensuales ofrecida no le permit¨ªa mantener el r¨¦gimen de vida anterior- son desmedidas exageraciones. 'Siempre he pagado por mis almuerzos privados, no tengo cocinero, no tengo entradas especiales para acontecimientos culturales y deportivos y muy raramente uso los asientos de GE o de NBC para esos acontecimientos', se?ala.
A pesar de que 'ni un solo d¨ªa de los pasados seis a?os he pensado que fuera incorrecto y siga creyendo hoy que no lo es', el legendario ex presidente reconoce que, dada la atm¨®sfera creada por los abusos de algunos grandes directivos, es l¨®gico pensar que debe ser modificado. 'He pedido a Jeff que elimine de mi contrato todo excepto el tradicional apoyo de oficina y administrativo que se ha concedido durante d¨¦cadas a los presidentes y vicepresidentes retirados de GE'. En consecuencia, 'pagar¨¦ por el uso de todas las dem¨¢s instalaciones y servicios proporcionados, como aviones y el piso de la compa?¨ªa. Calculo que voy a abonar entre dos y 2,5 millones de d¨®lares anuales por estos servicios'. Un portavoz de la compa?¨ªa se?al¨® ayer que adem¨¢s de esos futuros desembolsos, Welch retribuir¨¢ los servicios recibidos desde su retirada.
La SEC tambi¨¦n se ha interesado de forma no oficial por el contrato, para determinar si se ocult¨® informaci¨®n a los accionistas o no se inform¨® con la debida transparencia a la propia SEC. GE dice estar cooperando con estas pesquisas.
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