El f¨²tbol como met¨¢fora
Una somera descripci¨®n situar¨ªa un filme como Quiero ser como Beckham dentro de la dif¨ªcil categor¨ªa de cine social brit¨¢nico, esa entelequia en la que cabe desde Ken Loach hasta las comedias dram¨¢ticas como Billy Elliot o Full Monty. Es decir, una peripecia de autosuperaci¨®n individual en un medio hostil, en el que todo parece aliarse contra el deseo del protagonista, en este caso una chica paquistan¨ª (Nagra) que quiere... jugar al f¨²tbol, un deseo que se convierte casi en una met¨¢fora de la b¨²squeda de un camino propio.
Pero en realidad lo social se filtra en esta astuta comedia -aqu¨ª lo dram¨¢tico est¨¢ en sordina- no tanto por cuestiones de poder adquisitivo, de pertenencia a una clase social postergada -el padre de Nagra es piloto, su familia vive sin privaciones y en un buen vecinda-rio-, sino por diferencias culturales y religiosas, tras las que se agazapa el fantasma de la aculturaci¨®n y de las dificultades de integraci¨®n de amplias minor¨ªas raciales y nacionales en un pa¨ªs desarrollado.
QUIERO SER COMO BECKHAM
Directora: Gurinder Chadha. Int¨¦rpretes: Parminder Nagra, Keira Kenightley, Jonathan Rhys-Meyers, Anupam Kher, Archie Panjabi, Juliet Stevenson. G¨¦nero: comedia, Gran Breta?a-EE UU-Alemania, 2002. Duraci¨®n: 112 minutos.
Y tambi¨¦n otra diferencia: al fin y al cabo, de lo que habla Quiero ser como Beckham es del en¨¦simo conflicto padres-hijos, de la traici¨®n que los primeros creen sufrir cuando ven que los segundos no discurren por la senda trazada.
Hay muchos elementos inteligentes en este cuarto filme de la, para nosotros, desconocida Gurinder Chadha. Uno, la propiapropuesta de conflicto: que una chica de cultura paquistan¨ª desee practicar un deporte tan inadmisible para los suyos, progenitores tradicionales, como el f¨²tbol sit¨²a su peripecia inmediatamente del lado del espectador, facilita enormemente la identificaci¨®n de ¨¦ste con la protagonista.
Otro, la relaci¨®n entre la aspirante a futbolera y su amiga rubia, guapa y british, abre una perspectiva ambigua, en las puertas mismas de una atracci¨®n entre las chicas que ser¨¢ utilizada por la directora para propinar, por la v¨ªa de ridiculizar los prejuicios de la madre de la rubia, tambi¨¦n una bofetada al espectador desconfiado.
Otro, en fin, y la raz¨®n de fondo por la que resulta interesante conocer el filme, por la minuciosa descripci¨®n de la cotidianidad, de las diferentes formas de vivir la vida, todo un recordatorio universal en estos tiempos de globalizaci¨®n sin tapujos, de los problemas que pueden originarse en cualquier pa¨ªs desarrollado con amplias minor¨ªas nacionales.
Tiene alguna trampa de gui¨®n, una resoluci¨®n blanda y bastante az¨²car; pero en conjunto resulta una propuesta inteligente para pasar un rato amable..., lo que explica su desbordante ¨¦xito en las taquillas brit¨¢nicas.
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