El Barcelona juega por escrito
El dibujo de Van Gaal garantiza un buen juego y, por contra, expresa debilidad en las ¨¢reas
Alrededor de la metodolog¨ªa de Van Gaal se est¨¢ abriendo un abundante debate. La libreta del t¨¦cnico, as¨ª como los folios que sus ayudantes rellenan cada partido y las cuartillas que Hoek muestra a los suplentes antes de saltar al campo, se han convertido en un manual de instrucciones. Quiz¨¢ por miedo a que se olvide, como si la memoria en el f¨²tbol solo sirviera para tergiversar las cosas, no hay detalle que no se apunte en el Camp Nou.
Pautar el comportamiento y el juego no es ning¨²n disparate, sobre todo si se viene de una etapa de desgobierno. Van Gaal hace bien en marcar la l¨ªnea. La historia, al fin y al cabo, est¨¢ llena de entrenadores que se valieron de una cuartilla para ganar el campeonato. Venables, por ejemplo, llev¨® al Bar?a a conquistar la Liga 1984-85 despu¨¦s de exhibir un buen surtido de goles en jugadas de estrategia. Las acciones a bal¨®n parado le dieron igualmente el doblete al Atl¨¦tico de Antic y Pantic y acabaron con la fantas¨ªa de Cruyff. La vuelta a la faena de Floro en el Villarreal ha activado su tesis sobre la teor¨ªa del rechace y los fueras de banda. Y a fin de cuentas, el Bar?a de Van Gaal ha marcado siete de los trece goles que suma en partidos oficiales en acciones preparadas en el campo de ensayo.
Pocos equipos trabajan y son trabajados t¨¢cticamente como el azulgrana. No se trata de discutir sobre una obviedad como la de optimizar los recursos para procurar garantizar el triunfo. El problema est¨¢ en la vocaci¨®n pedag¨®gica del t¨¦cnico y su obsesi¨®n por vender el papel escrito como un certificado de garant¨ªa. Ocurre que cuando el mapa de la victoria se pone en conocimiento p¨²blico, a la que se pierde un partido o se da un resultado no esperado los apuntes se desmitifican
A cada gol, la c¨¢mara se gira hacia el banquillo del Bar?a: si es a favor, el entrenador salta para celebrarlo, sobre todo si es el primero; y si es en contra, apunta para que no se repita, sin reparar que, mientras no lo corrige, puede caer un segundo o un tercero, como pas¨® en Novelda. Por su manera de proceder, parece como si Van Gaal quisiera ense?ar a jugar a sus futbolistas, y en su empe?o corre un riesgo.
El azulgrana es un equipo justito para un dibujo tan exigente, resulta demasiado condescendiente con su defensa y, por contra, desmesurado con lo que demanda a los delanteros. Puestos a simplificar, como quiere el t¨¦cnico, Frank de Boer es m¨¢s culpable de los goles que se conceden que Kluivert de los que no se marcan, por citar a los dos jugadores que deben asumir una mayor responsabilidad. El ariete, al fin y al cabo, juega m¨¢s para Saviola y Luis Enrique que contra el portero. Tal como est¨¢ pintada la alineaci¨®n, sin enganche ni extremos o futbolistas que desborden o jueguen por fuera, con un doble pivote y falsos carrileros, el caudal ofensivo se reduce a tres futbolistas, pocos si se tiene en cuenta que adem¨¢s de meter los goles que les tocan entre todos deben repartirse los m¨¢s de veinte que garantizaba Rivaldo. Diga lo que diga Van Gaal, se extiende la sensaci¨®n de que el Bar?a juega muy bien y, en cambio, ataca mal y defiende peor, por lo que cuando la pelota est¨¢ en juego vive sobre todo de los jugadores incontrolables (Luis Enrique y Saviola).
Nadie mejor que el t¨¦cnico sabe lo que le conviene al equipo, y resultar¨ªa simplista culparle de los resultados malos o apretados, a¨²n cuando en la victoria se remite a su cuaderno. Los partidos jugados avalan el f¨²tbol de combinaci¨®n, matem¨¢tico incluso, que predica Van Gaal, pese a que el f¨²tbol m¨¢s estimado sea el creativo, espont¨¢neo e imaginativo que predican los jugadores, pero la defensa cerval del dibujo conduce a veces a la frivolizaci¨®n. De Bielsa, por ejemplo, se recuerda m¨¢s que nada que acudi¨® al Mundial con dos mil cintas de video, una manera f¨¢cil de caricaturizarle tras el fracaso argentino. Y a Lotina, entrenador del Celta, le falt¨® tiempo para remitirse al t¨¦cnico del Bar?a para explicar qu¨¦ quiere de Jesuli: 'Le he dicho que menos mal que has ca¨ªdo en las manos de Lotina y no en las de Van Gaal, porque si no estar¨ªas corriendo para atr¨¢s todo el d¨ªa. Van Gaal trabaja muy bien t¨¢cticamente'.
M¨¢s que en el sistema, el secreto de los grandes estrategas estuvo en su capacidad para saber procesar sus notas y transmitirlas despu¨¦s a los jugadores de manera que las asimilaran y defendieran por convencimiento. Van Gaal disfrut¨® en la escuela del Ajax, pero a las figuras como Van Nistelrroy, Rivaldo o Riquelme, el bloc del t¨¦cnico no les cabe en la cabeza, entre otras razones, porque entienden que su curriculo es tan respetable como el del t¨¦cnico. Van Gaal deber¨ªa saber que la clave del ¨¦xito de Venables no s¨®lo estuvo en la capacidad de sorpresa que provoc¨® su f¨²tbol sino en la que manera que Graham Turner, interprete y descodificador de aquel Bar?a, lo hizo entendible a jugadores e hinchas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.