Muertos
La muerte, hace unos d¨ªas, de un trabajador en el Campo de Gibraltar, como consecuencia de las graves quemaduras que sufri¨® cuando se encontraba soldando, y la muerte, en el d¨ªa de ayer, de otro trabajador, que cay¨® al vac¨ªo desde la cubierta de un edificio militar en C¨¢diz, son dos de las cuatro/cinco que, a diario, sufren los trabajadores por cuenta ajena en Espa?a. Una siniestralidad laboral que se ha incrementado en los ¨²ltimos a?os, a pesar de la legislaci¨®n dada en materia de prevenci¨®n. Pues bien, resulta que Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar responsabiliza a las comunidades auton¨®micas. Al menos ¨¦sta fue su respuesta en el Parlamento, a preguntas de la oposici¨®n. Una respuesta que no se entiende demasiado, salvo que se encontrara todav¨ªa bajo los efectos -¨¦l sabr¨¢ cu¨¢les- que debieron producirle el que se casara su hija en El Escorial.
Salvo que fuera por esta raz¨®n, no se entiende. El control de la pol¨ªtica de prevenci¨®n depende directamente del Gobierno. Responsabilizar, con esta alegr¨ªa, a los gobiernos de las CC AA, en aquellos casos en los que las muertes pueden deberse a la falta de adopci¨®n de mecanismos de prevenci¨®n, cuyo control le corresponde a la Direcci¨®n General de Trabajo, es una frivolidad. Mayor a¨²n cuando la divisi¨®n de competencias en matera de infracciones laborales entre ¨®rganos administrativos centrales y auton¨®micos introduce una confusi¨®n que viene a favorecer la impunidad de los infractores.
De esta impunidad y falta de sensibilidad es fiel reflejo el fiscal general de Estado en su Memoria, ya que, a pesar de que los trabajadores se matan a cinco por semana, no resalta ning¨²n dato por delitos contra la seguridad en el trabajo. Una ausencia de responsabilidad que tambi¨¦n alcanza a Andaluc¨ªa pues, pese a la sensibilidad que s¨ª ha mostrado la Fiscal¨ªa andaluza en su Memoria, de las m¨¢s de 600 diligencias incoadas por lesiones y muertes laborales, ¨²nicamente se ha abierto juicio por delito en tres ocasiones.
Claro que, tal vez, los trabajadores y, perm¨ªtaseme, los inmigrantes, s¨®lo importen para rellenar las estad¨ªsticas de ocupaci¨®n del Inem y de la delincuencia, de los de su Espa?a va bien. Los dem¨¢s son muertos, y lo mejor que pueden hacer es desaparecer, y olvidarnos de quienes tienen la obligaci¨®n de evitar que muchas muertes queden impunes.
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