Escuchar la lluvia por primera vez
Sordos profundos que ya oyen gracias al implante coclear se re¨²nen en Granada
Lo que m¨¢s le gusta a Georgina Zamora, de 19 a?os, es el sonido de la lluvia. Lo que menos, el ruido de las lavadoras, de las cisternas de los ba?os y la m¨²sica de las discotecas. 'La m¨²sica pop', explica, 'me agobia mucho'. La opini¨®n de Georgina sobre los sonidos no tendr¨ªa mayor relevancia si no fuese por el hecho de que es sorda profunda de nacimiento... o lo era. Un implante coclear logr¨® que, a los once a?os, Georgina pudiera o¨ªr por primera vez en su vida. Como ella hay otras 2.500 personas en Espa?a. Muchas de ellos se reunieron ayer para participar en la Jornada sobre Implantes Cocleares que se celebr¨® en el hospital Cl¨ªnico de Granada, el centro que est¨¢ a la cabeza del pa¨ªs en estas intervenciones.
El implante coclear, que se practic¨® por primera vez en Espa?a en 1985, consiste en la colocaci¨®n, dentro del o¨ªdo, de un estimulador conectado a un procesador de palabras, una antena y un micr¨®fono junto al pabell¨®n auditivo. El implante sustituye la funci¨®n de las c¨¦lulas ciliadas, que est¨¢n destruidas en los casos de sordera profunda, estimula el nervio auditivo y env¨ªa las se?ales al cerebro.
'Se trata de un proceso complejo', explica el doctor Manuel S¨¢inz, jefe del servicio de Otorrinolaringolog¨ªa del hospital Cl¨ªnico, 'no tanto por la operaci¨®n en s¨ª como por el hecho de que hay que coordinar a mucha gente, m¨¦dicos, logopedas, para que tenga ¨¦xito. Hay que programar el procesador del lenguaje de acuerdo con cada persona'.
Los ni?os son los que mayor ¨¦xito tienen en los implantes cocleares ya que su adaptaci¨®n es mucho m¨¢s r¨¢pida. 'La primera palabra que dijo mi hijo fue 'agua', nunca lo olvidar¨¦', rememora Pablo Fuentes, de ?beda, padre de un ni?o de seis a?os al que se le hizo el implante cuando ten¨ªa tres. 'Ahora no s¨®lo oye, sino que puede hablar por tel¨¦fono y... ?hasta canta! Es algo incre¨ªble', a?ade. Fuentes descubri¨® que su hijo era sordo cuando alguien le hablaba a sus espaldas y ¨¦l no reaccionaba. Despu¨¦s de la operaci¨®n del implante, lleg¨®, seg¨²n explica, 'la fase de la desesperaci¨®n', porque los padres esperan resultados inmediatos. 'Pas¨® un mes sin que sucediera nada'. La raz¨®n es que el ni?o o¨ªa, pero no sab¨ªa lo que o¨ªa, era incapaz de distinguir a qu¨¦ objeto correspond¨ªa cada sonido. Un mes despu¨¦s, dijo 'agua'. Ahora acude al colegio como un alumno m¨¢s.
La primera reacci¨®n que recuerda Georgina Zamora cuando oy¨® por primera vez fue de sorpresa. 'Yo no sab¨ªa que los ruidos eran de perros y de coches, y ten¨ªa que preguntar qu¨¦ era cada cosa. Me asustaba mucho el ruido de la lavadora', dice. 'Tambi¨¦n me cost¨® mucho entender la m¨²sica y, sobre todo, distinguir la letra de las canciones'. Comenta que no le gusta nada Shakira y s¨ª algo Coyote Dax. Pero simpatiza m¨¢s con Ludwig van Beethoven: 'Al fin y al cabo, era sordo, como yo', bromea.
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