Fuster llama a los j¨®venes a impulsar un progreso que no caiga en el liberalismo fundamentalista
La pervivencia del catal¨¢n depender¨¢ de la oferta cultural y medi¨¢tica m¨¢s que del s¨ªmbolo
El reto m¨¢s importante con el que se enfrenta Barcelona a medio o largo plazo es el de asumir las consecuencias de la globalizaci¨®n. El pregonero de las fiestas de la Mer?¨¨ 2002, el cardi¨®logo Valent¨ª Fuster, destac¨® que de ciudad industrial tiene que saber transformarse a s¨ª misma y situarse en la nueva econom¨ªa ligada la sociedad de la informaci¨®n. Invit¨® a los j¨®venes de menos de 30 a?os a ser el motor de un progreso social y econ¨®mico que evite el liberalismo fundamentalista. Fuster reflexion¨® sobre la pervivencia del catal¨¢n que, dijo, depender¨¢ sobre todo de la oferta cultural y medi¨¢tica.
Fuster emple¨® alternativamente el catal¨¢n y el castellano, algo que pareci¨® molestar al tercer teniente de alcalde, Jordi Portabella, de ERC, que no aplaudi¨® al finalizar el parlamento. De hecho, antes de iniciarse el acto, Portabella entreg¨® una carta al cardi¨®logo en la que expresaba su desacuerdo por los puntos de vista del eminente investigador a prop¨®sito del riesgo de que Barcelona y Catalu?a se encierren en s¨ª mismas y en su idioma. El investigador aboga abiertamente por el bilingu?smo y cree que la ciudad debe abrirse m¨¢s a la inmigraci¨®n. Portabella no fue el ¨²nico que no aplaudi¨®; algunos destacados miembros de Converg¨¨ncia tampoco lo hicieron.
El alcalde de Barcelona, Joan Clos, presidi¨® en el Sal¨® de Cent del Ayuntamiento el acto de inicio de las fiestas. Al mismo asistieron, entre otros, el conseller en cap, Artur Mas, y una amplia representaci¨®n de CiU: Xavier Trias, Francesc Homs y N¨²ria de Gispert.
Fuster inici¨® el preg¨®n recordando que fue un d¨ªa de la Mer?¨¨ cuando se fue de Barcelona para trabajar en el Reino Unido, primero, y en los Estados Unidos, despu¨¦s. En una reflexi¨®n sobre lo que ha ocurrido desp¨²es del 11 de septiembre, Fuster dijo que el verdadero peligro ya no es s¨®lo una confrontaci¨®n entre las civilizaciones, sino que el liberalismo tradicional, que propone democracia, libertad religiosa y econ¨®mica y reconoce los derechos civiles y la justicia social, degenere ahora en un liberalismo fundamentalista.
El cardi¨®logo dirigi¨® su mensaje especialmente a los j¨®venes barceloneses, de los que depende el progreso. Para Fuster, el modelo de la Barcelona tradicional, basado en peque?as y medianas empresas, no es el m¨¢s adecuado en el actual contexto de grandes corporaciones privadas y p¨²blicas. 'El futuro', prosigui¨®, 'est¨¢ en la sociedad de la informaci¨®n, donde predominan los servicios dedicados a la comunicaci¨®n y la publicidad, as¨ª como las grandes corporaciones.
En este contexto, cree que la difusi¨®n del catal¨¢n depender¨¢ 'mucho menos del s¨ªmbolo o contexto tradicional y emocional que representa, que de la oferta cultural y medi¨¢tica que sea capaz de generar, as¨ª como de su traducci¨®n para una comprensi¨®n menos restringida y m¨¢s universal'.
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