Marruecos afronta unas elecciones clave para su proceso de democratizaci¨®n

El acontecimiento puede ser hist¨®rico, pero la poblaci¨®n marroqu¨ª no lo vive as¨ª. Las que deber¨ªan ser las primeras elecciones legislativas limpias de la historia de Marruecos, seg¨²n proclama el Ministerio del Interior y lo reconocen casi todos los partidos, no suscitan gran entusiasmo entre los 14 millones de marroqu¨ªes -el 61% analfabetos- que el pr¨®ximo viernes deber¨¢n acudir a las urnas. Ese d¨ªa ser¨¢n elegidos los 325 diputados a la C¨¢mara de Representantes entre los m¨¢s de 5.000 candidatos presentados por 26 partidos.

Junto con las grandes formaciones integradas en el Gobierno, como la Uni¨®n Socialista de Fuerzas Populares (USFP) o el Istiqlal (nacionalistas), o de la oposici¨®n, como el Partido de la Justicia y del Desarrollo (islamista), se presentan otras muchas de reciente creaci¨®n. 'Es el sarampi¨®n de las candidaturas como sucedi¨® en Espa?a en las elecciones de 1977', dice un empresario espa?ol afincado en Casablanca.

?C¨®mo votar cuando ni siquiera se puede leer el nombre del partido? Poniendo una cruz en la lista elegida por su logotipo. La daga, por ejemplo, simboliza al Movimiento Popular, de inspiraci¨®n bereber, y la rosa, de color violeta, a los socialistas. A continuaci¨®n el dedo del elector ser¨¢ mojado en tinta imborrable para que no tenga la tentaci¨®n de votar una segunda vez. El Ministerio del Interior ha adquirido 55.000 botellas de tinta.

En el censo electoral figuran 14 millones de marroqu¨ªes de m¨¢s de 20 a?os -la edad a la que pueden votar- algo menos de la mitad de la poblaci¨®n del pa¨ªs estimada en unos 30 millones. La prensa calcula que al menos mill¨®n y medio de ciudadanos, en su mayor¨ªa mujeres, se han quedado fuera de las listas electorales, sin contar a los emigrantes, que tampoco han sido incluidos en ellas. Para poder depositar una papeleta no basta con figurar en la lista, es necesario adem¨¢s retirar una tarjeta, un tr¨¢mite que, cuando faltaba una semana para la cita con las urnas, hab¨ªan efectuado s¨®lo 10,05 millones de personas.

Para movilizar a los electores el Ministerio del Interior ha organizado una gran campa?a de anuncios en vallas, prensa escrita y, sobre todo, televisi¨®n, el ¨²nico medio que llega a todo el pa¨ªs si se except¨²an las zonas rurales carentes de electricidad. Las pr¨®ximas elecciones 'se desarrollar¨¢n con honestidad y transparencia', reitera casi a diario Driss Jettu, el titular de Interior.

Los partidos, en cambio, han hecho pocos esfuerzos para atraer a los marroqu¨ªes. La mayor¨ªa de las vallas que les han sido reservadas gratuitamente para su propaganda permanec¨ªan ayer vac¨ªas. Act¨²an as¨ª por falta de costumbre, porque hasta ahora la campa?a consist¨ªa en tratar de seducir al Ministerio del Interior que ama?aba los resultados, explica Nadia Salah, redactora jefa del diario L'Economiste.

'Los partidos pol¨ªticos est¨¢n aislados de los ciudadanos y aparecen poco preocupados por responder a las reivindicaciones populares', escrib¨ªa Mulay Hicham, primo hermano del rey Mohamed VI, en la revista Politique Internationale. Los electores marroqu¨ªes tienen, sin embargo, otros problemas. Un estudio del Ministerio del Interior revela que el 43% est¨¢ en paro. Aun as¨ª la confusi¨®n ante la profusi¨®n de partidos y el escepticismo ante la clase pol¨ªtica provocar¨¢n, probablemente, una fuerte abstenci¨®n.