Todo no vale, se?or Atutxa
Los problemas reglamentarios aducidos por Atutxa para cumplir el auto de Garz¨®n encubren, seg¨²n el autor, la voluntad de no aplicarlo.
El presidente del Parlamento vasco en su art¨ªculo Todo no vale, del 19 de septiembre, intenta justificar el acuerdo de la Mesa del Parlamento de no cumplir el auto del juez Baltasar Garz¨®n, que insta a la C¨¢mara a suspender el Grupo Parlamentario de Batasuna, en base a una serie de argumentos que, en definitiva vienen a descalificar jur¨ªdicamente las resoluciones del magistrado de la Audiencia Nacional. Como todas las resoluciones judiciales, los autos de Garz¨®n pueden ser objeto de cr¨ªtica. Faltar¨ªa m¨¢s. Nuestra Constituci¨®n garantiza en su art¨ªculo 20 el derecho fundamental de libertad de expresi¨®n y la cr¨ªtica a las resoluciones judiciales tiene perfecto acomodo en el ejercicio de tal derecho.
Existen medios para llenar las lagunas reglamentarias. Lo que falta es voluntad pol¨ªtica para cumplir el auto
El acuerdo de la Mesa s¨ª que es un aut¨¦ntico desprop¨®sito. Es m¨¢s, es un verdadero desaf¨ªo al Estado de derecho
Lo que me sorprende, a primera vista, es que, aun reconociendo el se?or Atutxa que no es un experto en Derecho, se atreva a calificar el auto de Garz¨®n como 'el disparate m¨¢s formidable desarrollado en el Estado espa?ol, desde que se aprob¨® la Constituci¨®n, contra uno de los principios b¨¢sicos del sistema: la divisi¨®n de poderes'. Son t¨¦rminos demasiado duros los empleados por Atutxa, impulsor del acuerdo de la Mesa del Parlamento vasco que declara nulo de pleno derecho el auto judicial. Ese acuerdo s¨ª que es un aut¨¦ntico desprop¨®sito. Es m¨¢s, es un verdadero desaf¨ªo al Estado de derecho.
Siguiendo el m¨¦todo de los ejemplos utilizado por el presidente del Parlamento, yo tambi¨¦n voy a poner uno. Imaginemos que un juez, en ejecuci¨®n de una sentencia, decreta el embargo de las cuentas corrientes del ejecutado y ordena a una entidad financiera la retenci¨®n de los saldos existentes a nombre de ¨¦ste. Recibido el auto judicial, el consejo de administraci¨®n de la entidad financiera, que tiene en gran estima a su cliente embargado, adopta el acuerdo de declarar nulo de pleno derecho tal auto. Evidentemente, salvando las distancias y con el m¨¢ximo respeto a la instituci¨®n parlamentaria, eso es m¨¢s o menos lo que han impuesto en la Mesa del Parlamento vasco los partidos que apoyan al Gobierno de Ibarretxe. Unilateralmente, sin competencia alguna para ello, declarando la nulidad de una resoluci¨®n judicial. Inaudito.
El se?or Atutxa, argumenta que la ejecuci¨®n del auto de Garz¨®n exig¨ªa la modificaci¨®n del Reglamento del Parlamento vasco, que es, efectivamente, norma con rango de ley. Uno, que tampoco es experto en Derecho, tiene a gala, sin embargo conocer bastante bien dicho Reglamento, el cual, precisamente, prev¨¦ la existencia de lagunas reglamentarias y la forma de suplirlas. As¨ª el art¨ªculo 24.2 se?ala textualmente: 'Corresponde al Presidente cumplir y hacer cumplir el Reglamento, interpret¨¢ndolo en caso de duda y supli¨¦ndolo en los de omisi¨®n. Cuando en el ejercicio de esta funci¨®n supletoria se propusiera dictar una resoluci¨®n de car¨¢cter general, deber¨¢ mediar el parecer favorable de la Mesa y de la Junta de Portavoces'.
Analizando el contenido de dicho precepto, podemos sacar las siguientes conclusiones: 1) Que el propio Reglamento reconoce la posibilidad de existencia de lagunas en el mismo o, lo que es lo mismo, la ausencia de norma a aplicar ante un determinado supuesto de hecho. 2) Que para cubrir esa laguna reglamentaria no es preciso modificar el Reglamento tramitando, a tal efecto, una iniciativa legislativa. 3) Que dicho Reglamento prev¨¦ expresamente que, en caso de omisi¨®n, entre las funciones del presidente est¨¢ la de suplirla, bien a trav¨¦s de disposiciones ad hoc, o bien a trav¨¦s de disposiciones de car¨¢cter general, debiendo contar, en este caso el parecer favorable de la Mesa y de la Junta de Portavoces.
Utilizando este procedimiento, se han aprobado disposiciones tan importantes como la adoptada el 3 de octubre de 1980 por el entonces presidente, se?or Pujana, regulando la iniciativa legislativa ante el Parlamento vasco de las Juntas Generales de los tres Territorios Hist¨®ricos. O la dictada tambi¨¦n por el mismo se?or Pujana el 6 de noviembre de 1984, estableciendo el procedimiento a seguir para fijar las aportaciones de las Diputaciones forales a los gastos presupuestarios de la Comunidad Aut¨®noma. O la aprobada el 27 de junio de 1985 en relaci¨®n a la tramitaci¨®n de enmiendas a la totalidad a las proposiciones no de ley. Las materias sobre las que el presidente del Parlamento ha dictado disposiciones de car¨¢cter general no son, como hemos visto, triviales, se?or Atutxa. Medios existen para integrar las lagunas reglamentarias y posibilitar el cumplimiento del auto judicial. Y le recuerdo que estoy hablando de medios. De posibilidades reglamentarias. De cauces legales. De posibilidades de actuar para cumplir el auto. Si finalmente no consigue el pl¨¢cet de la Junta de Portavoces, ya no estar¨ªamos hablando de falta de medios legales o reglamentarios, sino de falta de voluntades pol¨ªticas. Eso es harina de otro costal.
Otra f¨®rmula que podr¨ªa haber estudiado el Parlamento vasco, para no desobedecer el auto judicial y actuar dentro de los cauces del Estado de Derecho ser¨ªa la de instar al Gobierno vasco el planteamiento de un conflicto de jurisdicci¨®n, haciendo una interpretaci¨®n extensiva de la Ley Org¨¢nica 2/1987. Se?or Atutxa, existen mecanismos para cumplir el auto judicial o para, en caso de haber leg¨ªtima discrepancia, plantear conflicto competencial. Pero hace falta para ello voluntad pol¨ªtica. Y ni usted, ni los grupos que sustentan el Gobierno vasco la tienen. Ustedes son el cielo protector de Batasuna. PNV, EA e IU est¨¢n protegiendo a Batasuna frente al Poder Judicial. Y la protegen haciendo caso omiso a lo que establece la Constituci¨®n, que, en su art¨ªculo 118, obliga al cumplimiento de las resoluciones judiciales; y eludiendo, igualmente, el fondo de la cuesti¨®n: que Batasuna forma parte integrante del entramado y la estrategia de ETA y que hay un auto judicial que lo prueba y que nadie ha desmentido.
En algo estoy de acuerdo con usted, se?or Atutxa: para defender determinadas posiciones pol¨ªticas no vale todo.
Manuel Huertas Vicente (PSE-EE) es secretario primero de la Mesa Parlamento vasco.
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