De Maldivas a Bombay
El Tour de Francia en julio, las carreras agoste?as, la Vuelta Ciclista a Espa?a de septiembre... Adivino que, siendo comentarista deportivo, viaja fuera de la temporada estival.
Exacto. Yo aprovecho que el ciclismo toma vacaciones en noviembre y diciembre, y entonces elijo destinos de sol con alg¨²n componente cultural. As¨ª fue mi viaje a Sri Lanka, Maldivas y la India hace unos a?os.
No est¨¢ mal el men¨². ?El entrante fue la holganza playera en las Maldivas?
No, primero pas¨¦ unos d¨ªas en Sri Lanka visitando templos budistas preciosos. Y luego s¨ª, salto a un miniatol¨®n de las Maldivas que se recorr¨ªa a pie en 10 minutos. Con la mala suerte de que el monz¨®n nos regal¨® cuatro d¨ªas de lluvia incesante.
Perfecto para el romanticismo, el aburrimiento y para leerse hasta las instrucciones de evacuaci¨®n del hotel...
La verdad es que s¨ª. Menos mal que luego sali¨® el sol y mi mujer y yo pudimos practicar el buceo, submarinismo y relajarnos a tope en unas playas blancas donde s¨®lo hab¨ªa tres palmeras que deb¨ªan de haber puesto los del hotel para dar un poco de sombra.
Del lujo a la crudeza de la India. Debi¨® de ser un shock.
Y tanto. Especialmente porque en el aeropuerto de Madr¨¢s, donde ten¨ªamos que tomar vuelo a Bombay, nos hicieron pasar una noche y perdimos dos veces el avi¨®n. Al parecer, all¨ª es f¨¢cil que revendan los billetes. Cuando al fin llegamos a Bombay, sufrimos el susto correspondiente.
Expl¨ªquese.
Ver miles de personas por las calles tiradas por las aceras es tremendo. Y lo cierto es que, superada la fase de sensibilizaci¨®n total hacia esa realidad, pasas a la segunda, que es la de adaptaci¨®n a la miseria.
?Extrajo belleza entre tama?a pobreza?
Desde luego. No s¨®lo la de monumentos como el Taj-Mahal, sino la de ciudades como Benar¨¦s, que me pareci¨® bell¨ªsima. Y eso que all¨ª tienes el Ganges, donde al lado de una cremaci¨®n de muertos ves gente lav¨¢ndose los dientes.
La inmundicia convive con la espiritualidad.
Cierto. Es incre¨ªble que haya gente que se muere de hambre y pida a veces dinero para comprar arroz y ofrec¨¦rselo a los dioses. ?Cuando saben de sobra que se lo van a comer los ratones!
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