La obsesi¨®n de los Bush

George W. Bush ha decidido hacer la guerra contra Irak. Ha declarado que la ONU demostrar¨¢ su insignificancia si no le respalda, ha insinuado que cualquier resistencia del Congreso de EE UU ser¨ªa antipatri¨®tica y ha conseguido ya el apoyo de Gobiernos como el brit¨¢nico, el espa?ol y el italiano. Su objetivo est¨¢ claro y va mucho m¨¢s all¨¢ de verificar el desarme iraqu¨ª: quiere acabar con Sadam Husein y crear un nuevo r¨¦gimen pol¨ªtico de corte occidental. Pero ?por qu¨¦? ?Representa Irak un peligro tan claro e inminente para el mundo como dice Bush? ?En qu¨¦ punto el camino de la guerra antiterrorista se desvi¨® hacia Bagdad?

Gran parte de los estadounidenses no se hacen esas preguntas. Para ellos, desde el 11 de septiembre de 2001, lo que dice el presidente Bush es dogma de fe. Y Bush dice que Sadam Husein almacena armas de destrucci¨®n masiva, qu¨ªmicas y bacteriol¨®gicas, y que est¨¢ cercano a disponer de bombas at¨®micas, para atacar a Estados Unidos. No hay, por tanto, mucho m¨¢s que hablar. Los principales especialistas de las universidades de Washington comparten, sin embargo, la perplejidad de millones de ciudadanos de todo el mundo.

'?Por qu¨¦ Irak? Yo me hago la misma pregunta', admite Nathan Brown, director del programa de estudios sobre Oriente Pr¨®ximo en la Universidad George Washington. 'No existe una conexi¨®n l¨®gica entre Irak, el 11-S y la guerra contra el terrorismo. Cuando el gobierno de George W. Bush ha intentado establecer esa conexi¨®n, no ha hecho m¨¢s que buscar una justificaci¨®n para unos planes anteriores a los atentados del pasado a?o'. 'Siempre ha habido personas', sigue Brown, 'que creen que la misi¨®n no qued¨® concluida en la guerra del Golfo, que las tropas del general Schwartzkopf deber¨ªan haber ido m¨¢s all¨¢, y muchas de esas personas est¨¢n ahora en el Gobierno de Estados Unidos'.

Brown opina que Bush utiliza a favor de sus planes el estado de ¨¢nimo creado por la devastaci¨®n del 11-S: 'Sin esa agresi¨®n, y sin la guerra de Afganist¨¢n, habr¨ªa sido extremadamente m¨¢s dif¨ªcil para ¨¦l convencer a los estadounidenses de que hay que invadir Irak'.

La animadversi¨®n de Bush hacia el l¨ªder iraqu¨ª es antigua y familiar. 'Odio a Sadam', declar¨® el mi¨¦rcoles el ex presidente George Bush a CNN. El actual presidente, como su madre, lament¨® en 1991 que su padre siguiera los consejos de su jefe de Estado Mayor, Colin Powell, y de su secretario de Estado, James Baker, y se atuviera durante la guerra a las resoluciones de la ONU: el objetivo era expulsar a los iraqu¨ªes de Kuwait, no derribar al Gobierno de Bagdad.

Ya en 1999, en New Hampshire, afirm¨® que una de sus prioridades si acced¨ªa a la Casa Blanca ser¨ªa 'acabar con el peligro que representa Sadam Husein'. Su tutora de pol¨ªtica internacional y hoy asesora de seguridad nacional, Condoleezza Rice, era de la misma opini¨®n. Otros, como el hoy muy belicista vicepresidente Dick Cheney, pensaban otra cosa: como presidente de Holiburton, un consorcio privado que presta servicios al Pent¨¢gono, pidi¨® varias veces a finales de los noventa que se levantara, o se suavizara al menos, el embargo contra Irak.

?Cu¨¢l es exactamente el objetivo de la guerra? Samir Shata, profesor de relaciones internacionales y estudios ¨¢rabes en la Universidad de Georgetown, piensa que la clave radica en que EE UU se ha convertido en un imperio sin rival en el planeta y que el actual Gobierno de Washington, muy impregnado del pensamiento neoconservador, considera su deber implantar en todos los pa¨ªses el sistema de valores estadounidense. 'El cambio de r¨¦gimen en Irak', se?ala, 'no pondr¨¢ fin a ninguna amenaza inmediata contra la seguridad, ni en Oriente Pr¨®ximo ni en ninguna otra parte. Creo que ese objetivo est¨¢ directamente relacionado con la idea del Gobierno de cambiar todo el equilibrio geopol¨ªtico de Oriente Pr¨®ximo'.

Miriam Rajkumar, directora del proyecto de no proliferaci¨®n de armas en Oriente Pr¨®ximo de la Fundaci¨®n Carnegie para la Paz Internacional, afirma que 'el temor a que Sadam disponga de armas de destrucci¨®n masiva es la principal explicaci¨®n de la acci¨®n preventiva' que propugna Bush. Admite que el iraqu¨ª es un r¨¦gimen indeseable, pero subraya los riesgos de una invasi¨®n preventiva: 'Eso sentar¨¢ un precedente, lo cual hace que nos planteemos muchas objeciones'.