'Los j¨®venes tienen una ideolog¨ªa muy utilitarista'
Asegura el fil¨®sofo Javier S¨¢daba (1940, Portugalete) que el sentir general al escuchar la palabra 'filosof¨ªa' es de 'cierto desasosiego, a la vez que curiosidad'. S¨¢daba, catedr¨¢tico de ?tica y Filosof¨ªa de la Religi¨®n en la Universidad Aut¨®noma de Madrid, afirma: 'Los humanos nos sentimos inc¨®modos cuando no somos capaces de identificar lo que pensamos, cuando los est¨ªmulos que nos env¨ªa la realidad nos superan. Entonces tenemos la impresi¨®n de que el caos se ha apoderado de nosotros y nos agustiamos'.
Y es precisamente en estas cuestiones -en las dudas respecto al sentido de las cosas y en el asombro de la existencia- en las que radica la dificultad de la filosof¨ªa a la hora de profundizar en ella. 'Porque la gente no quiere que le expliquen la filosof¨ªa por miedo a enfrentarse con ella'. Adem¨¢s, afirma, que la fisolof¨ªa es poco did¨¢ctica, 'tiene una jerga muy interna, una especie de tela de ara?a que se chupa su propia sangre. Por eso hay que hacerla accesible y ponerla en la calle, que es donde tiene su origen'.
'Hay que contestar a las preguntas de los ni?os y explicarles que algunas no tienen respuesta'
Justo por eso ha escrito La filosof¨ªa contada con sencillez (Maeva), un ensayo en el que el escritor traza un recorrido divulgativo por las claves del pensamiento: los griegos, los dial¨¦cticos, los idealistas o la ¨¦tica de Kant. La publicaci¨®n recoge, adem¨¢s, un glosario de los conceptos m¨¢s importantes de la filosof¨ªa y un lapidario filos¨®fico con frases de pensadores como ¨¦sta de Wittgenstein: 'El objeto de la filosof¨ªa es el esclarecimiento l¨®gico del pensar. La filosof¨ªa no es una teor¨ªa, sino una actividad'.
Pregunta. ?Es posible explicar con sencillez los contenidos de la filosof¨ªa?
Respuesta. S¨ª y no. S¨ª, porque todo lo que ata?e a los humanos se puede contar. Y no, si no hay un esfuerzo del propio lector por penetrar en lo que es el pensamiento y la acci¨®n humana.
P. ?A qu¨¦ tipo de estudiantes ha pretendido usted acercar a la filosof¨ªa?
R. El libro se ide¨® inicialmente pensando en la gente m¨¢s joven, pero el proyecto se fue extendiendo hasta intentar abarcar a todo el mundo.
P. ?Cree que puede conseguir que los estudiantes aparquen sus reticencias hacia el estudio de la asignatura de filosof¨ªa?
R. El libro tiene dos objetivos: acercar la filosof¨ªa al que no tiene ninguna idea de filosof¨ªa, pero tambi¨¦n a los estudiantes de secundaria y a los universitarios. Tampoco le vendr¨ªa mal a los profesores porque convendr¨ªa que la filosof¨ªa no fuera ning¨²n manual de autoayuda, que quita todo rigor y no hace m¨¢s que acumular palabras, ni tampoco que se redujera a algo puramente ininteligible por especializado.
P. ?Est¨¢n los alumnos de ahora menos interesados en cuestiones filos¨®ficas que los de antes?
R. Los est¨ªmulos actuales no favorecen el gozo de la filosof¨ªa por los j¨®venes. ?Por qu¨¦? Porque tienen una ideolog¨ªa muy utilitarista, por la invasi¨®n neutra de las nuevas tecnolog¨ªas y una manera de divertirse m¨¢s bien lejana de exigencias culturales.
P. ?Pero cree usted que la filosof¨ªa puede ser entretenida?
R. Lo que intento es que la filosof¨ªa aparezca como seductora, que guste. Porque los gustos intelectuales son los m¨¢s sabrosos y, adem¨¢s, la filosof¨ªa por encima de todo est¨¢ hecha para la buena vida. La filosof¨ªa y la felicidad son siamesas.
P. ?Son parecidas, aunque a distinto nivel, las grandes preguntas que se hace un ni?o y un adulto?
R. Distingo tres niveles. Los ni?os hacen grandes preguntas filos¨®ficas que no tiene respuesta y se les enga?a. El joven puede filosofar con mucho ox¨ªgeno y frescura por la explosi¨®n de vida que supone la juventud. Y el adulto deber¨ªa retomar las preguntas del ni?o, la frescura del joven y la acumulaci¨®n de su experiencia.
P. ?Est¨¢ a favor de que se imparta la asignatura de filosof¨ªa desde primaria como ya se hace en algunos colegios?
R. La filosof¨ªa en sentido estricto deber¨ªa darse cuando se ha superado las barreras de la adolescencia. Otra cosa es que los ni?os y los adolescentes vayan adentr¨¢ndose en el juego conceptual de la deliberaci¨®n vital que es la filosof¨ªa.
P. ?Cu¨¢l es la mejor manera de adentrarse en esa deliberaci¨®n?
R. Con buenos maestros, con buenas lecturas y con mucha discusi¨®n. Hay que intentar contestar a las preguntas del ni?os y explicarles que algunas no tienen respuesta.
P. ?Tienen los ni?os y las ni?as distinta sensibilidad hacia la filosof¨ªa?
R. Las preguntas son las mismas, pero la sensibilidad es distinta. En el caso de la mujer, la filosof¨ªa es total y no tan parcial como el racionalismo del macho. Por ejemplo, en moral las mujeres han tenido mucho m¨¢s en cuenta la rica vida afectiva y no s¨®lo los principios sin m¨¢s.
P. Dice usted que los fil¨®sofos, en general, 'cuando han hablado sobre la mujer o sobre la guerra han hecho el rid¨ªculo'.
R. Es una epidemia generalizada, no s¨®lo le ocurre a los fil¨®sofos. Y si se acent¨²a en el fil¨®sofo, ser¨¢ en raz¨®n de su origen. Los griegos usaron un machismo intelectual considerable que afortunadamente creo que empezamos a cambiar.
P. ?Con qu¨¦ frase c¨¦lebre se quedar¨ªa del lapidario filos¨®fico que ha recopilado en su libro?
R. 'La filosof¨ªa es una actividad que procura la vida feliz', de Epicurio. Refleja lo que es filosofar.
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