Schr?der dar¨¢ m¨¢s apoyo a Los Verdes en reconocimiento a su ¨¦xito electoral

Ahora se habr¨¢n de hacer todas las reformas que no se pudieron realizar en los cuatro a?os pasados. Y la alternativa al ¨¦xito de imponerlas a todas las fuerzas sociales contrarias a las mismas es el fracaso, incluso antes de cumplirse el plazo legislativo. El canciller Gerhard Schr?der, que renovar¨¢ su mandato gracias al espectacular ascenso de su socio, el Partido de Los Verdes, y a pesar de la ca¨ªda de votos de su propio partido, el SPD, dej¨® ayer claro que considera este nuevo plazo en el poder como la gran oportunidad para liberar a Alemania de sus ataduras.

Legales, burocr¨¢ticas y corporativas, las regulaciones y presiones condenan a su econom¨ªa a un inmovilismo que castiga la actividad econ¨®mica y la creaci¨®n de empleo y paraliza la iniciativa. 'Por supuesto que tengo una visi¨®n', dijo Schr?der. 'Quiero hacer compatibles las libertades del capital con la defensa de un sistema social que es intr¨ªnsecamente nuestro. Podemos hablar de un sistema alem¨¢n'.

Un d¨ªa despu¨¦s de las elecciones generales en Alemania, y tras una noche de infarto y confusiones m¨¢s o menos interesadas, ya est¨¢ perfectamente claro qui¨¦nes son los ganadores y los perdedores de los comicios m¨¢s re?idos de la historia de esta rep¨²blica. Han ganado quienes mantienen el poder, el Partido Socialdem¨®crata (SPD) del canciller Gerhard Schr?der y su aliado en coalici¨®n, el Partido de Los Verdes del ministro de Asuntos Exteriores, Joschka Fischer. El primero ha perdido en la pasada legislatura un 2,4%, pero sus socios han ganado casi un 2%, lo que permite a ambos mantener una mayor¨ªa parlamentaria de 306 esca?os de los 603 existentes.

Perdedores son todos los dem¨¢s. Los democristianos de la CDU / CSU, liderados por el candidato a la canciller¨ªa Edmund Stoiber, lograron el mismo 38,5% que el partido socialdem¨®crata, pero en el reparto de esca?os restantes, una de las peculiaridades del sistema electoral alem¨¢n, quedaron mucho m¨¢s lejos de lo que so?aban a ¨²ltimas horas de la noche electoral. Y con el desastre electoral de sus socios potenciales, los liberales del FDP, su tragedia se hab¨ªa consumado. Edmund Stoiber vuelve a su cargo anterior de presidente del Gobierno de Baviera, donde se sabe gozoso por el entusiasmo de sus paisanos. Con bastante m¨¢s del 60%, Stoiber tiene una seguridad en Baviera que jam¨¢s podr¨¢ adquirir en Alemania. La aventura alemana de Stoiber ha acabado, y quien emerge como gran esperanza de los democristianos es Angela Merkel, alemana oriental, con quien, seg¨²n muchos observadores, el canciller Schr?der no habr¨ªa tenido tanta suerte como rival. Merkel ya ha anunciado que se har¨¢ cargo de la jefatura de la oposici¨®n en el Bundestag, y parece ya la l¨ªder incontestada de un partido que renunci¨® a representar como candidata a principios de a?o. Cedi¨® el testigo a Stoiber y ¨¦ste lo perdi¨®. No lo volver¨¢ a recuperar.

Pero entre los perdedores destaca por el bochorno de su actuaci¨®n el Partido Liberal (FDP), que sali¨® en campa?a para cazar el 18% de los votos y se ha quedado muy por debajo del 8%. Los comentarios antisemitas de su vicepresidente J¨¹rgen M?llemann, responsabilizando a la comunidad jud¨ªa alemana de desafueros pol¨ªticos o militares del Gobierno de Ariel Sharon en Tel Aviv, tienen sin duda mucho que ver con el fracaso. Pero tambi¨¦n la campa?a de su presidente, Guido Westerwelle, con su insistencia en el car¨¢cter l¨²dico-festivo de la misma en el marco de una Alemania agobiada por el desempleo y las inundaciones de este verano, no deja de ser otra cima del mal gusto. Perdieron finalmente los ex comunistas del PDS, que s¨®lo lograron dos mandatos directos, por el segundo voto que otorga esta abigarrada ley electoral. Los herederos de Honocker pueden estar ya ante el final de su breve recorrido democr¨¢tico. Schr?der les arrebat¨® la bandera contra la intervenci¨®n en Irak, y el miedo de la izquierda en el Este a un triunfo de Stoiber hizo lo dem¨¢s.

Antes ya su mascar¨®n de proa que era el abogado y confidente de la Stasi Gregor Gysi hab¨ªa tenido que dimitir por el esc¨¢ndalo de la obtenci¨®n de billetes gratuitos de vuelo por puntos obtenidos en sus vuelos oficiales, lo que est¨¢ expresamente prohibido por el reglamento del parlamento alem¨¢n.