Belda se siente guerrillero
Botero premia el cambio de t¨¢ctica del Kelme con una victoria en la etapa de Le¨®n
Aitor Gonz¨¢lez sube por la ma?ana a firmar la hoja de salida y el p¨²blico le silba. Luce el sol, sopla el viento norte en Avil¨¦s, hace fresquillo. Aitor Gonz¨¢lez termina la etapa y habla: 'Ahora la afici¨®n est¨¢ dividida y eso es bueno. Unos animan a Sevilla, otros me animan a m¨ª'. Luce el sol en Le¨®n, no hay apenas viento, se est¨¢ bien en manga corta. Se est¨¢ bien en el Kelme. O eso parece. Est¨¢n todos contentos. Aitor sonr¨ªe, Belda est¨¢ euf¨®rico, Botero es feliz. Son los m¨¢s fuertes, pero a¨²n no han ganado la Vuelta. Quiz¨¢s no la ganen.
Belda se acost¨® guerrillero y caliente el domingo, tras la traici¨®n de Aitor. El lunes se levant¨® fr¨ªo e incendiario. El marr¨®n que se ven¨ªa venir le hab¨ªa estallado en la cara, hab¨ªa perdido el liderato, sus mejores corredores no se hablaban. Perfecto. Belda fumaba un puro que no tiraba, se fotografiaba con la pierna de Antonia dell'Ate de bufanda en su cuello, sonre¨ªa y hablaba: 'Me siento guerrillero. Esto es lo que me gusta. Vamos a incendiar Pajares'. Ayer, el director del Kelme se levant¨® con las ideas fijas y claras. 'Heras no tiene equipo', repiti¨® a sus corredores en la reuni¨®n t¨¢ctica. 'Tenemos que aislarlo. Tenemos que ser guerrilleros. Hay que atacar de salida. Mandar gente delante para por si acaso. Organizar escaramuzas. Parar a los de delante. Si no hay pelea, seguir delante. Ganar la etapa'. Belda el guerrero. El ciclismo que le gusta. El del derroche de fuerza. El de su equipo de superdotados.
Santiago Botero no se sent¨ªa superdotado para nada. Terminado el Tour, su gran Tour, el de su cuarto puesto y dos victorias de etapa, el melanc¨®lico colombiano se hab¨ªa pasado agosto en Holanda, en los crit¨¦riums, por razones puramente alimenticias. Lleg¨® a la Vuelta cansado, fuera de forma, aguantando las cr¨ªticas internas, las de los jefes del Kelme, y las externas, la prensa colombiana que no entend¨ªa que hiciera de gregario el mejor ciclista del pa¨ªs, que se arrastrara por las carreteras espa?olas su mayor gloria deportiva. 'Pens¨¦ en retirarme', dijo Botero. 'Pens¨¦ en bajarme de la bici porque todo lo que pod¨ªa dar era muy poco. He pasado d¨ªas muy complicados'. Pero Botero, generoso luchador, no se baj¨®. 'Al final la estima de mis compa?eros me ha empujado. Me puse el mono y me dispuse a hacer un trabajo poco reconocido, el de gregario, el de trabajar los primeros 50 kil¨®metros, el ciclista que nadie ve en la televisi¨®n. Ha sido mi motivaci¨®n para seguir'.
Botero, as¨ª dispuesto, oy¨® la t¨¢ctica de Belda. Su trabajo deb¨ªa ser infiltrarse en los cortes. Marchar de avanzadilla. Se fue con un grupo grande. Resisti¨® Pajares con su compa?ero Guti¨¦rrez, y con Osa, que es el nuevo l¨ªder de la monta?a, y Plaza y Luis P¨¦rez, el de la mala suerte. Por detr¨¢s, los Kelme funcionaron a pleno rendimiento. Manzano, sobre todo. Aislaron a Heras, como sab¨ªan que conseguir¨ªan. Pero despu¨¦s no continuaron las tareas de hostigamiento. 'Habr¨ªa sido necesario que Casero y Beloki se aliaran con nosotros', dijo Aitor. 'Pero en lugar de eso, se dedicaron a marcarnos. Nadie se pudo ir'. Buenas noticias para Botero, en el fondo. No se tuvo que parar para ayudar. Pudo pensar en ganar la etapa. Atac¨® P¨¦rez. Se fue a su rueda. Su compa?ero Guti¨¦rrez hizo de freno detr¨¢s. En los ¨²ltimos metros, con dos gigantescas pedaladas, Botero super¨® a P¨¦rez. Lanz¨® el pu?o al aire y lo celebr¨®. 'Fue un desahogo'.
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