Las mujeres tendr¨¢n garantizados 30 esca?os en Marruecos
Otras 700 compiten en las listas entre los 5.000 candidatos a los comicios del viernes
El resultado de las que han sido anunciadas como las primeras elecciones limpias de Marruecos, el pr¨®ximo viernes, es, hasta cierto punto, una inc¨®gnita, pero lo que s¨ª se sabe de antemano es que llevar¨¢ aparejada una revoluci¨®n. Las mujeres marroqu¨ªes, hasta ahora entre las peor representadas del mundo, con s¨®lo dos esca?os en su Parlamento, pasar¨¢n a ser las que m¨¢s bancas ocupen en un pa¨ªs ¨¢rabe. Su peso en la C¨¢mara de Representantes aumentar¨¢ de dos diputados, el 0,6%, a al menos 30, el 9,2% de los 325 esca?os.
La discriminaci¨®n positiva es la clave de este brutal incremento. Junto a las circunscripciones territoriales, en las que los marroqu¨ªes eligen entre uno y cinco parlamentarios, el Gobierno ha creado otra, de 30 esca?os, que abarca a todo el pa¨ªs. Los partidos se comprometieron a presentar listas compuestas s¨®lo por mujeres en esta demarcaci¨®n.
'Hab¨ªa una inadecuaci¨®n entre el creciente papel de la mujer en la sociedad -el 55% de los j¨®venes farmac¨¦uticos y el 20% de los ingenieros son mujeres- y su escasa representaci¨®n pol¨ªtica', explica Nuzha Chekruni, de 49 a?os, ministra de la Familia y cabeza de lista socialista en la gran circunscripci¨®n femenina. 'Los socialistas corregimos primero esta anomal¨ªa de puertas para adentro -en nuestro bur¨® pol¨ªtico el 20% son mujeres- y despu¨¦s a nivel nacional'.
Aunque al final la decisi¨®n fue tomada por consenso, hubo que vencer las reticencias islamistas. 'S¨ª, ¨¦ramos reacios', reconoce Abdelila Benkiran, fundador del Partido de la Justicia y del Desarrollo, el ¨²nico de car¨¢cter religioso que concurre a los comicios. 'Opin¨¢bamos que era preferible que las mujeres se presentaran a trav¨¦s de los cauces normales', a?ade. 'Como nos se?alaban con el dedo como los malos, acabamos cediendo'.
Por razones opuestas, la izquierda no socialista tampoco est¨¢ satisfecha con el sistema puesto a punto para garantizar una m¨ªnima representaci¨®n femenina. 'Primero, un 9% de mujeres es poco', se queja Fatma el Buih, antigua presa pol¨ªtica y candidata por la Izquierda Socialista Unificada. 'Segundo, hacer campa?a, darse a conocer en una circunscripci¨®n que abarca a todo Marruecos, es pr¨¢cticamente imposible'. 'Este sistema debe ser transitorio', insiste Leila Rahiwi, coordinadora de una asociaci¨®n feminista, 'porque lo que hay que lograr es que los partidos presenten por s¨ª solos a un porcentaje sustancial de mujeres'.
Pelea sobre el terreno
Yasmina Baddu, del partido nacionalista Istiqlal, es la excepci¨®n porque declin¨® el ofrecimiento de ir bien colocada en la lista nacional y prefiri¨® pelear por el esca?o sobre el terreno, en la circunscripci¨®n de Casablanca-Anfa. 'Opt¨¦ por encabezar una lista local para colocar al partido ante sus responsabilidades y demostrar de paso que una mujer, cuando de verdad quiere luchar, tiene las mismas posibilidades de ¨¦xito'.
Al margen de la lista femenina, los partidos han incluido a 697 mujeres entre sus m¨¢s de 5.000 candidatos en las circunscripciones territoriales. Cuarenta y siete figuran incluso como cabezas de lista, pero casi ninguna tiene posibilidades de resultar elegida, por lo que el n¨²mero total de diputadas apenas superar¨¢ a las 30 de la cuota femenina.
Despu¨¦s de haber conseguido un pu?ado de bancas en la C¨¢mara de Representantes, la siguiente batalla que desean librar las feministas e izquierdistas marroqu¨ªes es la de la modificaci¨®n de la mudawana, el estatuto de la mujer, a lo que de nuevo se oponen los islamistas. Desean, entre otras cosas, que la edad a partir de la cual puedan contraer matrimonio aumente de 15 a 20 a?os y que puedan tomar su decisi¨®n libremente, sin la tutela del padre, que no rige para los hijos varones.
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