Ordenadores en fila india

La Junta de Andaluc¨ªa ha decidido facilitar a las familias andaluzas el acceso a las nuevas tecnolog¨ªas, subvencionando nada menos que con 450 euros (75.000 pesetas) la compra de un equipo inform¨¢tico. ?S¨®lo para las familias m¨¢s desheredadas? En absoluto. Haciendo gala de un admirable esp¨ªritu no discriminatorio, la Junta hace posible que la inmensa mayor¨ªa de los que componen la naci¨®n andaluza entren dentro de los requisitos para la subvenci¨®n. Un pon¨¦: Un matrimonio con dos hijos que ingresa 7.200.000 pesetas anuales entra de pleno derecho entre los leg¨ªtimos aspirantes.

Como era previsible, la demanda ha excedido muy generosamente la oferta y al d¨ªa siguiente de ser publicada la orden en el BOJA ya se hab¨ªa agotado el presupuesto, a pesar de que el plazo oficial no concluye hasta finales de a?o. Debo estar contaminado de un igualitarismo rampl¨®n, ya que entiendo que, dadas estas circunstancias, lo justo hubiera sido ordenar las solicitudes en funci¨®n del menor nivel de renta. M¨¢xime teniendo en cuenta que las familias m¨¢s humildes son las que disponen de peor acceso a la informaci¨®n y entre sus lecturas habituales no figura precisamente el BOJA. Pero a lo que se ve, la Junta, con un criterio mucho m¨¢s abierto e innovador, no se deja seducir por viejos prejuicios socialdem¨®cratas y aplica la regla democr¨¢tica de 'tonto el ¨²ltimo'' al conceder las ayudas en riguroso orden de recepci¨®n.

C¨®mo extra?arse por ello que los agraciados hayan sido los 'listos de siempre', los m¨¢s 'desahogados' (en el sentido econ¨®mico y en el otro) y, sobre todo, los que sab¨ªan del contenido de la Orden antes de su aplicaci¨®n. Este esp¨ªritu 'anti Robin Hood' no lo ha inventado la Junta, pero no deja de ser asombroso que se aplique en esta Andaluc¨ªa de nuestras penas, con atroces carencias en infraestructuras, carreteras, escuelas p¨²blicas, hospitales, etc. Aunque, como en la Orden de marras, estas lacras no afectan a todos por igual. Off course.