Identidad viajera

Paxari?o siempre ha sido m¨²sico viajero. De esos que buscan la inspiraci¨®n en territorios ajenos -por distancia en el tiempo o localizaci¨®n geogr¨¢fica- y a la vez propios -por afinidad espiritual o curiosidad intelectual-.

En su disco Pangea recorr¨ªa continentes, para Temur¨¢ se inspir¨® en las tres grandes culturas de la Pen¨ªnsula -y tambi¨¦n en la gitana-, mientras que el solar Periheli¨®n se centraba en el Mediterr¨¢neo y el ?frica subsahariana.

Seis a?os despu¨¦s de la anterior grabaci¨®n, su nuevo disco se titula Ouroboros, esa serpiente -podr¨ªa ser igualmente un drag¨®n- que se muerde la cola y representa el mito del eterno retorno, el s¨ªmbolo alqu¨ªmico de la materia que se transforma.

En eso anda Paxari?o. En Ouroboros, este granadino de nombre gallego, al que se puede seguir el rastro en grabaciones de Kevin Ayers, Joaqu¨ªn Sabina o Radio Tarifa y en las bandas sonoras de Vacas o Los amantes del c¨ªrculo polar, reiventa obras a partir de la combinaci¨®n de diversos instrumentos. Danza do Escachapedras, dedicada a su padre, permite o¨ªr referencias gallegas. Uno de los responsables de que Javier Paxari?o se haya fijado en el folclor peninsular es Eliseo Parra.

Si adem¨¢s cuenta con Carlos Beceiro, de la Musga?a, el palo de lo tradicional est¨¢ perfectamente cubierto. La sabidur¨ªa popular de ambos le cubre las espaldas y Paxari?o aborda confiado piezas como D¨ªas de j¨²bilo, que parte de una seguirilla y es ejemplo del trabajo de m¨²sicos con vocaci¨®n de encuentro, de mezcla.

En 'nninnia tocan una fantas¨ªa basada en una nana de la isla de Cerde?a. La m¨²sica de Paxari?o, permeable a los mundos que le rodean, nace siempre de la tierra y no esgrime pasaporte.

Aunque no inventa nada, Javier Paxari?o s¨ª ofrece su enfoque: Las visiones de Abulafia, que lleva nombre de cabalista del siglo XIII, revela a trav¨¦s del ney su memoria de lo sefard¨ª; El misterio del agua, con flauta baja y un acorde¨®n, el del vasco Joxan Goikoetxea, evoca atm¨®sferas cinematogr¨¢ficas de decadente vals centroeuropeo, pero con resonancias de lo que podr¨ªa muy bien ser un jazz mediterr¨¢neo y un final digno de Am¨¦lie Poulain.

Adem¨¢s de mostrar al completo el disco reci¨¦n editado, tambi¨¦n hizo Cortesanos, una de las piezas m¨¢s reconocibles de su repertorio. No todo son cantantes de masas ni productos de laboratorios medi¨¢ticos; todav¨ªa hay m¨²sicos en Espa?a, y Paxari?o es uno de ellos, que, sin hacer ruido, siguen empe?ados en ir aportando su visi¨®n.