Paralicen la gu¨ªa

El Partido Familia y Vida ha solicitado del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid la paralizaci¨®n inmediata de la difusi¨®n y distribuci¨®n de la Gu¨ªa sobre orientaci¨®n homosexual en los colegios p¨²blicos de la Comunidad de Madrid. De no paralizarse dicha distribuci¨®n, Familia y Vida solicitar¨¢ jurisdiccionalmente que se suspenda la ejecuci¨®n de dicho acuerdo como acto administrativo que violenta los derechos fundamentales.

Ha sido anunciado en los medios de comunicaci¨®n que el defensor del Menor (se?or N¨²?ez Morgades) tiene intenci¨®n de redistribuir la Gu¨ªa sobre orientaci¨®n homosexual, que ya distribuy¨® su antecesor, el se?or Urra, en los colegios de la Comunidad elaborada por la Comisi¨®n de Ense?anza del Colectivo de Lesbianas y Gays de Madrid, revisada por el Colegio de Psic¨®logos.

Aparte de la idoneidad de los contenidos sexuales de dicha gu¨ªa, de la idoneidad del colectivo que la ha elaborado, Familia y Vida denuncia que en dicha gu¨ªa se excluye expresamente al ¨¢mbito familiar de la orientaci¨®n sexual del menor, que debe ser dejado en manos de homosexuales expertos en homosexualidad, atentando directamente a la patria potestad y el derecho constitucional de los padres.

En efecto, tanto la Declaraci¨®n Universal de Derechos Humanos como la Declaraci¨®n de Derechos del Ni?o y, en concreto, el art¨ªculo 27 de nuestra Constituci¨®n, consagran 'el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formaci¨®n religiosa y moral que est¨¦ de acuerdo con sus propias convicciones'.

El Defensor del Menor, editando una gu¨ªa did¨¢ctica, se excede en sus funciones y pasa a educar parcial y sesgadamente la sexualidad de los menores, no s¨®lo invadiendo el ¨¢mbito familiar, sino que lo excluye expresamente de este tipo de educaci¨®n. Por tanto, no se trata de un nuevo ataque del colectivo homosexual, sino de un vuelco en el Estado de derecho: una instituci¨®n oficial trata de imponer un modelo de educaci¨®n moral a espaldas de los padres. Todav¨ªa ha habido quien se ha atrevido a calificar de intolerantes a quienes nos hemos opuesto a la distribuci¨®n de esta gu¨ªa: efectivamente, ?no estamos dispuestos a tolerar esa vulneraci¨®n de nuestros derechos! Pero la realidad es que no hay mayor intolerancia que la actitud fascista de educar a los hijos ajenos en los principios propios.

?sta no es una actuaci¨®n aislada del Defensor del Menor ni del Partido Popular -que lo ha nombrado y lo mantiene-, sino que ¨¦ste ya hab¨ªa encargado un informe (cofinanciado por la Junta de Andaluc¨ªa) para demostrar que la adopci¨®n por homosexuales es correcta. ?A qui¨¦n defiende este Defensor, al menor o al colectivo gay?

Bien es cierto que todo esto no debe extra?arnos a tenor de las conclusiones de los ¨²ltimos congresos del PP: el de Nuevas Generaciones de Valencia declaraba 'superado el modelo tradicional de familia'; el ¨²ltimo Congreso de Madrid acuerda por unanimidad 'que el Partido Popular es un partido sensible a los modelos alternativos de convivencia familiar'.-