El 'modelo Zaplana' de asistencia a mayores pierde fuelle en Valencia

La asistencia a mayores es, con la Sanidad, una de las ¨¢reas en las que la Generalitat Valenciana ha llegado m¨¢s lejos en la gesti¨®n privada de servicios p¨²blicos. El primer paso en este camino comenz¨® en 1996 con las ayudas a amas de casa con ancianos a su cargo, una f¨®rmula que el ministro de Trabajo y Servicios Sociales y anterior presidente valenciano, Eduardo Zaplana, quiere exportar a toda Espa?a y que en Valencia est¨¢ en retirada porque no ha llegado a cuajar. Anunciadas con un presupuesto de 27 millones, las ayudas nunca superaron los 10, y este a?o se han reducido a 5,8 millones.

Este programa de ayudas a las amas de casa con mayores a su cargo se present¨® en plena campa?a a las elecciones auton¨®micas de 1995 por parte del entonces candidato Eduardo Zaplana y el actual presidente de la Generalitat, Jos¨¦ Luis Olivas (entonces dirigente del PP), como un medio de 'favorecer la integraci¨®n laboral de las amas de casa' y con el objetivo de fondo de hacer frente a listas de espera en las residencias de la tercera edad.

Un primer presupuesto elev¨® a 27 millones de euros el dinero que se destinar¨ªa a este fin y a m¨¢s de 22.000 las beneficiarias. Nunca se lleg¨® a estas cifras. Este a?o, el dinero destinado son 5,88 millones de euros, la mitad del presupuestado que hubo en 2001 y menos de una cuarta parte de los 27 millones anunciados. En sus seis ejercicios de vida nunca ha rebasado los 11,2 millones de euros anuales y las 7.046 beneficiarias. Su evoluci¨®n ha mantenido un trayecto muy irregular, que ni en el mejor de los a?os ha evitado las listas de espera.

Tras la victoria electoral de 1995, en plena euforia, el PP lleg¨® a elevar la estimaci¨®n presupuestaria del plan a los 48 millones de euros. A la hora de plasmar la partida en los presupuestos de 1996, sin embargo, qued¨® reducida a seis millones y se limit¨® a familias con renta per c¨¢pita inferior a 4.200 euros.

En el primer ejercicio se beneficiaron 3.343 mujeres y s¨®lo se gastaron 2,9 millones de euros, seg¨²n los datos de la Consejer¨ªa de Bienestar Social. En 1997 se gastaron 6,2 millones y aumentaron las beneficiarias hasta 4.395, aunque no fue suficiente para absorber la oferta. Otras 2.662 peticiones fueron denegadas por falta de presupuesto. En 1998 se produjo un ligero aumento presupuestario hasta los 6,6 millones, aunque el incremento m¨¢s elevado tuvo lugar en 1999: se alcanzaron los 11,2 millones. Pero esta subida sigui¨® sin ser suficiente para cubrir la demanda. La denuncia que ha reiterado a?o tras a?o el partido socialista sobre estas ayudas es que se conceden hasta que se acaban los fondos por orden de entrada y el presupuesto nunca ha sido suficientes para cubrir las peticiones. 'Es una ayuda electoralista y clientelista', apunta el diputado de las Cortes Valencianas Antonio Torres, ya que la Consejer¨ªa de Bienestar Social decide unilateralmente las ayudas que concede sin contar con los servicios sociales de los ayuntamientos. Esta situaci¨®n, a?ade, provoca que los ayuntamientos desconozcan los beneficiarios de sus municipios y se produzca duplicidad de ayudas. A ello se suma su naturaleza 'graciable'. Como no est¨¢n reconocidas por ley, denuncian los socialistas, se trata de una subvenci¨®n que se se revisa de a?o en a?o en funci¨®n de los presupuestos y nunca alcanza la categor¨ªa de derecho consolidado.

En 2000 se cambiaron las condiciones. Las ayudas -antes entre 60 y 150 euros- se situaron entre 90 y 180 euros. Adem¨¢s, se alcanzaron los 10,8 millones de presupuesto inicial (se gastaron 10,2) y se ayud¨® a 5.727 mujeres. En 2001 el presupuesto creci¨® nuevamente hasta los 12 millones de euros y se gastaron 10,2, aunque crecieron las beneficiarios hasta 6.086. El baj¨®n importante se ha producido este a?o.

El presupuesto inicial se fij¨® en 6,01 millones de euros, que se ha reducido desde el 11 de septiembre pasado a 5,88 millones, una cantidad que puede atender a unas 3.600 mujeres y que 'se aumentar¨¢ los pr¨®ximos meses', seg¨²n fuentes oficiales de Bienestar Social. Pero lo cierto es que el presupuesto nunca hab¨ªa sido tan bajo desde los dos primeros a?os de aplicaci¨®n de esta f¨®rmula.

Desde la Consejer¨ªa de Bienestar Social de la Generalitat, que dirige Rafael Blasco -que tambi¨¦n fue consejero con el Gobierno socialista de Joan Lerma-, ya no se apoya esta medida que pretende aplicar ahora Eduardo Zaplana a nivel estatal. 'Est¨¢ desfasada', apuntan fuentes del departamento. 'Tuvo sentido en su tiempo', pero se pretende superar con otros programas como las deducciones fiscales por cuidados a personas dependientes o a empleados dom¨¦sticos que se contemplan en la futura ley de igualdad, destacan.